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Los juegos mentales de México para llegar al anhelado quinto partido 

2018-06-06

Es una desafortunada tradición de los mundiales de fútbol, una de la que...

Raúl Vilchis

ARLINGTON, Texas — Es una desafortunada tradición de los mundiales de fútbol, una de la que México ya no quiere ser parte.

Durante seis copas consecutivas, México ha clasificado al torneo. Y durante seis copas consecutivas, la afición ha celebrado a sus héroes durante la fase de grupos… para solo verlos caer justo después.

Un director técnico tras otro ha intentado romper la racha y llegar al que en México es el “famoso” quinto partido. Algunos enfatizaron el valor del trabajo duro. Uno apeló al orgullo nacional y a la garra. Otro buscó adoptar una nueva mentalidad para conseguir un desenlace distinto desde la parte más alta de antiguas pirámides.

México estará en el Mundial de Rusia con la alineación más prometedora en décadas. Más de la mitad de los jugadores en la plantilla tiene experiencia en los mejores equipos o las mejores ligas de Europa. Varios son ganadores del oro olímpico y un par fueron campeones del mundo cuando eran adolescentes.

Sin embargo, el problema más grande que enfrenta el Tri tal vez sea psicológico: ¿tiene México la fortaleza mental para aprovechar su evidente capacidad futbolística y trascender esa inquietante reputación del que pierde en octavos?

Para romper el hechizo, la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) y el director técnico Juan Carlos Osorio han puesto a prueba una solución poco tradicional. En 2016, incluyeron al español Imanol Ibarrondo en el cuerpo técnico y lo nombraron coach, o entrenador, mental.

Osorio ha defendido la decisión frente a críticas de los medios mexicanos, al llamarla una práctica estándar en los deportes modernos. “Estados Unidos es de los mejores países en el mundo deportivo y todos sus atletas reciben ayuda psicológica”, dijo Osorio en entrevista. “¿Qué tiene de malo?”.

Otra mentalidad

Aunque el cambio de enfoque —en la fortaleza mental— es poco común para México, ya había precedentes. En 2006, el entonces director técnico supuestamente colaboró con una guía espiritual amateur, quien llevó a los futbolistas a lo más alto de unas pirámides antiguas del país para “recargar energía”.

Los directores técnicos que vinieron después no dieron importancia a prácticas terapéuticas, pese a que varios clubes importantes y otras selecciones nacionales las acogieron; o al menos en partes, pues hay una larga tradición de escepticismo sobre la preparación en términos psicológicos.

Ibarrondo no es psicólogo. En la década de 1990 fue futbolista profesional en España, antes de retirarse y reinventarse a sí mismo como un gurú del liderazgo deportivo. En 2006, fundó Incoade (Instituto de coaching deportivo) en Bilbao, España, con la misión de aumentar “la consciencia y la responsabilidad” para que los atletas, entrenadores y miembros del cuerpo técnico puedan convertirse en los “protagonistas del desarrollo de su propio talento”. Ibarrondo escribió un libro sobre sus métodos en el que describe siete pilares del trabajo en equipo, entre ellos centrarse en la empatía y el pensamiento positivo.

Aunque eran algo escépticos en un inicio, Osorio y varios jugadores mencionaron que el equipo ha acogido a Ibarrondo. En un partido amistoso que se jugó en Arlington en marzo, el defensa Miguel Layún y los delanteros Javier “Chicharito” Hernández y Marco Fabián fueron algunos de los jugadores que celebraron la decisión de tener alguien que intentara romper los viejos hábitos del equipo.

“La confianza del equipo está al máximo”, señaló Fabián. “Ha logrado que todos estemos en el mismo barco, con el mismo objetivo”.

Osorio mencionó que durante los entrenamientos de México, Ibarrondo organizó dos actividades para el equipo sin que estuviera presente el cuerpo técnico. Dijo que esas sesiones a veces eran muy emotivas. “Es bueno que los jugadores demuestren eso, en vez de un enojo contra los medios”, agregó el director técnico.

“Te motiva con base en ejemplos futbolísticos”, comentó Francisco Palencia, un exdelantero y exseleccionado que ya había trabajado con Ibarrondo. “Él le sabe hablar al jugador porque él ha sido jugador”.

Ibarrondo citó asuntos de privacidad y se rehusó a comentar para este artículo. Sin embargo, en una sesión con medios el 25 de mayo en Los Ángeles dijo que busca que el equipo no se centre en el quinto partido. “Hablemos del primero y luego del primero otra vez y después, del primero otra vez, porque es el que siempre hay”, dijo. “No voy a pensar en el tercero o quinto, sino que hay uno, siempre es uno”.

Su estilo es tener reuniones grupales y luego buscar tiempo uno a uno con cada jugador para intentar dilucidar sus necesidades individuales. “Su proceso consiste en conversaciones transformadoras”, mencionó Palencia en una entrevista telefónica desde su casa en Barcelona. “Él piensa como el jugador y trata de darte herramientas para que desarrolles la mejor versión de ti mismo a la hora de jugar”.

Sin embargo, el récord del equipo desde que llegó Ibarrondo ha sido variado. En el primer partido de México desde que él ocupó un puesto oficial se rompió una larga racha en contra de Estados Unidos; el equipo ganó un partido de clasificación al Mundial en Columbus, Ohio. No obstante, el siguiente verano, México se tuvo que conformar con un empate en el partido de vuelta en Ciudad de México y semanas después fue eliminado de la Copa Confederaciones con una fuerte derrota, 4-1, ante Alemania (contra quien disputará el primer partido en Rusia).

Los críticos de la selección, y de Osorio, acusaron que esa derrota era tan solo el último ejemplo de un equipo que se derrumba en las etapas finales de cualquier competencia. A pesar de que los técnicos mexicanos han puesto su fe en Ibarrondo, Osorio reconoció la dificultad de encontrar una fórmula mágica.

“Nuestros jugadores van a adquirir esa fortaleza mental en la medida que jueguen en altas competiciones”, comentó el director técnico en mayo, cuando anunció su lista preliminar para la copa. Sin embargo, si se toma en cuenta la historia reciente de México en el torneo —que le ha ganado el sobrenombre del equipo “del ya merito” o “del ya casi”— valía la pena tener una nueva estrategia.

En el partido de octavos del Mundial de 1994, México perdió ante Bulgaria en penaltis. En 1998, quedó eliminado en la misma fase cuando perdió de último minuto contra Alemania. Y en 2002, Estados Unidos arruinó las esperanzas de el Tri —y de paso hirió el orgullo nacional— tras vencer 2-0 a México en Jeonju, Corea del Sur.

Cuatro años más tarde, el argentino Ricardo La Volpe, como director técnico de la selección mexicana, reconoció lo que parecía evidente para otros: pese a que lo negara México, el equipo tenía un problema existencial, una falta de confianza que era un lastre para los jugadores.

“Nos achicamos en situaciones que no hay que achicarse”, comentó La Volpe en 2016.

Una ayudadita

La Volpe argumentó que los jugadores mexicanos no tenían problema y rendían al máximo en sus clubes, pero parecían intimidados por la experiencia de rivales más establecidos cuando los llamaban a representar a su país.

“Entonces ahí, ojo, es cuando necesitas alguien que entienda la psicología que te ayude”, afirmó La Volpe.

La solución de La Volpe fue contratar a Catalina Camacho, una arquitecta mexicana a la que conoció cuando era entrenador del Toluca, en Estado de México. La Volpe quedó impresionado con el conocimiento que Camacho tenía de historia y del feng shui, la práctica china de armonizar los entornos humanos con el mundo natural. El director técnico pensaba que esas habilidades podían ayudar a sus jugadores en el terreno metafísico y fortalecer su autoestima.

Las técnicas poco ortodoxas de Camacho incluían vestir al entrenador para los partidos con una corbata decorada con un dragón —supuestamente para atraer energía poderosa—, pero también se llevó al equipo de viaje a lo más alto de las pirámides de Teotihuacán, un lugar que describió como el sitio donde los hombres van a morir para convertirse en dioses.

Los futbolistas recibieron la instrucción de agarrarse de las manos en un círculo y respirar profundamente en sintonía, de cerrar los ojos y soplar al viento en las cuatro direcciones, dijo Palencia, quien era parte del equipo en ese momento. En una entrada de blog sobre sus prácticas, Camacho, quien no respondió a las solicitudes para dar comentarios sobre sus métodos, describió cómo les dijo a los jugadores que escribieran sus temores más recónditos y los pusieran en un ataúd, para después enterrarlo. Camacho sostenía que los rituales ayudarían a los jugadores a superar sus inseguridades y fomentarían la unidad del equipo.

La Volpe afirmó que Camacho fue fundamental para que México calificara al Mundial de Alemania 2006. Pero, en el partido de octavos, México, que había empatado contra Argentina hacia el minuto noventa, perdió en tiempos extra.

Y, una vez más, la escuadra no logró avanzar a ese quinto partido, a los cuartos de final.

Javier Aguirre llegó a la directiva para el siguiente Mundial y rechazó categóricamente la idea de tener ayuda externa como la de Camacho.

“Si yo traigo a un hombre, a un psicólogo deportivo, los jugadores no lo respetan”, comentó en televisión antes del torneo de Sudáfrica. “Lo boicotean, se mofan”.

No obstante, el equipo de Aguirre también quedó fuera en octavos, contra Argentina. El guion se repitió en el Mundial de Brasil 2014, cuando México, dirigido por el explosivo Miguel “el Piojo” Herrera, quedó eliminado en octavos de una copa por sexta ocasión consecutiva. Un año después, Herrera ya no era el director técnico.

Osorio se mantuvo invicto en sus primeros diez partidos pero, después de una humillante derrota 7-0 ante Chile en la Copa América Centenario de 2016, el equipo nuevamente enfrentó cuestionamientos sobre su fortaleza mental. Fue entonces cuando la Femexfut le sugirió a Osorio que sumara a Ibarrondo al cuerpo técnico. Él dijo que se encontró a una selección “adolorida”.

Sin embargo, aún está por verse si será capaz de cambiar la suerte del equipo. Este año, México —que está en el mismo grupo que Alemania— de nuevo podría pasar de la fase grupal con base en su talento.

Pero después, en octavos, lo más probable es que su rival sea Brasil…

Un historial ‘maldito’

México ha llegado a los cuartos de final en dos ocasiones: en 1970 y 1986, cuando fue el país anfitrión. No obstante, sus últimas seis apariciones han terminado de la misma manera frustrante: supera la etapa de grupos y cae en octavos.

1994 | ESTADOS UNIDOS

Después de quedar primero en un grupo que incluía a Italia, México se enfrentó a Bulgaria en octavos. El partido, empatado, 1-1, llegó a penales; México no anotó en sus primeros tres intentos y Bulgaria pasó a cuartos de final.

1998 | FRANCIA

En la fase de grupos, México quedó en segundo lugar; para la segunda ronda, se enfrentó a Alemania en vez de a Yugoslavia. Luis Hernández anotó en el minuto dos de la segunda mitad y le dio la ventaja a México, pero Alemania marcó dos goles —el primero de Jürgen Klinsmann; el segundo, de Oliver Bierhoff— y avanzó.

2002 | COREA DEL SUR/JAPÓN

México tenía la oportunidad de romper la maldición y de eliminar a Estados Unidos en una misma tarde, pero fracasó en ambas: Brian McBride anotó temprano, Landon Donovan marcó un segundo gol y el partido terminó con el capitán de la selección mexicana, Rafael Márquez, expulsado por una falta cometida en el minuto 88.

2006 | ALEMANIA

Empatar sin goles contra Angola podría tomarse como un mal presagio, pero México logró llegar a octavos… solo para terminar eliminado gracias a un gol espectacular en tiempo extra del argentino Maxi Rodríguez.

2010 | SUDÁFRICA

Argentina fue el verdugo de nueva cuenta. La victoria 3-1 de la Albiceleste se dio con un gol tempranero de Carlos Tévez, aunque estaba fuera de lugar.

2014 | BRASIL

México, por sexta vez consecutiva en mundiales, sale de la copa en octavos. Esta vez contra Países Bajos, 2-1, después de que, en el segundo tiempo extra, Arjen Robben se tiró un clavado que fue marcado como un penal que aún genera una acalorada controversia. El técnico mexicano, Miguel Herrera, arremetió en contra del arbitraje.
 



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