Religión

El papa dialoga con estudiantes de teología ecuménica de diversas confesiones

2018-06-21

En el Instituto Ecuménico, Francisco saludó a estudiantes procedentes de todos los...

 

Bossey (Suiza), 21 jun (EFE).- El Instituto Ecuménico del Consejo Mundial de las Iglesias (CMI) recibió hoy la visita del papa Francisco, quien saludó, conversó y rió durante unos minutos con una treintena de jóvenes religiosos de diversas confesiones cristianas que se forman en este centro.

Esta visita se inscribió en el programa que el pontífice lleva a cabo en Suiza, donde se encuentra para dedicar una jornada al 70 aniversario de la fundación del CMI, la entidad que engloba al mayor movimiento ecuménico del mundo.

En el Instituto Ecuménico, Francisco saludó a estudiantes procedentes de todos los continentes y que dedican un año a formarse en teología ecuménica, explicó a Efe el profesor Benjamin Simon.

El encuentro tuvo lugar en las dependencias del instituto en el castillo de Bossey, en el cantón suizo de Vaud y a 25 kilómetros de Ginebra.

En este lugar, el pontífice compartió un almuerzo con miembros del Comité Central del CMI, se le hizo una presentación del trabajo que se desarrolla en el centro de formación y se abordó la contribución de sus estudiantes al ecumenismo en el futuro.

"El papa recordó la trinidad ecuménica, caminar, orar y trabajar juntos, que es algo que le llega al corazón", comentó en una conferencia de prensa posterior el secretario general del CMI, el reverendo noruego Olav Fyske Tveit.

Durante la breve visita de Francisco al Instituto Ecuménico también hubo un momento simbólico que consistió en un intercambio de regalos entre el CMI y el Vaticano.

El primero ofreció al papa argentino dos pequeñas botellas con un poco de agua para simbolizar que el acceso al agua es un derecho humano, un bien común que no debe ser privatizado.

También hace alusión este regalo a los esfuerzos que deben realizarse para reducir el consumo de agua embotellada por sus efectos nocivos sobre el medioambiente.

Este posicionamiento del CMI figuraba en una carta que acompañaba a las botellas entregadas al pontífice.

El segundo regalo consistió en una cruz de madera tallada por un joven discapacitado de Kenia, que sufre sordera y problemas de locución.

El escultor talló en la cruz tres símbolos de la discapacidad: la ceguera, las físicas y la sordera.

Por su parte, el Vaticano regaló al CMI una pequeña escultura de madera de la crucifixión y una placa conmemorativa del "peregrinaje ecuménico" que realiza el papa con este viaje.



Jamileth
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