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El fraude planea sobre las elecciones presidenciales

2018-06-28

Por primera vez en la historia de México, un partido político aspira a romper el...

PABLO SÁNCHEZ OLMOS | El Mundo


El arte de manipular y coaccionar a los votantes es tan viejo como la propia democracia y, aunque las nuevas tecnologías ayudan a vigilar estas prácticas fraudulentas, México todavía considera legal que los partidos políticos regalen tarjetas con dinero, como parte de la estrategia de campaña. Eso mismo ha ocurrido esta semana, cuando el Instituto Nacional Electoral (INE) consideró legales las tarjetas de Ingreso Básico Universal, distribuidas por el equipo de Ricardo Anaya, candidato de la coalición de 'Por México al Frente'. Los afortunados ciudadanos que la recibieron en su buzón podrán disfrutar, si Anaya gana la presidencia, de un pago vitalicio de 75 euros al mes. El argumento utilizado por el tribunal para dar el visto bueno a esta práctica es que se trata de una propuesta de campaña y no de compra directa de votos.

Por primera vez en la historia de México, un partido político aspira a romper el bipartidismo que ha gobernado el país durante toda su vida democrática. El partido del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) del candidato izquierdista Andrés Manuel López Obrador, conocido comúnmente como AMLO, encabeza todas las encuestas de intención de voto y, aunque deberían ser optimistas por lo que pueda suceder el domingo, les preocupa que un fraude electoral pueda arrebatarles la victoria.

La presidenta del partido, Yeidckol Polevnsky, aseguró esta semana: "Esta elección está definida, está decidida y no queremos manejos ni manipulaciones. Que no se atrevan a querer hacer un fraude porque se van a encontrar con el diablo". Unas declaraciones que evidencian que, para Morena, el domingo todo se medirá en términos de victoria o fraude, sin posibilidad de aceptar una derrota limpia, aún cuando todavía no se ha votado.

No obstante, razones tienen para estar preocupados. En las dos ocasiones que su actual candidato, López Obrador, se ha presentado a las elecciones, se han producido irregularidades. En las presidenciales del 2012, la comisión de vigilancia ciudadana del movimiento #Yosoy132, informó que habían sistematizado más de 1,100 fallas, algunas de las cuales eran: robo de urnas, tiroteos, secuestros de representantes y desaparición de actas electorales.

Tecnología contra el fraude

En las de 2006, Felipe Calderón ganó las elecciones más apretadas de la historia de México con un margen del 0,56%, sobre López Obrador. Según denunciaron investigaciones posteriores, una modificación del algoritmo que utiliza el INE le restó votos en detrimento de su rival. Aunque el caso más flagrante ocurrió en 1988: Cuauhtémoc Cárdenas aventajaba por un margen estrecho a su rival priísta, Carlos Salinas de Gortari, y el sistema "se cayó" durante algunas horas. Cuando regresaron los datos, Salinas había dado la vuelta al marcador y se llevaba la victoria con el 51% de los votos.

Las nuevas tecnologías han ayudado, en parte, a reducir la posibilidad de que se produzca un fraude electoral. Un ejemplo de ello es la app TuVotoSiMx, creada por el informático Ulises Salas, con la que se pretende dotar a la ciudadanía de una herramienta con la que registrar los resultados de las casillas electorales y denunciar irregularidades. Salas asegura a EL MUNDO que: "si nuestra app existe es porque las instituciones electorales mexicanas no están a la altura del país que representan". No obstante, el gran avance de la informática también supone que los institutos electorales deben sofisticar sus defensas, si no quieren ser víctimas de un ciberataque. Y sobre la posibilidad de que algo así ocurra en México, Salas cree que: "es posible, ya que cualquier dispositivo conectado a la red puede sufrir ataques".

"Yo personalmente no creo que haya posibilidad de fraude en el conteo de votos de las presidenciales", quien habla es Jesús Robles, abogado experto en derechos humanos y fundador de Enjambre Digital, una asociación civil que lucha por "la libertad frente al uso de la tecnología como instrumento de control social". "No dudo de que pueda existir el intento de alterar resultados pero actualmente tenemos un sistema muy robusto", afirma el letrado.

Riesgo en zonas rurales

"El fraude está en marcha, lo que pasa es que donde realmente se puede alterar el resultado, es en aquellas casillas que están en lugares remotos, en el campo, donde no todos los partidos tienen representantes. Se han dado casos donde el 100% de los votos han ido para el mismo partido, o incluso otros en los que ha votado más gente de la que está censada", asegura a este diario el escritor e historiador, Francisco Pérez Arce.

En esas poblaciones más alejadas y humildes es donde el fraude y el soborno funcionan mejor. De acuerdo a la información de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, solo en los primeros cuatro meses del año, los programas sociales mexicanos dispararon sus gastos un 20% y muchas de estas partidas terminaron transformándose en compra de votos de gente necesitada. Así lo cree también Pérez Arce: "Utilizan recursos públicos para actividades electorales bajo la forma de programas de beneficencia. Básicamente se aprovechan de su posición para dar una limosna a cambio de votos".

Otro indicativo que habla de la cantidad de fondos que se mueven en estas fechas, lo aporta el mismo Banco de México, que ha confirmado que en periodos electorales "se multiplica por seis la cantidad de dinero en efectivo que circula en el país". Y al tiempo que el efectivo fluye, los fondos para observadores electorales se han reducido en un 81%. Un campo de cultivo propicio para que el fantasma del fraude y la compra de votos vuelva a entrar de lleno en el debate de las presidenciales mexicanas.



regina

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