Agropecuaria

La desigualdad de género puede elevar coste de producir alimentos, según FAO

2018-07-03

La especialista de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura...

 

Roma, 3 jul (EFE).- La desigualdad de género hace que las mujeres que se dedican a la agricultura en muchas partes del mundo tengan menos acceso a los recursos, lo que influye en una menor productividad y mayores pérdidas de alimentos, según la FAO.

La especialista de la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Alejandra Safa señaló hoy en un seminario que las mujeres "producen menos que los hombres por dificultades en el acceso a los recursos, los servicios financieros, las tecnologías y los mercados", especialmente en los países en desarrollo.

Agregó que esas limitaciones disminuyen las oportunidades de inversión en actividades más eficientes y pueden resultar en pérdidas a lo largo de la cadena productiva.

Las mujeres representan el 43 % de la mano de obra agrícola y desempeñan un importante papel en actividades después de la cosecha como el secado, la limpieza o el almacenamiento de los alimentos.

Trabajan hasta doce horas más a la semana que los varones en países pobres, compaginando a menudo esas tareas con responsabilidades en el hogar y en el cuidado de la familia.

A muchas de ellas "no les dejan tomar decisiones, sus intereses no están representados, por lo que participar en las cadenas productivas no les da más empoderamiento", aseveró la experta, que vinculó la desigualdad, que depende del contexto sociocultural, con la pérdida de productividad y oportunidades de empleo.

Safa llamó a adoptar un enfoque de género y cambiar así la forma de producir alimentos para hacerla más eficiente.

Se calcula que un tercio de los alimentos producidos para consumo humano (1,300 millones de toneladas) se pierden o se desperdician anualmente en el mundo, lo que afecta la seguridad alimentaria y eleva los costes.

Solo en la África subsahariana, las pérdidas después de la cosecha suman hasta 4,000 millones de dólares anuales (unos 3.430 millones de euros), según estimaciones recogidas por la FAO.

La agencia recomienda considerar los distintos roles de hombres y mujeres para desarrollar soluciones a largo plazo como, por ejemplo, en Etiopía, donde han tratado de convencer de la importancia que tiene el empleo femenino para elevar los ingresos por la venta de leche.

La especialista de la FAO Mireille Totobesola-Barbier expuso el caso de Burkina Faso, donde las mujeres se encargan principalmente de las actividades menos rentables, como la de separar los granos de sorgo manualmente, mientras los hombres les quitan las cáscaras con máquinas.

En otros países africanos, como Sierra Leona o Zambia, la división de tareas hace que las mujeres se vean, además, excluidas de la pesca y tan solo participen en el procesamiento y el comercio de pescado.

En ese contexto, organizaciones como WorldFish están introduciendo nuevas tecnologías con la participación de personas de ambos sexos de las comunidades para reducir las pérdidas en las etapas posteriores a las capturas y mejorar la productividad.



Jamileth
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