Internacional - Población

Pastoral Cáritas dice que la clase política no pretende unir a los hondureños

2018-07-11

La clase política tampoco quiere el diálogo que se está promoviendo para...

 

Tegucigalpa, 10 jul (ACAN-EFE).- La Pastoral Cáritas de la iglesia católica indicó hoy que la clase política no pretende unir a la sociedad hondureña, ni ve la necesidad de dialogar "porque se considera dueña del poder conseguido por el número de votantes y adherentes a su partido".

Además, la clase política tampoco quiere el diálogo que se está promoviendo para superar la crisis surgida luego de las elecciones generales del 26 de noviembre, en las que según las dos principales fuerzas de oposición, hubo fraude, señala la Pastoral Cáritas de Honduras en una encuesta suya difundida hoy.

El sondeo, que no precisa el número de encuestados, cuándo fue hecha, ni el margen de error, aunque se presume que es reciente por el tema del diálogo que se promueve en el país, subraya que recoge la opinión que la ciudadanía tiene sobre el liderazgo político promotor de la crisis.

Para el 59,3 % de la población encuestada, los líderes políticos no tienen interés en solucionar la crisis que vive el país centroamericano, mientras que el 39,2 % considera que sí tienen interés y el 1,5 % no responde o no sabe, subraya el informe.

La muestra ha sido publicada en momentos en que el denominado "prediálogo", iniciado en marzo, que lleve a un diálogo nacional para superar la crisis, se ha entrampado la semana pasada, aunque se sigue en el intento, con la moderación del representante de las Naciones Unidas en Tegucigalpa, Igor Garafulic.

"La clase política no pretende unir a la sociedad hondureña, al contrario, ha polarizado durante décadas los sentimientos de la población con la intención de mantener una sociedad dividida, familias enfrentadas, pueblos fracturados por colores políticos, odio y venganza hacia el otro", señala el documento.

Añade que la población está cansada de todo tipo de confrontación, no quiere un mañana saturado por la violencia, la pobreza, la migración, la falta de oportunidades y en continua anulación del derecho a la vida.

El sondeo también recoge que para el 62,6 % de los entrevistados, la democracia es preferible a cualquier otra forma de gobierno; sin embargo, al 26,3 % no les importa si el gobierno es democrático y el 6,8 % opina que bajo algunas circunstancias un gobierno autoritario puede ser preferible a uno democrático. El 4,3 % no sabe o no respondió la pregunta.

"La ciudadanía considera que la clase política se legitimará en la medida que haga funcionar correctamente el aparato de justicia, que defienda la Constitución y que las instituciones recuperen su credibilidad, de lo contrario tarde o temprano estarán cavando su propia sepultura", indica el informe de Cáritas de Honduras.

De los encuestados, el 67,1 % opinó que se debe convocar al diálogo nacional, el 23,9 % que se deben adelantar las elecciones y el 9 % no saben o no respondió la pregunta.

El 51,2 % tiene conocimiento sobre el llamado de la Organización de las Naciones Unidas a los líderes políticos para iniciar el diálogo político. El 45 % respondió que no sabe y el 3,8 % no respondió.

La Pastoral indicó que la clase política no se siente amenazada en su dominio de la sociedad porque controla la generación, aplicación de leyes, instituciones y tiene el dominio de la fuerza.

"El tan mencionado Estado de Derecho debe hacerse realidad y para eso se necesitan leyes justas que puedan garantizar esa armonía y ayuden a superar los conflictos; leyes que no nazcan de la exigencia pragmática de los favoritismos políticos", añade la publicación.

También destaca que los hondureños necesitan "restablecer la sociedad con un sólido aparato jurídico y con instituciones públicas sanas para alejar de nuestras puertas nuevas crisis políticas".

"El diálogo serio y bien intencionado será la plataforma que posibilite devolver la seguridad jurídica, social, económica y política a la población", subraya entre otras cosas la muestra.

En el "prediálogo" participan representantes del Gobierno que preside Juan Orlando Hernández, de los partidos Nacional (en el poder) y Liberal, y de Salvador Nasralla, ex candidato de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, quien aduce que hubo fraude en las elecciones de noviembre y no reconoce al actual gobernante.



Jamileth
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