Ecología y Contaminación

Los campos de Irak se secan

2018-07-18

En el centro y sur del país, la escasez de agua y los recientes cortes de electricidad por...

Amer Hamid

 

Bagdad, 18 jul (EFE).- El descenso del caudal de los ríos Tigris y Éufrates está ahogando a los iraquíes que, impotentes, ven cómo la escasez de agua ha forzado a las autoridades a prohibir este verano el cultivo de ciertas semillas como el arroz, principal sustento para muchas familias.

"Este año, la escasez de agua nos ha obligado a dejar sin cultivar tierras que plantamos anualmente", dice a Efe Yawad Yafar, un residente de 50 años de Mashjab, en la provincia meridional de Al Nayaf, a 170 kilómetros al sur de Bagdad.

Yafar, que es dueño de unos 200 dunams (2,500 metros cuadrados) de terreno, asegura que solo ha logrado cultivar una pequeña parte que apenas satisface sus necesidades.

Para combatir la escasez de agua, algunos campesinos han optado por excavar sus propios pozos, lo que afecta a los acuíferos.

En el centro y sur del país, la escasez de agua y los recientes cortes de electricidad por falta de suministro, sumados a problemas estructurales como el paro y la corrupción ha sido el detonante para el estallido de protestas populares para pedir mejoras.

Mashjab es una de estas zonas ya que, como comenta Yafar la prohibición de plantar arroz ha causado grandes pérdidas los campesinos de la zona, cuyos ingresos dependen principalmente de este cereal.

El arroz, y en concreto el arroz Al Anbar -muy apreciado en Irak y en los países del golfo Pérsico- es uno de los cultivos predominantes en provincias como Nayaf, Diwaniyah y Di Qar, que también han sido testigos estos días de manifestaciones contra las autoridades.

Abu Karar, un campesino de Mashjab de 60 años, cuenta a Efe cómo cavó un pozo de 25 metros para tener acceso al agua.

"Pero el agua no era adecuada para el uso, ni agrícola ni doméstico por la alta salinidad", explica.

Para Abu Karar, la escasez de regadío "se ha convertido en un obstáculo para nuestro futuro y el futuro de nuestras familias".

Aunque "tenemos dos grandes ríos, hoy no podemos proporcionar agua para regar nuestros campos. Los campos son estériles y los campesinos están desempleados. Esto nos ha llevado a pensar en migrar a las ciudades en busca de trabajo", concluye.

Irak se abastece principalmente del agua de los ríos Tigris y Éufrates y de sus afluentes, todos provenientes de Turquía e Irán y que atraviesan el territorio iraquí de norte a sur hasta que se unen cerca de la ciudad meridional de Basora en el conocido como Shat al Arab, que desemboca en el Golfo pérsico.

Mohamed Ibrahim, el jefe de la Autoridad de Recursos Hídricos de en la provincia de Al Diwaniya, a unos 180 kilómetros al sur de Bagdad, asegura a Efe que la escasez responde a varios factores.

"Las presa turcas e iraníes, la falta de lluvia, la falta de técnicas modernas de riego y la falta de presas y embalses suficientes en el país", son las principales citadas por el responsable.

Asimismo, agrega que uno de los mayores problemas en las provincias del sur "es la alta tasa de salinidad, que afecta a la agricultura y al uso del agua para consumo doméstico".

Señala que esa salinidad aumenta a medida que avanzamos hacia el sur.

"La salinidad del agua de Shat al Arab se ha incrementado en los últimos años para parecerse más al agua del mar y esto afecta mucho a la agricultura, el ganado, los peces de río y se refleja directamente en la situación económica de los campesinos", detalla Ibrahim.

El asesor del Ministerio de Agricultura iraquí Ahmed Abás explica a Efe que los cultivos rechazados este año por el Ministerio de Recursos Hídricos han sido el arroz, maíz, sorgo, sésamo, algodón y mijo, así como el girasol y judía de tipo mungo.

Abas indica que todos estos cultivos prohibidos son "estratégicos" y "cubren una gran proporción de las necesidades del país".

Aún así, asegura que "la falta del agua en los ríos Tigris y Éufrates y sus afluentes obligó al Ministerio a tomar esta decisión".

Hasan al Saadi, catedrático en la Facultad de Agricultura en la Universidad de Babilonia, en el sur de Irak, asevera a Efe que el problema de la escasez de agua de este año se ha visto agravado porque Turquía comenzó, el pasado mayo, el llenado de una nueva presa, lo que ha reducido el agua el Trigris que llega a Irak.

A esto se añade la transferencia, por parte de Irán, de una gran parte del agua que fluye a través de su territorio en proyectos y presas que ha construido.

"Desde 2003 no conocemos ninguna construcción de una presa, depósito de agua o un gran proyecto de irrigación que contribuya a resolver el problema de escasez de agua en el centro y sur del país", subraya Al Saadi, al agregar que, antes de esa fecha, durante la era de Sadam Husein, tampoco se hizo nada, porque el país siempre estuvo ocupado en guerras.



Jamileth