Agropecuaria

Con aroma de chocolate o caramelo, Brasil le abre paso a los cafés especiales

2018-07-27

Situada en el estado brasileño de Minas Gerais, el mayor productor y exportador de grano del...

Isadora Camargo

 

Machado (Brasil), 27 jul (EFE).- Cafés con aroma de aceituna, con un toque dulce de caramelo y un leve gusto a chocolate son el sello de distinción de la Hacienda Recanto Machado, un enorme cafetal en el sureste de Brasil que se ha convertido en un referencia del café especial y un ejemplo del aumento de la presencia femenina en el campo.

Situada en el estado brasileño de Minas Gerais, el mayor productor y exportador de grano del país suramericano, la Recanto Machado es una de las mayores haciendas de café especial en Brasil y en su tierra está la historia de cinco generaciones.

Comandada por mujeres, y con Maria Selma Magalhães Paiva al frente, la hacienda ha aunado en los últimos años la tradición y la innovación tecnológica, lo que ha permitido la producción de un grano 70 % exportable.

Los primeros cultivos comenzaron en 1896 y 120 años después, la Recanto Machado produce 6,000 sacos al año, la mayoría especiales, a un precio medio de 520 reales (unos 140,5 dólares) gracias a la calidad y referencia internacional adquirida a partir de 1985, cuando Maria Selma asumió el terreno junto a su marido, Afrânio Magalhães.

La hacienda respira historia: entre los retratos de sus antepasados, Maria Selma, de 55 años, cuenta con orgullo la trayectoria y desafío de ser líder en el campo de Minas Gerais, estado responsable por el 50 % de la producción de café en Brasil.

"La realización es grande, pero hay mucha responsabilidad y mucho cuidado (para gestionar el cafetal). Es difícil para las mujeres en el mundo agro, en el cual el 90 % son hombres, la mayoría machista", afirma Maria Selma, una voz activa en la lucha por la presencia de la mujer en el campo.

Las mujeres ya comandan más de un tercio (34,8 %) de los establecimientos agropecuario brasileños, según el Censo Agro 2017 publicado este miércoles por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (Ibge).

El talento para gestionar 400 hectáreas, 170 de ellas con plantaciones, fue transmitido a su hija, Paula Magalhaes Paiva, de 28 años. La joven se especializó en el sector, aprendió otros dos idiomas y garantizó aire fresco en la tradición familiar.

Con una apuesta por el café especial, la hacienda no tiene marca propia, pero su grano ya está en las estanterías de Japón, Estados Unidos y Birmania debido a su "consistencia y estandarización de la calidad", valorada por importadores y clientes nacionales.

Del tamaño de una ciudad, el cafetal produce principalmente café tipo arábica, el de mayor calidad, y entre sus principales variedades están el catuaí amarillo y bourbon, con los cuales se realizan pruebas de degustación en cinco temperaturas que garantizan "notas sensoriales diferentes".

Con esos granos, la hacienda consiguió un café totalmente diferenciado, con diversos aromas -aceituna, vainilla, chocolate, caramelo, naranja, frambuesas-, gracias al trato especial del café antes y después de la cosecha, lo que le otorga una mayor calidad y también un mayor precio.

"En el mercado brasileño está creciendo mucho en café de calidad, es un proceso difícil. Existen cafeterías especializadas en Brasil que trabajan con un nivel de café muy alto. Estamos consiguiendo colocar nuestro café dentro del mercado brasileño en una condición bastante favorable", según explicó Afrânio Paiva.

Paiva fue responsable por garantizar la certificación del café y quiere aprovechar la cosecha récord prevista por Brasil para este año para aumentar la exportación de granos especiales en hasta un 10 %.

En ese sentido, la Asociación Brasileña de Cafés Especiales y la Agencia Brasileña de Promoción a las Exportaciones e Inversiones firmaron esta semana un acuerdo para la promoción y ampliación de los mercados de cafés especiales.

Según la asociación, la producción de este tipo de grano ha aumentado en los últimos años, al pasar de 5,2 millones de sacos de 60 kilos en 2015 a 8,5 millones sacos en 2017.

Sin miedo a innovar, Recanto Machado quiere seguir invirtiendo en nuevas experiencias, que van desde el grano orgánico hasta la importación de esquejes de café procedentes de otros países, como Birmania, en la lucha por la competitividad de este histórico negocio.

Según datos de la Organización Internacional de Café, el consumo mundial de esta bebida sobrepasa los 150 millones de sacos de 60 kilos por año y viene registrando un crecimiento anual de 2,5 %.



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