Nacional - Política

Tumultos para ver a López Obrador

2018-07-30

La casona de estilo "porfirista" (de principios del siglo XX, similar a las que habitaba...

Por Marcos Romero

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 29 JUL - La sede del gobierno de transición encabezado por el presidente electo Andrés López Obrador, en el tradicional barrio Roma, de la capital mexicana, se convirtió en centro de peregrinaje de gente que se agolpa a diario para hacerle peticiones de todo tipo.
    
La casona de estilo "porfirista" (de principios del siglo XX, similar a las que habitaba la aristocracia durante la dictadura de Porfirio Díaz), se ve rodeada de largas filas de distintos personajes.
    
La mayoría son gente común, entre los que figuran igual ricos, pobres, funcionarios o buscadores de empleo, entre otros, pero también hay personas extravagantes que llegan a formular peticiones extrañas.
    
Ayuda para obtener trabajo, atender a un familiar enfermo, solicitudes por un permiso o simplemente pedirle un autógrafo son las peticiones comunes que motivan este asedio al sucesor de Enrique Peña.
    
"Mi hermano se muere en Pennsylvania", pide una persona, mientras otra quiere un préstamo por haber sido defraudada y otra más se queja de que su hijo fue "condenado injustamente".
    
Un hombre que se hace llamar "Cuco Leyva" inclusive se manifestó fuera de la casa para pedir al futuro mandatario que investigue la muerte del legendario cantante Pedro Infante, fallecido en un accidente aéreo en 1957.
    
"Pedro no murió en ese avionazo, como se nos dijo siempre, sino que vivió 95 años y falleció hace cinco años apenas, el 22 de junio de 2013, en Delicias, Chihuahua (norte del país), y ahí está enterrado bajo otra identidad", señaló el hombre.
    
Hay incluso alguien que acudió en demanda de ayuda porque dice estar "embrujado".
    
Al llegar temprano a sus oficinas todos los días, el ganador de los comicios del 1 de julio, que arrasó con el 53% de los votos, escucha un clamor de asombro seguido de algunos gritos, saludos y aplausos.
    
l mandatario entra a bordo de su auto con las ventanillas abajo y sobreviene el caos, porque decenas de personas se acercan en estampida para tratar de tocarlo, pedirle una "selfie", entregarle papeles o decirle algunas palabras.
    
Los guardias a cargo de la seguridad del futuro jefe de Estado apenas dan abasto para contener a la desbocada nube de gente.
    
Mientras intentan poner un poco de orden, reciben en sus manos los papeles y los apilan para que luego sean entregadas a personas encargadas de la "oficina de atención ciudadana" del equipo de transición.
    
López Obrador trata de ser paciente pero se apresura y en unos minutos se dirige a su despacho.
    
"Si recibo a todos, no trabajo", contesta a un grupo de trabajadores, que le piden una solución a sus problemas laborales.
    
Hay casos en los que las personas hacen viajes de cientos o miles de kilómetros para llegar a ver al hombre que tomará las riendas del país el próximo 1 de diciembre aunque sea "un poco".
    
Algunos seguidores de "AMLO", como simplemente le llaman por su acrónimo, colocaron inclusive un altar con candelas para rezarle todos los días, junto a una imagen de la Virgen de Guadalupe, a fin de que lo proteja.
    
Un grupo de indígenas también llegó con sus ropas tradicionales a felicitarlo y pedirle que funde un nuevo municipio de la etnia Wixirika en el occidental de Nayarit.
    
Una mujer llamada María Eugenia es la integrante del equipo de López Obrador encargada de recibir la avalancha de pedidos que le hacen a quien ven como "la última esperanza" para sus vidas. "El nos dijo que nos va ayudar y que todo va a cambiar," dice emocionada Jazmín López, una enfermera de 45 años, que perdió su empleo en 2016 pues el hospital donde trabajaba ya no podía pagarle", después de intercambiar unas palabras con el triunfador de los comicios del pasado día 1. Los vecinos sin embargo suelen quejarse de todo el ruido y el tránsito imposible que se genera en la zona tras el triunfo del politólogo izquierdista de 64 años.
    
Una casa adyacente a la sede del equipo de transición colocó leyendas en hojas de papel en la que pide "no arrojar basura", "respetar el entorno" y "no sentarse en las jardineras".



Jamileth