Internacional - Política

Alckmin presenta su candidatura apoyado en una poderosa alianza de centro

2018-08-04

Alckmin es médico, tiene 65 años, fama de aburrido, le cuesta sonreír, su...

 

Brasilia, 4 ago (EFE).- El Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), una de las fuerzas políticas más tradicionales del país, proclamó hoy como candidato presidencial a Geraldo Alckmin, quien recibió el apoyo de otros ocho partidos del influyente centro.

Alckmin, exgobernador de Sao Paulo, fue proclamado candidato para las elecciones de octubre próximo en una convención nacional a la que asistieron 290 delegados del PSDB, de los cuales 288 le respaldaron, uno votó en contra y otro se abstuvo.

"Me ofrezco para devolver a los brasileños la esperanza que les fue robada" y "liderar una amplia alianza de quienes creen en el desarrollo y no en la perdición del radicalismo", dijo al aceptar la candidatura.

Alckmin también cuenta con los partidos Social Demócrata (PSD), Progresista (PP), Republicano Brasileño (PRB), Solidaridad (SD), Popular Socialista (PPS), Laborista Brasileño (PDT) y de la República (PR), que en su época estuvieron junto a Luiz Inácio Lula da Silva y Dilma Rousseff y luego con el Gobierno de Michel Temer.

Asimismo, tiene el respaldo del partido Demócratas (DEM), que con el PSDB encabezó la oposición a los gobiernos del Partido de los Trabajadores (PT), que hoy proclamó la candidatura de Lula, pese a que está preso y condenado a doce años por corrupción.

Aún así, Lula lidera los sondeos con un 30 %, aunque cuando no es considerado los encabeza el ultraderechista Jair Bolsonaro (17 %), seguido por la ecologista Marina Silva (13 %) y el laborista Ciro Gomes (8 %), mientras Alckmin se sitúa con un 6 %, en un escenario con cerca de un 50 % de indecisos en el que pretende pescar.

Arropado por históricos dirigentes del PSDB, como el expresidente Fernando Henrique Cardoso y el exministro José Serra, los dos únicos fundadores del partido vivos, Alckmin no profundizó en su programa de gobierno, pero sí reforzó su línea liberal y dijo que es "vital reducir el tamaño de un Estado caro, deficiente y corrupto".

Durante la convención también se oficializó a Ana Amélia Lemos, periodista y senadora de 73 años, del PP, como compañera de fórmula y candidata a vicepresidenta, sobre quien Alckmin dijo que simboliza "el empoderamiento necesario de la mujer".

Dirigentes del propio PSDB admiten que el principal obstáculo de Alckmin puede ser su casi absoluta falta de carisma, que él mismo reconoció hoy. "Dicen que no tengo la dosis necesaria de pimienta", declaró, pero apuntó que tiene la "seriedad" que el país necesita "en un momento de crisis como este".

Alckmin es médico, tiene 65 años, fama de aburrido, le cuesta sonreír, su discurso es mucho más técnico que político y, sin admitirlo públicamente, en su propio partido hay quien dice que es "fiel a su especialidad" en la medicina: anestesista.

Muchos de sus adversarios internos también recuerdan que, en las elecciones de 2006, cuando fue candidato presidencial por primera vez, protagonizó un hecho inédito en la política brasileña. En la primera vuelta obtuvo un 41,6 % frente al 48,6 % de Lula, pero en la segunda, en vez de crecer, el apoyo a su candidatura cayó al 39,1 %.

Sin embargo, ahora pudiera ser diferente. Aún golpeado por la corrupción, el PSDB se mantiene como una de las principales fuerzas políticas del país, junto con el Movimiento Democrático Brasileño (MDB), del presidente Temer, y el PT de Lula.

Además del PSDB, ahora Alckmin cuenta con otros ocho partidos de centro, que son el fiel de la balanza política del país y siete de los cuales, en las últimas cuatro elecciones, integraron la poderosa coalición que mantuvo en el poder a Lula y Dilma Rousseff.



JMRS