Internacional - Economía

La corrupción en Argentina eclipsa la crisis económica

2018-08-17

Mientras la prensa investiga a fondo lo que parece ser el mayor escándalo de...

Por Marcelo Izquierdo

(ANSA) - BUENOS AIRES, 17 AGO - Los argentinos están obnubilados por la trama de corrupción, sobornos y bolsos repletos de dólares que manchan a reconocidos empresarios y a los gobiernos "kirchneristas", mientras la crisis económica los golpea con dureza y los devuelve a una realidad social cada vez más alarmante.
    
Los diarios, radios y canales de TV desgranan día a día la ruta de las coimas pagadas por empresarios a exfuncionarios del "kirchnerismo" para hacerse de obra pública, en una intriga descarnada que le sirve y mucho al gobierno de Mauricio Macri para tomar un respiro en medio de una "tormenta" que sacude al país. La causa llevada adelante por el juez Claudio Bonadío, un controvertido magistrado con numerosos pedidos de juicio político en sus espaldas, tiene ya a 13 "arrepentidos", en su mayoría hombres de negocios que lograron fabulosas ganancias durante los gobiernos de Néstor (2003-2007) y Cristina Kirchner (dos mandatos 2007-2015). Entre ellos aparece el primo del presidente, Angelo Calcaterra, exreferente del poderoso grupo Macri fundado por el patriarca y padre del mandatario, el inmigrante italiano Franco Macri.
    
La última gota que va rebalsando el vaso de la corrupción se conoció en las últimas horas cuando un empresario "arrepentido", Gabriel Romero, de la empresa Emepa, aseguró que pagó 600,000 dólares para que el gobierno de Cristina Kirchner le renovara por decreto la concesión de la explotación de la Hidrovía del río Paraná-Paraguay que permite conectar el Atlántico y Asunción para el comercio internacional.
    
Según fuentes judiciales citadas por la prensa local, ese supuesto pago por 600,000 dólares está asentado en los llamados "cuadernos de las coimas" que Oscar Centeno, un exchofer del ministerio de Planificación, llevó meticulosamente durante más de 10 años como "valijero" de importantes funcionarios.
    
El escándalo se produce en medio de una severa crisis que el gobierno se empeña en tildar de "tormenta" con una devaluación de la moneda que alcanzó el 70% en el último año y un índice de inflación, que según todos los pronósticos sobrepasaría este año el 30 por ciento, cerca del doble proyectado en un principio.
    
Mientras la prensa investiga a fondo lo que parece ser el mayor escándalo de corrupción de las últimas décadas en el país, el gobierno volvió a aplicar un aumento del 30% en los boletos de trenes y ómnibus.
    
Paralelamente se anunciaron aumentos en la medicina privada, los combustibles y se esperan nuevos cimbronazos en las facturas de luz y gas, que han golpeado los bolsillos de los argentinos y en muchos casos se tornan imposibles de afrontar para sectores castigados por la crisis. Todo esto en medio de un deterioro de la situación social, como denunció el Observatorio de la deuda social de la Universidad Católica Argentina (UCA).
    
La causa de corrupción que amenaza arrasar con varios exfuncionarios "kirchneristas" y jaquea a la propia Cristina Kirchner, avanza cada día y acapara la atención mediática. Son pocos los que recuerdan el escándalo de los "aportes falsos" de la campaña electoral de la alianza oficialista Cambiemos en la provincia de Buenos Aires y los argentinos leen, escuchan, ven y se indignan con una corrupción endémica motorizada por políticos y empresarios. Pero cuando salen a la calle nadie puede escapar a una realidad difícil y preocupante donde los salarios pierden cada día su carrera contra la inflación.


 



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