Internacional - Economía
El inesperado enemigo del petróleo: el agua se convierte en un problema
elEconomista.es | En las secas y polvorientas llanuras de Texas, la región petrolera por antonomasia de EU, uno de los mayores problemas a los que se enfrentan los productores de petróleo es el exceso de agua, que dificulta la extracción del petróleo. Obviamente, la mayor parte de ese agua no estaba en la Cuenca Pérmica, sino que ha llegado junto a la industria del fracking.
Basta con preguntarle a Will Hickey, el máximo responsable de Colgate Energy. Sobre una plataforma de 8 metros de altura en el Condado Reeves de Texas, Hickey observa mientras que los empleados trabajan con una perforadora a casi 3,000 metros de profundidad en busca de petróleo.
Apenas a 800 metros de distancia hay otra torre de perforación en plena actividad. Pero ésta, que opera WaterBridge Resources, no busca petróleo. Perfora para extraer la enorme cantidad de agua que generan los pozos locales, producto del uso de la técnica de la fracturación hidráulica.
La Cuenca Pérmica de Texas ya produce tanto petróleo que no cabe en los oleoductos
"Si no se soluciona la cuestión del agua no podemos producir en el pozo. Tan simple como eso", asegura Hickey en una entrevista. "Antes, cada operador manejaba el agua, pero a los grandes niveles en los que se produce ahora se ha creado una oportunidad para compañías especializadas en la extracción agua".
Con la fracturación hidráulica o fracking, las compañías que buscan crudo inyectan agua, arena y químicos a presión en los pozos con el objetivo de extraer y separar el shale oil (petróleo de esquisto) de las formaciones rocosas. Cuando se extrae el petróleo también sale el agua a la superficie, combinada con agua salobre de los acuíferos subterráneos, una mezcla tóxica que devastaría las tierras agrícolas si se libera en grandes cantidades a la superficie. Utilizando el barril como unidad métrica, se producen cuatro barriles de agua por cada uno de petróleo, desecharla es una pesadilla que podría sumar 6 dólares por barril a los costes de las compañías para 2025, según un reciente estudio de Wood Mackenzie.
La pesadilla para la industria
La región extraerá este año suficiente agua como para cubrir la totalidad de Rhode Island con casi 30 centímetros de profundida. Los inversores ya son conscientes de las amenazas que plantea la escasez de oleoductos y mano de obra en la Cuenca Pérmica, efectos colaterales producto del rápido crecimiento de la producción de la región. Pero los inversores "no son tan conscientes de algunos de los otros riesgos y desafíos que podrían tener la misma importancia o más", señala Gabriel Collins, un investigador en energía y medio ambiente de la Universidad Rice.
"Yo pondría el agua en el primer lugar de la lista", sentencia este experto. Es probable que el gasto para tratar ese agua y sacarla de la Cuenca Pérmica llegue casi a duplicarse y supere los 22,000 millones de dólares en apenas cinco años, según la firma consultora del sector IHS Markit.
Las razones son dos. La cantidad de torres de perforación crece y los lugares de 'desecho' para ese agua utilizados durante décadas empiezan a llenarse, aseugra Laura Capper, una consultora de la industria. Eso significa que las compañías exploradoras tienen que trasladar el agua a mayor distancia para deshacerse de ella.
Es un problema "que se va a hacer cada vez mayor", sostiene Ryan Duman, analista de Wood Mackenzie. "Los operadores son víctima de su propio éxito".
Las compañías perforadoras por lo general 'escupen' el agua donde pueden almacenarla (incluso dentro de los propios pozos de petróleo). Con frecuencia, este agua se ha trasladado a áreas como San Andrés, una región de la cuenca que se ha perforado con intensidad durante el auge del shale. Pero ahora, que la industria del shale está alcanzando niveles de actividad históricos, ese sistema está presentando serios problemas.
En San Andrés, los pozos perforados para extraer petróleo a mayor profundidad se están derrumbando como consecuencia de la creciente presión de la inyección de agua, lo que lleva a que se cierren por docenas y a la pérdida de kilómetros de oleoductos, según Andrew Hunter, ingeniero de perforación de Guidon Energy.
Es una situación que "empeora", comenta Hunter en una reciente conferencia sobre agua en Houston. "Pienso que la gente teme hablar de este problema. Tratamos de hablar de ello para que todos sepan que se trata de algo serio".
En algunos casos, las empresas están resolviendo el problema por sí mismas, estableciendo nuevas unidades que se ocupan solo del agua. En otros casos, los perforadores están recurriendo a otros lugares en busca de ayuda, creando una industria emergente que coordina una amplia gama de servicios, desde el transporte por camión o las tuberías hasta el reciclaje del agua para que la industria la pueda volver a usar.
La tendencia que gana fuerza es el reciclaje del agua de forma que se permita su uso una y otra vez, según Amanda Martin Brock, directora de operaciones de Solaris Midstream. Hay una variedad de técnicas que ahora se están explorando para hacer esto, dijo en una conferencia de agua el mes pasado en Houston, pero los esfuerzos son "en los primeros días es complicado encontrar la tecla correcta".
regina
Notas Relacionadas
- El petróleo de Texas baja un 3.13 %, hasta 82.69 dólares el barril
- Wall Street cierra mixto y el Dow Jones sube un 0.17 %
- Wall Street cierra en rojo y el Nasdaq pierde un 1.79 %
- Mal día para los principales indicadores de la bolsa de Nueva York por culpa de la inflación y la geopolítica
- Milei y Musk intensifican su 'bromance' y exhiben su sintonía tras reunirse en Texas
