Internacional - Política

Días de furia en la Casa Blanca por la columna de opinión anónima y la resistencia silenciosa'

2018-09-08

Algunas personas leales a Trump dijeron que esto equivale a una toma inconstitucional del poder por...

Peter Baker y Maggie Haberman, The New York Times

WASHINGTON — El presidente Donald Trump buscaba reafirmar el mando de su gobierno el miércoles luego de la divulgación de una “resistencia silenciosa” de algunos de sus propios asesores, quienes en secreto y deliberadamente han tratado de frustrar desde dentro lo que un funcionario definió como sus “decisiones imprudentes”.

La lucha surrealista entre Trump y por lo menos algunos miembros de su equipo ha caracterizado su mandato desde el inicio, pero esta semana se dio a conocer públicamente de una manera en la que sembró dudas sobre la capacidad del mandatario para gobernar, y las responsabilidades y deberes de las personas que trabajan para él.

El miércoles, The New York Times publicó una columna de opinión sin firma escrita por un funcionario del gobierno que afirma que “héroes anónimos” de su equipo “trabajan con diligencia desde dentro para frenar partes de su programa político y sus peores inclinaciones”. La columna de opinión se publicó un día después del lanzamiento de Fear, el nuevo libro de Bob Woodward, editor asociado de The Washington Post. El volumen divulga los esfuerzos de algunos funcionarios para bloquear de manera subrepticia al presidente cuando creen que puede estar actuando de manera peligrosa.

El libro y la columna esbozan un retrato colectivo que sugiere que Trump no está enteramente a cargo de la Casa Blanca, donde está rodeado de asesores que lo consideran tan volátil y temperamental que desaparecen documentos de su escritorio con la esperanza de evitar que emita órdenes precipitadas. Mientras que para sus adversarios esos esfuerzos son heroicos y patrióticos, sus seguidores se quejan de un golpe de Estado virtual que entra en conflicto con la Constitución y la voluntad del pueblo estadounidense.

Trump montó en cólera después de leer la columna de opinión, mientras John Kelly, su jefe de Gabinete, y otros funcionarios entraban y salían frenéticamente de la oficina de prensa tratando de buscar cómo responder. Los asesores le dijeron a Trump que se trataba de los mismos soplones que hablaban con la prensa todos los días, pero de inmediato se inició la cacería del autor de dicha columna y se concentró en unos seis nombres. Los asistentes de presidencia mencionaron que suponían que lo había escrito alguien que trabajaba en el gobierno, pero no en la Casa Blanca como tal, aunque no podían estar seguros.

Trump lanzó ataques furibundos en eventos públicos y en Twitter. Arremetió contra lo que llamó el “editorial cobarde” del funcionario anónimo y desestimó el trabajo de Woodward al calificarlo como “una absoluta pieza de ficción” que estaba “totalmente desacreditada”. Denunció que eran informaciones de un medio noticioso que ha buscado destruir su presidencia.

“No les gusta Donald Trump y a mí tampoco me gustan ellos porque son gente muy deshonesta”, dijo el presidente durante una reunión con alguaciles. Después, Trump publicó un mensaje en Twitter que simplemente decía: “¿TRAICIÓN?”, seguido de otro con el mensaje: “¡Si ese anónimo COBARDE de verdad existe, The New York Times debe, por razones de seguridad nacional, entregarlo al gobierno de inmediato!”.

El funcionario anónimo, cuya identidad conoce el departamento de la sección editorial del Times, pero no su personal de noticias, describió el liderazgo del presidente como “irreflexivo, conflictivo, mezquino e ineficaz” y citó a los “adultos que se hacen cargo” y se esmeran por evitar el desastre. Quien escribió la columna de opinión relató que en el gabinete se había hablado sobre si se debía invocar la Enmienda 25 para declarar a Trump incapaz de cumplir con sus deberes, pero nadie quiso precipitar una crisis constitucional.

“Queremos que el gobierno tenga éxito y pensamos que muchas de sus políticas ya han convertido a Estados Unidos en un país más seguro y más próspero”, escribió. “No obstante, creemos que nuestro deber primordial es con este país, y el presidente sigue actuando de una manera que es perjudicial para el bienestar de nuestra república”.

“Es por eso que muchos de los funcionarios que fuimos designados por Trump nos hemos comprometido a hacer lo que esté a nuestro alcance para preservar nuestras instituciones democráticas y, al mismo tiempo, contrarrestar sus impulsos más equivocados hasta que deje el cargo”, agregó quien escribió la columna de opinión.

Cuando Trump declaró en Twitter que prohibiría la participación de soldados transgénero en el Ejército, el secretario de Defensa Jim Mattis frenó el asunto e insistió en que primero se analizaría. El senador republicano de Tennessee Bob Corker, crítico de Trump, dijo el año pasado que los asesores del mandatario intentaban evitar que tomara decisiones apresuradas.

“Me consta que todos los días en la Casa Blanca se da la situación de tratar de contenerlo”, mencionó Corker en una entrevista con The New York Times. Cuando Trump atacó a Corker en Twitter, el senador respondió con un tuit mordaz: “Es una vergüenza que la Casa Blanca se haya convertido en un centro de cuidados diurnos para adultos. Es evidente que alguien no se presentó a tiempo a trabajar hoy”.

Apenas el mes pasado se publicó el libro de Omarosa Manigault Newman, una asistente de la Casa Blanca que fue despedida por el jefe de gabinete, John Kelly, quien escribió que un “ejército de personas” estaban “trabajando en silencio” para evitar que el presidente afecte a la nación. “Muchos en este ejército silencioso son de su partido, su gobierno e incluso de su propia familia”, escribió la exasistente.

Algunas personas leales a Trump dijeron que esto equivale a una toma inconstitucional del poder por parte de miembros del personal que no fueron electos por votación popular.

“El problema es que hay personas que asumieron cargos en este gobierno no para servir al país, sino para servirse a sí mismas y, en su mente, proteger al país del presidente, pero esa no es su función”, explicó Corey Lewandowski, exgerente de campaña de Trump que sigue siendo cercano al mandatario. “El pueblo de Estados Unidos votó para que Donald Trump fuera presidente e implementara sus políticas”.

La descripción de la gestión de Trump por parte de quien escribió la columna de opinión se refleja también en el recuento de Woodward, así como en reportajes en los últimos veinte meses de muchas organizaciones de noticias y otros autores. “Las reuniones con él se descarrilan y se salen del tema, él se involucra en diatribas repetitivas y su impulsividad deriva en decisiones a medias, mal informadas y en ocasiones imprudentes, de las que posteriormente se tiene que retractar”, escribió en la columna.

La sección de Opinión del Times se maneja aparte del departamento de Noticias. Los editores de las columnas de opinión escribieron que tomaron la inusual decisión de publicar una columna sin identificar al autor debido a la importancia del tema. “Creemos que publicar este ensayo sin firma es la única manera de ofrecer una perspectiva importante a nuestros lectores”, escribieron.



JMRS