Mujeres

Marruecos prohíbe el matrimonio forzoso y el acoso sexual

2018-09-14

"No nos detendremos aquí. La Ley es un buen recurso, pero tiene varias carencias en las...

AMADOR GUALLAR | El Mundo

La adolescente Khadija Okkarou, de 17 años, que fue secuestrada, violada y agredida durante dos meses. AFP

La lucha por la igualdad de la mujer en Marruecos dio el miércoles un paso de gigante al poner en efecto una largamente esperada Ley que prohíbe "los actos de acoso sexual, agresión, explotación o maltrato de la mujer", según ha indicado a la agencia MAP la ministra de Solidaridad, Mujer, Familia y Desarrollo Social, Bassima Hakkaoui.

Gracias a la nueva legislación, los matrimonios forzosos, una practica muy extendida en el mundo árabe, también quedan prohibidos. "Éste es uno de los textos legislativos más importantes que hemos escrito, y su objetivo es reforzar el arsenal legal nacional en el área de la igualdad de sexos", ha añadido la ministra, que, a su vez, ha tenido un papel fundamental en el desarrollo de la misma.

El camino para su aprobación ha sido largo y tortuoso. La 'Ley Hakkaoui', como se la conoce comúnmente por ser la actual ministra quien la impulsó hace cinco años, fue adoptada por el Parlamento marroquí en febrero y ha tenido que esperar más de siete meses para entrar en efecto.

Sin embargo, diversas organizaciones nacionales e internacionales han indicado que ésta contiene graves lagunas que cuestionarán su efectividad, especialmente, porque no contiene una guía para la policía, fiscales y jueces sobre cómo llevar e instruir los casos de violencia sexual, según ha indicado Human Rights Watch (HRW).

Para Nouzha Skalli, ex ministra marroquí de Solidaridad y Mujer, la Ley está mermada porque "no tiene en cuenta muchas de las definiciones, en el ámbito internacional, sobre violencia contra la mujer", según ha declarado a Middle East Eye. Como ejemplo ha puesto los casos de violación por parte del marido, los cuales no están criminalizados bajo la nueva legislación.

Una crítica, por otro lado, compartida por HRW, que ha indicando que la nueva legislación "no condena explícitamente la violación por parte del marido o una definición de lo que supone violencia doméstica". Por otro lado, han admitido que contiene aspectos positivos como "la definición de violencia hacia la mujer como cualquier acto de discriminación por género que incluya violencia física, psicológica, sexual o económica".

A pesar de que la 'Ley Hakkaoui' "no es perfecta y seguramente tendrá que incorporar enmiendas para hacerla más efectiva", como ha indicado la propia impulsora, ésta sí supone un gran paso hacia delante, tal y como ha explicado a la BBC Samira Raiss, una de las activistas marroquíes que lidera el movimiento para criminalizar la violencia contra las mujeres en el país.

"No nos detendremos aquí. La Ley es un buen recurso, pero tiene varias carencias en las que todavía vamos a tener que trabajar mucho". Asimismo, ha indicado que, hoy por hoy, el problema fundamental es que "carecemos de las herramientas adecuadas para implementar la Ley. Por ejemplo, ¿cómo vamos a recoger pruebas sobre casos de violencia contra la mujer si ni siquiera tenemos refugios paras las víctimas?", se ha preguntado.

Por otra parte, es muy probable que las protestas ciudadanas por el caso de Khadija Okkarou, la joven marroquí de 17 años que fue secuestrada, violada y agredida durante dos meses por 15 hombres, 12 de los cuales están detenidos, hasta que fue liberada en agosto pasado, haya precipitado la implementación de la nueva 'Ley Hakkaoui'. Más aún si se tiene en cuenta que el Rey Mohamed VI recibió una petición con miles de firmas para que asistiera a la joven, cuyo caso será tratado por los tribunales marroquíes el próximo 10 de octubre.

Según una encuesta realizada por el Alto Comisionado de Planificación de Marruecos, el organismo encargado de la producción, análisis y publicación de estadísticas oficiales, "más del 63% de las mujeres marroquíes son víctimas de un acto de violencia sexual al menos una vez en su vida". Una estadística que evidencia el más que precario estado de la protección legal para las mujeres víctimas de la violencia sexual en Marruecos.


 



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