Internacional - Economía

La guerra arancelaria entre Trump y China sube de nivel

2018-09-25

La administración Trump impuso nuevos aranceles del 10% sobre 200,000 millones de...

Jethro Mullen y Katie Lobosco

La lucha comercial entre Estados Unidos y China se intensificó este lunes cuando las dos superpotencias económicas se golpearon una a la otra con la mayor ronda de aranceles hasta el momento.

La administración Trump impuso nuevos aranceles del 10% sobre 200,000 millones de dólares en productos chinos justo después de la medianoche Tiempo del Este (mediodía en Beijing), abarcando miles de productos, incluyendo condimentos para alimentos, guantes de béisbol, enrutadores de red y partes de maquinaria industrial. China respondió de inmediato con nuevos impuestos del 5% al 10% sobre 60,000 millones de dólares en bienes estadounidenses, como carne, productos químicos, ropa y autopartes.

Estas decisiones son una escalada significativa en el creciente conflicto entre las dos principales economías del mundo.

"Estamos en medio de la fase 'empeorará antes de mejorar'", dijo en una nota Aninda Mitra, analista soberano senior de BNY Mellon Investment Management, luego de que se anunciaran los últimos aranceles la semana pasada.

Las oleadas de nuevos aranceles del presidente Donald Trump sobre China ahora se aplican a más de 250,000 millones de dólares de bienes chinos, aproximadamente la mitad de la cantidad que vende el país a Estados Unidos. La última ronda afecta a miles de productos comprados por consumidores estadounidenses, incluidos cientos de millones de dólares en importaciones de muebles y productos electrónicos. Los aranceles estadounidenses impuestos a principios de año afectan principalmente a los bienes industriales.

Las medidas están destinadas a castigar a China por lo que la administración Trump dice que son prácticas comerciales desleales, como el robo de propiedad intelectual.

Beijing ha rechazado las afirmaciones de Estados Unidos, acusando al país de proteccionismo e intimidación. La nación ha respondido con aranceles a los productos estadounidenses por valor de más de 110,000 millones de dólares.

La administración Trump ha realizado "acusaciones falsas" y trató de "imponer sus propios intereses a China a través de presiones extremas", dijo el gobierno chino en un extenso documento publicado el lunes sobre la relación comercial de los dos países, según la agencia estatal de noticias Xinhua.

La siguiente escalada ya se avecina.

La última ronda de aranceles estadounidenses aumentará a fin de año del 10% al 25%. China aún no ha explicado cómo responderá a eso.

Trump también ha amenazado con aranceles sobre otros 267,000 millones de dólares en productos chinos. Eso significaría que las medidas estadounidenses representarían efectivamente todas las exportaciones anuales de bienes de China a Estados Unidos (el total para 2017 fue de aproximadamente 506,000 millones de dólares).

China, que importa una cantidad mucho menor de Estados Unidos, se está quedando sin productos nuevos que gravar, pero los analistas dicen que todavía tiene otras opciones para tomar represalias. Entre sus opciones se incluyen cobrar aranceles aún más altos, imponer cuotas de importación, restringir los viajes de los ciudadanos chinos a Estados Unidos para estudiar y hacer turismo, y recortar los impuestos para las compañías afectadas por los aranceles.

 

Punto muerto

Los funcionarios de la administración Trump han dicho que el objetivo final es lograr el libre comercio con aranceles cero y cero subsidios en ambos lados. Pero los analistas dicen que Beijing se está volviendo más receloso sobre las intenciones de Estados Unidos.

"China está cada vez más preocupada porque la motivación de Estados Unidos ahora es tratar de mantener a China abajo y contenerla", dijo Timothy Stratford, socio gerente de la firma de abogados Covington & Burling en Beijing, la semana pasada. "Espero que tengamos un punto muerto por algún tiempo".

La decisión de Trump de avanzar rápidamente con los últimos aranceles parece haber frenado los planes para una nueva ronda de negociaciones entre las dos partes. El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, invitó a los negociadores chinos a Washington a reanudar las conversaciones, pero un alto funcionario de la Casa Blanca dijo el viernes que no se prevén nuevas reuniones por el momento.

Muchos líderes empresariales estadounidenses están de acuerdo en que se deben abordar las prácticas comerciales de China, pero objetan el uso de aranceles, que son pagados por las empresas que importan los productos. Los CEO ahora tienen que decidir si absorber el costo o pasarlo a los consumidores. Algunos pueden encontrar un nuevo proveedor fuera de China, pero eso lleva tiempo.

Miles de compañías le han pedido al gobierno que excluya ciertos productos de la lista de aranceles, afirmando que no pueden encontrar otro proveedor fuera de China para los artículos que necesitan. Ninguna de sus solicitudes ha sido aceptada hasta ahora.

Empresas y consumidores pagando el precio. Las grandes corporaciones ya están advirtiendo sobre el daño. El fabricante estadounidense de chips Micron dijo el jueves que es probable que la nueva ola de aranceles estadounidenses perjudique sus ganancias el próximo año. Los aranceles de China podrían perjudicar a las compañías de energía de Estados Unidos que planean exportar una abundancia de gas natural licuado.

Los consumidores estadounidenses probablemente verán subir los precios a fines de este otoño para una variedad de productos para el hogar, desde champú hasta comida para perros y electrodomésticos, dijo Doreen Edelman, copresidenta del equipo global de negocios de la firma de abogados Baker Donelson.

Walmart ha dicho que los nuevos aranceles podrían obligarlos a aumentar los precios en una amplia variedad de artículos en EU, y Target dijo que las familias trabajadoras pagarán más por artículos esenciales escolares como cuadernos, calculadoras y carpetas. Procter & Gamble también advirtió que los aranceles podrían aumentar el costo de muchos de los artículos básicos de su hogar.

Las empresas chinas también están sintiendo los efectos.

Feng Renhao dijo que su empresa comercial en la ciudad nororiental de Dalian ha sufrido "un gran impacto".

Él había comprado mariscos de empresas estadounidenses durante más de 20 años. Pero luego de que China aplicara un arancel de 25% sobre los mariscos provenientes de Estados Unidos en julio, Feng dijo que tuvo que abandonar a sus proveedores estadounidenses y recurrir a Canadá y países europeos.
"Esperamos que la guerra comercial pueda terminar pronto", dijo.



Jamileth
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