Internacional - Seguridad y Justicia

¿Qué puede pasar si EE. UU. abandona el tratado nuclear con Rusia?

2018-10-23

Trump dijo hace poco que Estados Unidos se saldrá

Por ANDREW E. KRAMER, The New York Times

MOSCÚ — El asesor de seguridad nacional estadounidense John Bolton viajó esta semana a Rusia para explicar la reciente decisión del gobierno de Donald Trump de salirse de un acuerdo sobre armas nucleares de 1987.

Trump y sus asesores de línea dura, particularmente Bolton, han criticado desde hace tiempo el Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF), porque dicen que Rusia lo ha violado y que China no es signatario.

Trump dijo hace poco que Estados Unidos se saldrá “a menos de que Rusia se acerque y China se acerque y nos digan: ‘Pongámonos listos y que nadie desarrolle estas armas'”.

En respuesta, desde el Kremlin se ha sugerido que podría empezar de nuevo una carrera armamentista porque Rusia se vería forzada a desarrollar nuevos armamentos “para restaurar el balance”.

¿Es realmente tan importante este tratado como para que ponerle fin desate un nuevo auge de proliferación de armas a nivel mundial?

¿Qué es el tratado INF?

El tratado resolvió una crisis en los años ochenta cuando la Unión Soviética desplegó un misil SS-20 en Europa, capaz de almacenar tres ojivas nucleares. Estados Unidos respondió con el movimiento de misiles de crucero y Pershing II.

Ronald Reagan y Mijaíl Gorbachov, los líderes estadounidense y soviético en ese momento, pactaron prohibir armas de alcance intermedio como esas porque se temía que pudieran desatar una guerra nuclear con mucha facilidad debido al rango de tiempo de vuelo, en algunos casos de tan solo diez minutos.

Es decir, el comando soviético podría ser eliminado del mapa antes de siquiera ordenar un ataque en represalia. Eso llevó a Moscú a desarrollar un disparador automático basado en niveles de radiación y sísmicos, sin que hubiera una orden explícita. (En 2014, como parte del papel ruso en el conflicto de separatismo ucraniano, un periódico sugirió que ese sistema de temprana inteligencia artificial para ordenar una guerra nuclear seguía en operación).

El tratado entonces prohibió el uso de misiles balísticos —de trayectoria de ascenso y descenso determinada solamente por inercia— o de crucero —con propulsión para un vuelo sostenido—, nucleares o no, con alcances de entre 500 y 5,500 kilómetros. Sin embargo, no incluye misiles de crucero lanzados desde el aire o el mar como el tomahawk estadounidense o el kalibr ruso, que usualmente alcanzan distancias similares.

¿Rusia ha violado el acuerdo?

Parece que sí. El gobierno de Barack Obama acusó a Moscú de haber violado el tratado en 2014 cuando aumentaron las tensiones por la situación en Ucrania. Los funcionarios estadounidenses denuncian que Rusia ha desplegado misiles de tierra prohibidos llamados SSC-8, que podrían alcanzar otras naciones europeas.

Eso, a decir de los funcionarios, viola el tratado INF porque implica el movimiento de armas nucleares tácticas diseñadas para intimidar a Europa y los anteriormente Estados soviéticos alineados con Occidente.

Pero el gobierno de Trump parece estar más preocupado por Asia, pues el pacto de los años ochenta previene que Estados Unidos ponga misiles de alcance corto y mediano en tierra en un rango que les permite intimidar a China en momentos en que esta ha aumentado su esfera de influencia.

Pekín, aunque no es parte del tratado, criticó la decisión de retirarse después del anuncio hecho el 19 de octubre.

“Si yo fuera chino”, respondió Bolton sobre la exhortación para mantener vigente el acuerdo, “diría lo mismo”.

¿Cuál fue la reacción en Moscú?

En pocas palabras, con advertencias de una guerra armamentista y un posible apocalipsis.

Cuando le preguntaron al presidente Vladimir Putin sobre la posibilidad de que Estados Unidos se retirara a principios de octubre, dijo que los rusos están preparados para lanzar ataques en represalia.

“Los agresores deben saber: la venganza es inevitable y serán destruidos”, dijo el presidente ruso Vladimir Putin hace poco sobre el peligro de que haya una guerra nuclear. “De ser víctimas de alguna agresión, iremos directo al cielo como mártires mientras ellos aún se ahogan”.

Otros funcionarios han sido más mesurados.

“Cualquier acción en este campo desatará una reacción”, dijo el canciller ruso Serguéi Lavrov antes de la reunión con Bolton de este martes 23 de octubre.

El portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, también negó que Rusia hubiera violado el tratado, sino que los estadounidenses son quienes socavaron el acuerdo porque, a decir de Moscú, los sistemas estadounidenses para derribar misiles en Europa tienen capacidad para disparar armas ofensivas.

¿Qué opina el resto de Europa?

Aunque los nuevos misiles de alcance medio de Rusia amenazarían a Europa, los líderes europeos son los que más han protestado contra la salida estadounidense del tratado.

El canciller alemán, Heiko Maas, dijo en un comunicado que el acuerdo “es un pilar importante de la arquitectura de seguridad europea” y la portavoz para política exterior y de seguridad de la Unión Europea, Maja Kocijancic, indicó que “Estados Unidos y la Federación de Rusia necesitan mantener un diálogo constructivo para que siga el tratado INF” porque “el mundo no necesita una nueva carrera armamentista”.

Sin embargo, Rusia ya se alista para probar un misil hipersónico que no forma parte de ningún tratado de no proliferación actual; China prevé tener listos para despliegues misiles de alcance intermedio, y Estados Unidos ha respondido a ello con modificaciones a sus cruceros de misil para que puedan alcanzar territorio asiático. Para varios expertos, el mundo ya está de nuevo en carreras armamentistas como las que marcaron la Guerra Fría.
 



regina