Vox Dei

¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer?

2018-10-26

Jesús se queja de que sus contemporáneos saben interpretar muy bien el tiempo...

Lecturas de hoy Viernes de la 29ª semana del Tiempo Ordinario

Primera lectura

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (4,1-6):

Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo.Palabra de Dios    

Salmo

Sal 23,1-2.3-4ab.5-6

R/. Éste es el grupo que viene a tu presencia, Señor

Del Señor es la tierra y cuanto la llena,
el orbe y todos sus habitantes:
él la fundó sobre los mares,
él la afianzó sobre los ríos. R/.

¿Quién puede subir al monte del Señor?
¿Quién puede estar en el recinto sacro?
El hombre de manos inocentes y puro corazón,
que no confía en los ídolos. R/.

Ése recibirá la bendición del Señor,
le hará justicia el Dios de salvación.
Éste es el grupo que busca al Señor,
que viene a tu presencia, Dios de Jacob. R/.    

Evangelio,  Lucas 12,54-59

En aquel tiempo, decía Jesús a la gente: «Cuando veis subir una nube por el poniente, decís en seguida: "Chaparrón tenemos", y así sucede. Cuando sopla el sur, decís: "Va a hacer bochorno", y lo hace. Hipócritas: si sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que se debe hacer? Cuando te diriges al tribunal con el que te pone pleito, haz lo posible por llegar a un acuerdo con él, mientras vais de camino; no sea que te arrastre ante el juez, y el juez te entregue al guardia, y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues el último céntimo.»

Reflexión

Carlos Sánchez Miranda, cmf

¿Cómo leemos este duro y convulsionado momento social que nos toca vivir?

Jesús se queja de que sus contemporáneos saben interpretar muy bien el tiempo atmosférico, pero no son capaces de descubrir los signos del Reino en medio del tiempo histórico que viven: tienen al Mesías que les comunica la buena nueva y realiza signos, pero están cerrados y siguen esperándolo como si no estuviese ya entre ellos.

No son capaces de acoger el tiempo de gracia y de reconciliación que les ofrece mientras van de camino. Nos puede pasar lo mismo a nosotros; es verdad que, por vivir en la ciudad, puede que ya no seamos tan expertos en escudriñar las señales atmosféricas, pero sí sabemos informarnos de ellas muy bien a través de los medios modernos. Somos expertos en muchas otras cosas, como en las tablas de resultados deportivos, en las novedades literarias y musicales y, sobre todo, en el avance de las nuevas tecnologías, pero quizá sólo estamos acumulando información o esclavizándonos de las técnicas. A lo mejor tampoco nosotros estamos leyendo con profundidad de fe el sentido del momento histórico que vivimos.

La creciente falta de trabajo, la pérdida de viviendas, la disminución del poder adquisitivo, los reajustes sociales… ¿Son signos de qué? ¿Cómo leemos este duro y convulsionado momento social que nos toca vivir? ¿Bastará con decir que se trata de una crisis mundial que ya pasará, como han pasado otras? ¿No será una llamada a pensar a fondo en las causas que nos han traído hasta este punto: un estilo de vida social inconsciente y despilfarrador, que no era sostenible, y un modelo de sistema económico que cada vez deja a más personas al margen? Para un cristiano no basta con pensar que este fuerte chaparrón ya pasará y que mientras tanto sólo debe protegerse de la mejor manera posible, necesita leer este “kayros” histórico en clave de fe: escuchar al Señor que nos vuelve a recordar las bienaventuranzas y nos enseña a vivir de otro modo: una vida pobre que renuncia a los excesos y sabe de austeridad, esfuerzo, solidaridad, respeto, transparencia y creatividad. Llama la atención el papel que Cáritas está teniendo en este momento social; los cristianos no podemos quedarnos quietos ante el sufrimiento de tantos hermanos, es un signo que nos invita a descubrir las llamadas actuales de Jesús. En realidad, la historia social y nuestras propias historias están cargadas de muchos signos claros de la presencia del Reino, que nos invitan a despertar y a comprometernos.



JMRS
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