Internacional - Seguridad y Justicia

Desarme condicional: Corea se despide de la antigua zona desmilitarizada

2018-10-29

Es conocido en los medios por el sobrenombre de "lugar más tenebroso de la Tierra"...

Por Denis Lukyanov, Sputnik

La zona desmilitarizada en la frontera de las dos Coreas es un lugar que contradice su propio nombre y concentra masivamente armas y militares. No obstante, este mes de octubre todo ha empezado a cambiar por primera vez en los 65 años que han pasado desde el fin de la guerra en la península.

El proceso de paz entre los dos Estados coreanos, para sorpresa de muchos, ha resultado ser bastante útil. Uno de los logros principales es la desmilitarización del Área de Seguridad Compartida (JSA), la antigua aldea de Panmunjom, entre las dos Coreas.

Es conocido en los medios por el sobrenombre de "lugar más tenebroso de la Tierra" por la descripción que le había dado el expresidente de EU Bill Clinton.

El límite entre el norte y el sur ha sido el foco durante décadas de tensiones o incluso confrontaciones directas que pusieron en jaque en algunos casos una Segunda Guerra de Corea. El área aglutinaba la mayor cantidad de tropas de toda la península.

Tanto Pyongyang como Seúl concentraron su poderío militar en la zona por temor a una invasión. Construyeron numerosos puestos militares y minaron el área. Pyongyang, a su vez, hasta excavó túneles que entran al territorio surcoreano para poder realizar una invasión clandestina en caso de conflicto abierto.

A principios de este mes de octubre, las partes del conflicto empezaron a realizar obras de desminado y retirada de armas del Área de Seguridad Compartida, el único sector de la zona desmilitarizada coreana donde las fuerzas militares de Corea del Norte y Estados Unidos están cara a cara.

El pasado 28 de octubre, el Comando de Naciones Unidas realizó la verificación del desarme en el área junto a los representantes de los dos países de la península. El grupo destacó que es la primera vez en la historia del conflicto que el desarme ha tenido éxito.

¿Trampa ingeniosa?

Las acciones encaminadas a la desmilitarización de la frontera intercoreana benefician al proceso de paz, pues esta área se encuentra en una de las  principales líneas de defensa de los dos países.

Pese a esto, sería incorrecto decir que tal paso socava la capacidad de defensa de uno de los dos, asegura Georgui Toloraya, director del Centro de Estrategia de Rusia en Asia del Instituto de Economía de la Academia de Ciencias de Rusia.
"En caso de guerra es poco probable que EU y Corea del Sur traten de realizar operaciones en el territorio de Corea del Norte. Sobre todo realizarían ataques aéreos, habría una guerra aérea. Es improbable que los recientes pasos minen la capacidad defensiva de Pyongyang", dijo Toloraya.

Los que de verdad tienen que estar preocupados, a juicio del experto, son los surcoreanos, porque temen una posible invasión por parte del Ejército norcoreano. Justo por esta razón, los habitantes de Corea del Sur pueden sentirse ahora más a la intemperie.

El Comando de la ONU que verificó el proceso de desminado es una organización creada por Washington. En esencia, son las tropas de EU las que están desplegadas allí bajo la bandera de Naciones Unidas desde la época de la Guerra de Corea.

El proceso de retirada completa de las tropas de la frontera intercoreana debe ser paulatino, pero no unilateral. Según Toloraya, Occidente y Corea del Sur perciben en la actualidad como crucial el objetivo de afrontar el problema de las armas nucleares.

 

Frontera final

Una vez que las armas nucleares estén retiradas, las convencionales serán el único y último medio disuasorio en el arsenal de Pyongyang.

Pyongyang dispone de un arsenal enorme de artillería pesada en la zona cercana a la frontera, así como, según varios informes, de numerosas instalaciones subterráneas. Además, queda abierta la cuestión de la existencia de túneles: Corea del Sur logró encontrar solo cuatro, si bien algunos analistas especulan con que hay más.

"Corea del Norte no revela la información sobre sus instalaciones cerca de la frontera, porque esto facilitaría el trabajo de encontrar y bombardear estas en caso de conflicto armado. Lo mismo pasa con los túneles: primero habrá que presentar pruebas de su existencia", declaró Toloraya.

La retirada completa de las tropas en toda la zona desmilitarizada también es posible en el futuro, pero primero las dos partes tienen que reducir las tensiones entre sí para que sientan menos la amenaza mutua.

"El proceso de negociaciones es largo y supone un intercambio. Es un proceso de concesiones, de tiras y aflojas. Se trata de la reducción de las capacidades de agresión, no de la defensa", añadió.
A todos les gustaría, evidentemente, que los países recuperen la cooperación entre sí, así como reestablezcan la red ferroviaria intercoreana y promuevan el comercio. Estas son las metas del proceso que está tomando cuerpo hoy en día, apuntó el entrevistado.

"La apertura de fronteras, a su vez, llevaría consigo muchos cambios en Corea del Norte. El país se desarrollará económicamente y obviamente esto supondría la necesidad de implementar cambios en su sistema político interno. Pero este proceso sí puede realizase tranquilamente y de manera controlada", vaticinó.

A finales de septiembre, los líderes de las dos Coreas, Kim Jong-un y Moon Jae-in, celebraron en Pyongyang su tercera cumbre del año, que concluyó con la firma de una declaración conjunta.

De acuerdo al documento, Seúl y Pyongyang acordaron cesar los ejercicios de artillería a gran escala y los vuelos cerca de la zona desmilitarizada, sacar a los militares de la misma y desarmar al personal del puesto de control fronterizo de Panmunjom.

La 'mano de hierro' de Kim Jong-un ha estrechado de manera caballerosa la 'mano de seda' de Moon Jae-in para lograr el acuerdo y sacar así de la oscuridad al "lugar más tenebroso de la Tierra".



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