Insectos como aperitivo

(ANSA) - LONDRES.- "Grillos crujientes", a la parrilla y ahumados, en sobres para un aperitivo rápido y apetitoso, es lo que promueve la cadena de supermercados británica Sainsbury's como gran novedad.
 
  Será la primera en comercializar regularmente insectos comestibles en sus estantes, considerados productos de culto en algunos países, pero una extraña curiosidad en Europa. Los grillos crujientes asados o crujientes a la Barbacoa se comercializarán a un precio de entre 1 y 50 libras, pero serán solo uno de los productos líderes del mercado que, según los estrategas de Sainsbury, promete romper las barreras psicológicas y extenderse.
 
  Rachel Eyre, estratega de mercadotecnia de Sainsbury's, está lista para apostar por la extraña alimentación.
 
  "Los bocadillos de insectos ya no deben ser vistos como una peculiaridad o una prueba de valor, y está claro que los consumidores están cada vez más dispuestos a explorar esta nueva fuente sostenible de proteínas", disparó.
   
 Eat Grub, la marca londinense que produce "grillos crujientes", criados en Europa, tiene la intención de utilizar insectos, y especialmente grillos, para vestir ensaladas, tacos u otras comidas. Los grillos, recuerda el periódico The Independent, contienen más proteínas que la carne res, cerdo o pollo: hasta 68 gramos por 100 contra los 38 de carne de vaca.
 
   Los insectos, según Eat Grub, son una fuente de proteínas mucho más sostenible que el ganado, producen mucho menos gases de efecto invernadero y "debemos tenerlos en cuenta, dedicarnos a la crianza de insectos para llevarlos a la mesa, con una producción directamente proporcional al crecimiento de la población mundial y al agotamiento de los recursos tradicionales".
   
 Una investigación de Eat Grub y Sainsbury's, describe el artículo del periódico británico, revela que uno de cada diez británicos intentó al menos una vez comer insectos.
 
  Y, además, al menos a uno de cada dos le gustó y estaría dispuesto a ingerirlos de nuevo. Dos de cada cinco de los que nunca lo han intentado, están listos para hacerlo.
 
  Con más de 300 especies incluidas de manera más o menos habitual en sus platos, México se ha convertido en el país que más consolida esta costumbre alimenticia de los insectos a nivel mundial. No es extraño ver en diversas ciudades turísticas como San Cristóbal de las Casas, Oaxaca o Tabasco, las más variadas formas de chapulines, escarabajos o nucú, una hormiga gigante, propia de la época de lluvias. Por su parte, China también ofrece un importante catálogo de propuestas en el ámbito de la "entomofagía".

 Aunque, para el paladar europeo, posiblemente platos como la cucaracha frita pueden llamar poderosamente la atención de un país que garantiza una producción anual de 6,000 millones de ejemplares en "granjas especiales". En Filipinas caben opciones como la hormiga roja frita, consumida en celebraciones de diversa importancia, a lo que se añade el escarabajo pelotero como aperitivo de primer orden; mientras que Tailandia es otro de los países en los que el consumo de insectos es más que habitual.

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