Vuelta al Mundo

Cuando Margaret Thatcher dejó de luchar

2018-11-21

Cierto: la popularidad de Thatcher se había hundido con la revuelta de la "poll...

CARLOS FRESNEDA | El Mundo

"Voy a luchar, y voy a luchar hasta ganar"... El espíritu combativo de Margaret Thatcher se vino abajo el 22 de noviembre de 1990. A primerísima hora de la mañana, después de la enésima noche de desvelos, la Dama de Hierro decidió bajar finalmente la guardia y seguir el consejo de la figura más silenciosa e influyente en su vida, su marido Denis: "Don't go on, love" ("No sigas, amor").

La historia nunca se repite exactamente, y esta vez ha sido el propio Philip quien ha animado a su esposa Theresa May a seguir en la brecha, tras aquellas cinco horas a vida o muerte con el gabinete de emergencia del Brexit. La propia May ha confesado cómo su marido le sirvió un reconfortante whisky esa noche, y cómo volvió a tratarla a cuerpo de reina la mañana siguiente, sirviéndole en bandeja el típico desayuno inglés.

Otro día más en Downing Street, mientras el cuerpo aguante.

"Al menos la apuñalaron de frente, y no por la espalda"... Fueron las palabras, pronunciadas hace 28 años, con las que el 'thatcherista' Edward Leigh enjugó sus lágrimas nada más recibir de primera mano la primicia de la dimisión de la primera ministra. El eterno psicodrama del Partido Conservador por cuenta de Europa acabó en tragedia shakespeariana.

Cierto: la popularidad de Thatcher se había hundido con la revuelta de la "poll tax", el polémico impuesto de capitación que provocó una oleada de disturbios en las ciudades británicas. Al cabo de once años en el poder, apagada ya la llama patriótica de la guerra las Malvinas, de sus drásticas reformas económicas y de su romance político con Ronald Reagan, la 'premier' soñaba con un cuarto mandato y no llegó a calibrar que su propia fragilidad pasaba por Brujas y Bruselas.

La primera puñalada se la propició su viceprimer ministro y ex titular del Foreign Office Geoffrey Howe. En una curiosa inversión de papeles frente el duelo librado por Theresa May con Boris Johnson, Howe era un europeísta convencido, en guerra permanente contra una Thatcher cada vez más euroescéptica y reacia a una integración que fuera más allá del mercado único.

Geoffrey Howe dimitió el 1 de noviembre de 1990, pero la herida mortal la provocó en su discurso de despedida en el Parlamento, cuando criticó a Thatcher por su recelo hacia Europa, por sus continuas menciones a la "rendición de la soberanía" y por "poner en peligro el futuro de nuestra nación".

Thatcher condenó "el acto de vileza y traición" de su viejo amigo, pero otro europeísta nato, Michael Heseltine, recogió la daga e impulsó su candidatura alternativa al liderazgo del Partido Conservador. "Thatcher era instintivamente euroescéptica", declaró recientemente a El Mundo el propio Lord Heseltine, que considera ahora el Brexit "como el mayor error histórico desde la Segunda Guerra Mundial".

"No suelo mirar al pasado, mejor dejar las cosas como están", dijo sobre su papel decisivo en la caída de la Dama de Hierro. Thatcher ganó a Heseltine en la primera votación (204 a 152 diputados), pero se quedó a cuatro votos de la mayoría necesaria para evitar una segunda votación.

La guerra civil de los 'tories' fue a más en los días siguientes, y Thatcher fue poco a poco perdiendo el control de su propio Gobierno. En vez de buscar un "respaldo colectivo", como hizo recientemente May, Thatcher despachó con su gabinete uno a uno y fue víctima del fuego cruzado de lealtades y traiciones. Como escribió en sus propia memorias, sus colegas cercanos decidieron darle la espalda "al olor de la metralla". Frustrada por la falta de apoyo ante una segunda votación entre los parlamentarios 'tories', decidió comunicar su dimisión a las 7,30 de la mañana a su personal de Downing Street, antes de celebrar su último gabinete de ministros y de partir con los ojos llorosos y la cabeza baja hacia el Palacio de Buckingham, para poner al tanto a la Reina Isabel II.

A las doce de la mañana del 22 de noviembre, el secretario del Tesoro y europeísta nato John Major anunciaba su propia candidatura a líder conservador, al igual que el secretario de Exteriores Douglas Hurd. Con el tiempo, John Major tendría que enfrentarse también a su propia guerra por cuenta de Europa ante los rebeldes de Maastricht. Pero esa es ya otra historia...



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