Inédito sismo sacude el comienzo de la cumbre

(ANSA) - BUENOS AIRES.- Un insólito temblor sacudió la ciudad de Buenos Aires, situada en una zona que se considera sin riesgo sísmico, minutos antes de que los jefes de Estado y de Gobierno de los 20 países más industrializados del mundo empezaran a desfilar para los saludos protocolares en su llegada a la sede del G20.

    La sorpresa del terremoto sacudió a una ciudad vacía y sitiada por las fuerzas de seguridad, con numerosas calles cortadas y hasta un feriado oficialmente decretado en ocasión de la cumbre del G20.

    En la oficina de ANSA en Buenos Aires, ubicado en un sexto piso del área más céntrica de la capital, a pocos cientos de metros del simbólico Obelisco, el temblor se sintió durante algunos segundos.
 
  El Instituto nacional de Prevención Sísmica confirmó que el sismo se registró a 35 kilómetros de profundidad, 32 kilómetros al sur de Buenos Aires y 50 kilómetros al oeste de la ciudad de La Plata.
 
  "Un metro que pasaba por el piso de abajo" fue la sensación que describieron quienes lo percibieron, en pleno estado de alerta por si el temblor tenía alguna relación con el desarrollo del G20 en la ciudad.
 
   "Un avión que rompió la barrera del sonido", "una explosión", y hasta "Donald Trump que puso en marcha su limusina" fueron las primeras versiones que circularon, en serio o con humor, apenas sentido el movimiento del suelo.
 
  Pero no: Alejandro Giuliano, de la dirección de prevención sísmica, confirmó la noticia del terremoto y dijo que el movimiento fue registrado por los sismógrafos.
   
 Los porteños se desayunaron así con la noticia de que si bien la zona del Río de la Plata no se considera sísmica, sí pueden producirse "eventos muy espaciados en el tiempo, de baja intensidad", como explicó Irene Pérez, geóloga del Instituto Nacional de Prevención Sísmica.
   
 Mientras por unos minutos la cumbre pasaba a un segundo plano en las pantallas televisivas que transmitían en directo la llegada de los mandatarios al G20, Pérez recordó que "los sismos se originan en la parte más externa del planeta, por el choque de placas tectónicas cuya tensión se va liberando en forma episódica a través de sismo".
 
   "Este es un sismo interplaca -agregó- que se puede producir muy espaciadamente en el casco urbano de Buenos Aires. No es habitual pero hay algunos eventos con registro de los sismógrafos o históricos, como el de 1888".
   
 El 5 de junio de 1888, efectivamente, hubo un sismo de 5,5 grados Richter con epicentro 15 kilómetros al sudoeste de Colonia del Sacramento y 41 kilómetros al este de Buenos Aires.
    
Afectó toda la zona del Río de la Plata, especialmente a Montevideo y Buenos Aires. Al día siguiente la prensa describió que "el maderamen de las casas crujía fuertemente, las lámparas se bamboleaban, los muebles se movían y los cuadros caían de las paredes. Se rompieron objetos de cristalería y se pudo ver porcelana saltando de los aparadores".
 
  Normalmente la zona sísmica argentina se concentra en la zona centro-oeste cercana a la Cordillera: de hecho hoy hubo seis sismos en todo el país, cuatro de ellos en la provincia de San Juan (oeste).
   
 Allí también se produjo uno de los terremotos más letales de la historia argentina, aquel que en 1944 destruyó el 80 por ciento de la ciudad de San Juan y dejó entre 9,000 y 15,000 muertos Mucho más leve e inofensivo fue un el último sismo registrado en las cercanías de Buenos Aires: alcanzó 4 grados de magnitud y se produjo en la zona rural de Guaminí, 500 kilómetros al sudoeste de la capital, sin causar daños.
   
 "Sigan con su vida normal y habitual, no hay ninguna explosión en el G20 y no tiene que ver con ningún avión. En el oeste y noroeste del país esto es rutinario", advirtieron de inmediato las autoridades.
    
Pero los porteños no podían dejar de recordar una profética canción del grupo de rock Soda Stereo en 1985, "Cuando pase el temblor", mientras en las redes sociales estallaban los "memes" que inevitablemente conectan el insólito evento sísmico con la presencia de los líderes mundiales -muchos de ellos en pleno conflicto político o comercial- en la sitiada Reina del Plata.

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