Internacional - Política

La Policía recomienda inculpar a Netanyahu y su esposa por otro caso de corrupción

2018-12-03

Es el tercer expediente investigado por los agentes de la unidad de anticorrupción...

Por SAL EMERGUI, El Mundo

Dos semanas después de evitar el adelanto electoral al superar un rocoso obstáculo político que amenazaba con derribar su coalición de Gobierno, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha recibido otro golpe. Esperado pero al fin y al cabo golpe si se traduce en juicio tal y como recomienda la Policía que este domingo asegura tener pruebas de que el veterano líder del Likud y su esposa Sara cometieron varios delitos en un caso donde se mezclan beneficios económicos y mediáticos.

Es el tercer expediente investigado por los agentes de la unidad de anticorrupción israelí que finaliza con una rotunda recomendación para procesar a Netanyahu.

Se trata del "Caso 4000"- también llamado Bezek-Walla- en el que según los investigadores israelíes, hace varios años el primer ministro promovió medidas regulatorias para beneficiar económicamente al dueño del importante grupo de telecomunicaciones Bezek y amigo personal, Shaul Elovitch. A cambio, la influyente web de noticias Walla, en manos de Bezek, ofrecería una cobertura informativa muy favorable a Netanyahu y su esposa.

En calidad también de ministro de Comunicaciones-cartera que exigió tras ganar los comicios del 2015- Netanyahu actuó, según la Policía, para favorecer los intereses de Elovitch a través de su director del ministerio, Shlomo Filber. A principios del 2018, Filber aceptó la propuesta de la Policía y se convirtió en testigo contra su ex jefe. Por si no fuera suficiente, su hombre de confianza y fiel portavoz, Nir Jefetz también aceptó "cantar" sobre las gestiones en torno a éste y otros casos en la siempre sensible y explosiva relación de Netanyahu con los medios de comunicación en Israel.

Los investigadores, que iniciaron su trabajo en el pasado mes de febrero y concluyeron hace unos dÍas tras entrevistar a más de 60 personas y recopilar grabaciones y documentos, también recomiendan procesar a la esposa de Netanyahu y al matrimonio Shaul e Iris Elovitch.

"Las recomendaciones de la Policía con respecto a mi mujer y a mí no sorprenden a nadie ni el momento preciso para su publicación", ha reaccionado Netanyahu negando las acusaciones y en clara alusión al último día de trabajo del inspector jefe Roni Alsheij. Pese a ser nombrado por él mismo, Alsheij es visto por el Likud y en especial en la residencia oficial en la calle Balfour de Jerusalén como uno de los artífices de las investigaciones en su contra "para derrocar el gobierno de la derecha".

"Estoy seguro de que también en esta ocasión las personas competentes, tras investigar el asunto, llegarán a la misma conclusión: no van a encontrar nada porque no hay nada", añadió Netanyahu en un ya famoso alegato de defensa que incluso ha adoptado recientemente el presidente estadounidense Donald Trump en sus investigaciones de la trama rusa.

Tras interrogar a 13 sospechosos, la Policía israelí afirma tener "suficientes pruebas" para la imputación del matrimonio Netanyahu durante el periodo investigado (2012-2017). Pruebas de soborno, fraude y uso de confianza por parte del primer ministro y de soborno, fraude y obstrucción de la justicia por parte de su esposa.

Según la investigación, la actuación de Netanyahu en claro conflicto de intereses, acabó dando a Elovitch beneficios de alrededor de mil millones de shékels (más de 200 millones de euros). Según el texto publicado por la policía, Netanyahu y sus allegados "intervinieron de forma descarada, continuada y a veces diaria" en los contenidos publicados en la web de Walla así como en el nombramiento de responsables de la web.

Al igual que Netanyahu, Elovitch lo niega.

En manos del fiscal general

El asesor legal y fiscal general Avijai Mandelblit debe decidir ahora si apoya las conclusiones de la investigación. Es decir, si toma la dramática decisión de enviar a Netanyahu al banquillo de los acusados con todas las consecuencias personales, políticas y nacionales que ello conllevaría. En estos momentos, Mandelblit acumula en su mesa las recomendaciones policiales para procesar al dirigente israelí en tres casos de supuesta corrupción. El nuevo expediente se suma a los casos 1000 y 2000 que tras ser investigados acabaron con la misma conclusión policial: Netanyahu debe rendir cuentas por supuestos delitos.

En el Caso 1000, el matrimonio Netanyahu habría recibido regalos valorados en más de 200,000 euros desde el 2007 hasta el 2016 de dos amigos millonarios de la familia: el empresario australiano James Packer y el productor de Hollywood, Arnon Milchan.

¿Caso 2000? Según las conclusiones policiales basadas en testimonios y grabaciones, Netanyahu mantuvo varias reuniones desde el 2009 con el dueño del grupo mediático del diario Yediot Ajaronot y la web Ynet, Arnon Mozes. 
El trato, que finalmente no se llevó a cabo, era el siguiente: el magnate de comunicación mejoraría su tradicionalmente negativa cobertura informativa sobre Netanyahu a cambio de que éste redujera la difusión del diario gratuito Israel Hayom. La aparición y éxito del periódico conservador de Sheldon Adelson, afín al líder del Likud, provocó numerosas pérdidas al diario de Mozes.

Netanyahu estaría reincidiendo en el mismo "pecado" que en el Caso 4000: el afán de recibir buena prensa cueste lo que cueste. Más allá de que es un deseo que comparten muchos políticos dentro y fuera de Israel, cabe recordar que desde que irrumpió en la política israelí a mediados de los 90, Netanyahu se considera "víctima de una persecución de los medios y las élites". La recomendación policial llega días después de la emisión en el Canal 10 de un trabajo de investigación del programa Makor en el que varios periodistas que trabajaron en Walla denuncian "consignas de arriba" para destacar noticias favorables a la pareja Netanyahu y minimizar y retirar informaciones perjudiciales. Una intromisión, según varios testimonios, que llegaba incluso a la elección de fotos de Sara Netanyahu. El cambio en el trato informativo de este portal de noticias no pasó desapercibido al estar tradicionalmente identificado con la izquierda.

Reacciones políticas Con los comicios a la vuelta de la esquina, la clase política reaccionó como estaba previsto: la oposición pide la dimisión inmediata de Netanyahu mientras el Likud cierra filas en torno a su líder instalado en el poder desde las elecciones del 2009.

"Netanyahu debe irse a casa antes de que, para salvarse, acabe con los sistemas que garantizan la aplicación de la justicia en Israel", afirmó la jefa de la oposición, Tzipi Livni, mientras el líder laborista Avi Gabbai comentó: "Un hombre que se mueve en función de una obsesión enfermiza por el qué dirán sobre él en los medios no puede dirigir Israel. Con tanto casos de corrupción sobre él y su entorno, Netanyahu debe dimitir".

El Likud confía en la inocencia de Netanyahu, señala que no es el único político que se reúne con propietarios de medios y periodistas y apunta al ya ex inspector jefe de la Policía. "Es el regalo de despedida de Roni Alsheij que durante su mandato no ha cesado de perseguir a la familia Netanyahu", acusa el diputado del Likud, Miki Zohar. Según él, "todos los políticos conversan con periodistas y dueños de medios. Estoy plenamente convencido que el fiscal general archivara el caso". "Es una broma que esperemos que el fiscal general no la tome en serio", añade la minsitra Gila Gamliel.

Dos años y medio después del inicio de las investigaciones de los casos 1000, 2000 y 4000 y pese a las recomendaciones policiales sobre tres posibles sobornos, Netanyahu sigue siendo el gran favorito de los comicios previstos en el 2019.Netanyahu sabe, sin embargo, que sentarse en el banquillo de los acusados puede suponer el inicio del fin como primer ministro aunque la ley establece que solo una condena firme y definitiva le puede obligar de la jefatura de Gobierno.



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