Internacional - Economía

Las presiones saudíes para recortar la oferta chocan con el deseo de Trump de un petróleo más barato

2018-12-06

Por LUIS DONCEL, El País

6 DIC 2018 - 10:58    CST  En pleno shock por el anuncio de Qatar de abandonar la OPEP, los países exportadores de petróleo se reúnen en Viena con un gran tema sobre la mesa: la propuesta de Arabia Saudí, líder indiscutido del club, de recortar la oferta con la esperanza de elevar los precios, de capa caída desde octubre. Riad choca así con EE UU, su gran aliado occidental. El presidente Donald Trump ha mostrado a las claras su deseo de un petróleo barato. Antes de comenzar la reunión, todo apunta a que los saudíes lograrán algún tipo de recorte. La duda es de cuánto será.

“Cualquier Estado miembro tiene el derecho soberano a abandonar la organización, ya que no requiere de aprobación por parte de la Conferencia de la OPEP”, respondía con frialdad el cártel de productores ante el plantón catarí, miembro del club desde hace más de medio siglo. El movimiento de Qatar no anticipa un gran efecto en el mercado petrolero por tratarse de un productor de crudo muy secundario. Pero sí es un síntoma de la creciente pérdida de influencia de la OPEP frente al cada vez mayor peso de dos grandes actores: Arabia Saudí y Rusia —que no es parte de este club de exportadores—, que acostumbran a tomar sus decisiones y luego dejar que el resto de productores las ratifique.

Así parece que va a pasar también ahora en Viena. Saudíes y rusos se reunieron antes de la cumbre para acercar posturas en un asunto donde tienen intereses diferenciados: Riad quiere elevar los precios a toda costa —el barril de brent se vendía ayer a 62 dólares cuando dos meses antes superaba los 86—, y para ello plantea un recorte global de 1,3 millones de barriles al día. Mientras, Moscú prefiere hacer caja aunque sea a menor precio a costa de recortar la oferta solo lo mínimo, o hacerlo de forma más gradual.

“Todos nosotros, incluido Rusia, hemos acordado que hace falta algún tipo de reducción”, dijo en Austria el ministro de Petróleo de Omán, Mohamed Bin Hamad al Rumhy, según Reuters. Esta agencia asegura, citando dos fuentes de la delegación, que el ministro de Energía ruso volaba ayer a Moscú para obtener el visto bueno final del presidente Vladímir Putin, que el fin de semana pasado acordó con el príncipe heredero saudí, Mohamed Bin Salmán, continuar la cooperación en el mercado petrolero que une a los dos grandes.

La decisión final puede enfadar a Trump, que ha vuelto a usar su cuenta de Twitter como arma contra los planes de Arabia Saudí, país al que defendió en el escándalo por el brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi. “Espero que la OPEP mantenga los flujos de petróleo y no los restrinja. ¡El mundo no quiere ver precios más altos!”, tuiteó.



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