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Cinco escenarios posibles para el laberinto del Brexit

2018-12-11

Ante una negativa de la UE a renegociar cuestiones importantes dentro del acuerdo como la frontera...

Por ALBERTO MUÑOZ, El Mundo

Theresa May regresa al continente para intentar conseguir un mejor acuerdo para el Brexit que el que aprobó el Parlamento Europeo el pasado 25 de noviembre. Consciente de que no iba a superar la votación prevista para este martes en la Cámara de los Comunes, la líder conservadora optó por activar un mecanismo para posponer la votación, como tarde, hasta el próximo 21 de enero. 

Su esperanza: que la división entre los 'tories' que quieren echarla de su puesto, los laboristas que se plantean orquestar una moción de censura y los que no renuncian a la celebración de un segundo referéndum, termine presentándola como la única opción real frente al fantasma del 'no deal'. Si no lo consigue, el Gobierno dispondrá de 21 días para elaborar un plan de acción que puede llevar a cinco escenarios diferentes, incluyendo una moción de censura en su contra.

Renegociar con Bruselas

La postura en la Unión Europea es clara. Para Bruselas este es "el único acuerdo posible", al menos en las cuestiones importantes, por lo que la estrategia de llevar a cabo algún retoque estético para poder realizar una segunda votación ya ha quedado atrás. Si los 27 acceden a reabrir las negociaciones con el fin de evitar una salida sin acuerdo, Reino Unido debería pedir una extensión en la aplicación del artículo 50 para retrasar el Brexit, lo que debería ser aprobado por unanimidad en el Consejo Europeo. El Parlamento británico también debería aprobar ciertos cambios en su legislación para la salida de la UE.

Salida de la UE sin acuerdo

Ante una negativa de la UE a renegociar cuestiones importantes dentro del acuerdo como la frontera en Irlanda, Theresa May podría verse forzada a redirigir la situación hacia el 'no deal'. Para ello tendría que tener el beneplácito parlamentario, por lo que si plantea esta opción y es rechazada, lo más probable es que termine saliendo del Gobierno por la vía moción de una censura o por su propia dimisión para mantener el poder en manos de los conservadores.

Theresa May deja de ser primera ministra

Theresa May y su gabinete corren el riesgo de desconectarse de las múltiples realidades que hay ahora mismo en la Cámara de los Comunes. De ser así, ahora mismo existen dos vías sobre la mesa que podrían terminar con un cambio de Gobierno: una moción de censura y un voto de desconfianza interno.

Los laboristas empiezan a plantearse organizar una moción de censura que necesitaría de los rebeldes 'tories' para prosperar. Sin embargo, aunque éstos no quieren a May como 'premier', seguramente la prefieran a ella antes que poner en riesgo el poder actual del partido. Si se aprueba, el país tendría 14 días para formar un Gobierno antes de convocarse unas nuevas elecciones generales que se podrían celebrar, como pronto, 25 días después.

La otra opción es que, sin poner en riesgo su posición en el Gobierno, dentro del propio partido conservador se orqueste un voto de desconfianza consiguiendo las 48 cartas necesarias para discutirle a May el liderazgo de los 'tories', lo que abriría una guerra interna en la formación ante la ausencia de un sucesor claro.

Nuevas elecciones generales

Los conservadores quieren evitar a toda costa volver a poner en juego su posición, y más aún después de lo cerca que estuvieron del batacazo en las elecciones de junio de 2017, por lo que parece improbable que la idea salga al menos de ellos. Además,Jeremy Corbyn apunta más bien a la moción de censura primero, por lo que si consigue que se celebre y May la supera por poco, el líder laborista podría argüir que no tiene el suficiente respaldo parlamentario y pedir unos nuevos comicios. De conseguirse el apoyo para la iniciativa, que necesita de dos tercios de la cámara a favor, Reino Unido debería pedir una ampliación del artículo 50 para la salida de la UE.

Convocatoria de un segundo referéndum

La opción que más fuerza está cogiendo desde algunos sectores pero sin duda la que más vértigo da a un país que empieza a ver la salida de la Unión Europea como un proceso interminable. Si May decide ir por esa vía, opción altamente improbable por su eterno mantra de que el Brexit se llevará a cabo sí o sí, prácticamente se vería obligada a dimitir lo apoye el Parlamento o no, ya que resultaría poco creíble que fuese ella la que abanderase ahora un nuevo referéndum. En este caso, Reino Unido también debería pedir una extensión del artículo 50, ya que se estima que se necesitarían al menos cinco meses de preparación para plantear una nueva consulta.



regina

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