Migración

Política migratoria de México pro derechos humanos

2018-12-20

La nueva política migratoria del gobierno, bajo la era del presidente Andrés...

Por Marcos Romero

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 20 DIC - La nueva política migratoria del gobierno, bajo la era del presidente Andrés López Obrador, que asumió hace tres semanas, tendrá "un cambio de paradigma" y se enfocará en la protección de los derechos humanos y el desarrollo social y económico.
    
"Los flujos migratorios actuales obligan a realizar un replanteamiento amplio" sobre esta materia, anunció Tonatiuh Guillén, comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), al presentar la nueva política sobre este tema.
    
"Pasamos de un escenario donde dominaba la contención migratoria y la seguridad" a otro sustentado en el respeto a las personas, dijo Guillén, al señalar que el país pretende dar un giro en ese ámbito.
    
El funcionario dio a conocer que en el marco de esa estrategia se fortalecerán el INM y la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) y que la política migratoria no estará sólo en manos del ministerio de Gobernación, sino también de la Cancillería y de otras carteras del gabinete.
    
Adicionalmente, se buscará coordinar el trabajo interministerial con los estados y municipios, porque "también son parte importante en la migración", y finalmente, la nueva política "tendrá una vinculación estrecha con la sociedad civil", señaló Guillén.
    
Ricardo Bucio, titular del gubernamental Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA), anunció que se creará una comisión especial para la protección de los menores de edad migrantes y solicitantes de refugio para "poder atender esta perspectiva de manera integral".
    
El viceministro de Derechos Humanos, Alejandro Encinas, afirmó que con la nueva política migratoria "se va a dejar atrás las políticas de estigmatización, discriminación y criminalización hacia los migrantes".
    
Mientras tanto, el canciller Marcelo Ebrard destacó que México se convertirá en "el primer país del mundo que ajusta su política migratoria al Pacto por una Migración Segura, Ordenada y Regular", aprobado por 152 países en las Naciones Unidas.
    
A su vez, la ministra de Gobernación, Olga Sánchez, dijo que el INM será "reestructurado desde sus entrañas".
    
Hasta ahora, el INM era visto como un brazo ejecutor de una política migratoria dura, que privilegiaba la represión contra los migrantes que ingresan al país cada año, unos 400,000, principalmente procedentes de Centroamérica.
    
Inclusive, algunos grupos humanitarios estiman que en ciertos aspectos esta actuación era peor que la del gobierno estadounidense contra los migrantes mexicanos.
    
El lanzamiento de la nueva política en la materia del gobierno de López Obrador, el primer mandatario de izquierda en varias décadas, que ganó en forma aplastante las elecciones del 1 de julio pasado, ocurre a unos meses de iniciar las llamadas "caravanas migratorias".
   
Desde el 12 de octubre, al menos cuatro grupos organizados de centroamericanos partieron de Honduras para entrar a México y dirigirse a la frontera con Estados Unidos, en medio de amenazas del presidente Donald Trump de cortar la ayuda a los gobiernos de El Salvador, Honduras y Guatemala si no las contenían.
    
Trump calificó ese flujo como "una emergencia nacional" y capitalizó el tema para alimentar la xenofobia en su base de votantes a fin de obtener réditos políticos en las legislativas del 6 de noviembre, pero aún así perdió la mayoría en la Cámara de Representantes.
    
El mandatario, que insiste en la construcción de un muro fronterizo en la línea limítrofe de más de 3,000 kilómetros con México, envió de hecho a 5,000 militares.
    
López Obrador adicionalmente ha anunciado un acuerdo con los países del llamado Triángulo del Norte -Guatemala, Honduras y Nicaragua- y con Estados Unidos, para invertir unos 10,000 millones de dólares en el desarrollo económico de esa región de Centroamérica y el sur de México.
    
El propósito es, de acuerdo con el jefe de Estado, arraigar a las personas en sus comunidades a fin de que "la emigración sea una opción y no una necesidad". Trump habría aceptado esta especie de "Plan Marshall" ante el temor de que el vacío estadounidense sea cubierto por China. 



Karla
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