Internacional - Finanzas

La euforia se apodera de Wall Street y sube un 5% tras el batacazo navideño

2018-12-26

En Europa este miércoles las Bolsas estaban cerradas, todavía en plena...

Por SANDRO POZZI, El País

Nueva York 26 DIC 2018 - 15:36    CST
Del desastre a la euforia. Wall Street vivió este miércoles un día de infarto. La Bolsa volvió de Navidad con energías renovadas, esquivó las garras del mercado bajista tras el batacazo de Nochebuena y registró una subida de récord. El Dow Jones y el S&P 500, los índices de referencia del parqué neoyorquino, arrancaron con tímidas subidas, pero al cierre vivieron un auténtico rally bursátil que les ha llevado a repuntar casi un 5%, la mayor subida porcentual desde 2009. Compensaron el desplome que sufrieron en Nochebuena. Y el Nasdaq incluso remontó un 5,8%.

En Europa este miércoles las Bolsas estaban cerradas, todavía en plena celebración navideña. Así que todos los ojos del mercado se posaron sobre Asia y Estados Unidos. Japón ya dio la primera señal positiva por la mañana y cerró con una subida del 0,89%. Estados Unidos empezó titubeante, pero los accionistas fueron ganando confianza. La euforia ha llegado cerca de una hora antes del cierre: el rally se ha acelerado del 2,5% a casi el 5% en los últimos compases de la sesión. Así, el Dow Jones, el S&P 500 y el Nasdaq firman la mayor subida en porcentaje en un solo día desde marzo de 2009. En el caso del Dow Jones, medido en puntos, fue incluso la mayor de su historia: más de 1,000 enteros en una sesión.

El volumen de negociación es muy bajo esta semana, porque el puente de Navidad se encadenará con el de Año Nuevo. Cualquier movimiento brusco por parte de los grandes jugadores del mercado, por tanto, provoca que los índices se descompensen. Este miércoles se trataba de ver si los inversores más influyentes iban a tratar de enderezar el rumbo, en lugar de dejarse llevar por la negatividad, y así colocarlo en la dirección correcta en una semana.

Lo consiguieron, en el mejor día después de la Navidad en 45 años y la mayor ganancia desde el repunte que siguió a la crisis financiera en la primavera de 2009. Todos los sectores cerraron este miércoles en positivo, aunque tiraron especialmente los financieros, como Goldman Sachs. También compañías multinacionales industriales del peso de Boeing. Del lado de las tecnológicas, el empuje llegó por el sólido repunte de Amazon y de Facebook. El petróleo también fue un factor, al apreciarse un 9%.

Una pausa para calmar los nervios
Esta vez la volatilidad funcionó a la inversa, con el Dow Jones ganando 1,000 puntos en la sesión. “La pausa de Navidad fue buena para rebajar los nervios”, señalan los analistas de Rosenblatt Securities, que ven una clara desconexión entre el sentimiento de los inversores y la marcha de la economía "que amplifica cualquier titular negativo”. Y aunque en la búsqueda de la estabilidad se debatió al inicio entre el negativo y el positivo, la remontada se consolidó conforme avanzó la sesión.

Wall Street iba camino de cerrar el peor año en una década. El S&P 500, que integra a las mayores compañías cotizadas, arrastra una caída próxima al 8%. La del Dow Jones es similar. El Nasdaq se deja un 5%. Si lo que se toma como referencia es el último máximo anual, los tres estaban este lunes al inicar la sesión en zona de mercado bajista tras caer cerca de un 20%. En cuanto al mes de diciembre, podría ser el peor de la historia del parqué si se mantiene el estrés. Aunque nunca se sabe: quedan dos sesiones y media. Puede pasar de todo.

La tensión se refleja con claridad en el índice de volatilidad, que este miércoles se colocaba en los 35 puntos. Se disparó un 176% desde octubre, cuando empezaron a dominar las dudas. Eso pese a que el tipo del bono a 10 años está en el 2,7%, frente al 3,2% hace solo un mes. Los inversores escapan de los mercados de acciones y la deuda, como también lo están haciendo de la energía. El precio del barril de petróleo en EE UU está por debajo de los 50 dólares, pese a la acción de este miércoles.

Múltiples factores
¿Pero es este repunte real? Los factores de esta situación son múltiples y no son nuevos. La moderación del crecimiento global, el litigio comercial con China, la situación política en Reino Unidos e Italia y la corrección en las grandes tecnológicas son los principales catalizadores de la negativa, a los que se sumó la retórica combativa del presidente Donald Trump hacia la Reserva Federal y el caos político en Washington por la construcción del muro con México.

Trump está dejando muy claro que no está contento con el trabajo del banco central y considera que su estrategia está afectando a los mercados de una manera negativa, también a la economía. Pero incluso pensando que el banco central se equivoca subiendo los tipos de interés, el republicano considera que es un buen momento para comprar. “Tengo gran confianza en nuestras compañías”, afirmaba a un grupo de periodistas este martes.

“Son las mejores del mundo y lo están haciendo muy bien”, insiste Donald Trump, haciendo referencia a los resultados que están publicando, “es una oportunidad tremenda de compra”. Los comentarios del presidente, sin embargo, son otro reflejo más de su desesperación. La misma que llevó al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, a entrar en contacto con los grandes banqueros para calmar la situación aunque sin mucho éxito.

Garantías
Kevin Hasett, presidente del Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca, asegura que Donald Trump está “muy contento”, con el trabajo que está haciendo Steven Mnuchin. “Tiene una relación muy productiva”, afirma. Y se sumó así mismo a las voces que desde el pasado sábado están negando que vaya a forzar la salida de Jerome Powell de la Fed. Su puesto, dice, está “100% asegurado”. Ayudó que Donald Trump no tirar de Twitter para protestar.

Eso, sin embargo, no va a evitar que el presidente de EE UU sigua expresando su opinión abiertamente sobre el proceso de normalización de la política monetaria. A las garantías del entorno de asesores económicos del presidente, se le sumaron los datos que llegan desde el sector del comercio minorista, que registró el mayor incremento en seis años de las ventas durante la temporada navideña. Crecieron un 5%, según Mastercard.



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