Nacional - Política

Zapatistas rechazan los proyectos de López Obrador

2018-12-30

La guerrilla zapatista alzada en armas el 1 de enero de 1994 en Chiapas, sureste de México,...

Por Marcos Romero

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 30 DIC - La guerrilla zapatista alzada en armas el 1 de enero de 1994 en Chiapas, sureste de México, frontera con Centroamérica, celebrará su 25 aniversario anunciando nuevas formas de resistencia a los proyectos del flamante presidente Andrés López Obrador.
    
Aunque se trata del primer mandatario de izquierda en la historia del país, López Obrador, el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) ha marcado una línea divisoria con el polítogo de 67 años.
    
La razón es que ha propuesto diversas por obras que podrían afectar a las comunidades indígenas de diversas regiones del país.
    
Entre ellas figura el tren maya, que planea construir en la región donde floreció la prodigiosa civilización del mismo nombre.
    
Otra de las obras de infraestructura enfrentan el rechazo de las etnias es el llamado "Corredor Transísmico" en el Istmo de Tehuantepec, la franja más angosta del territorio mexicano, para unir el océano Pacífico con el Golfo de México (Atlántico).
    
De acuerdo con diversas comunidades aborígenes del estado sureño de Oaxaca, el corredor del Istmo de Tehuantepec representa una amenaza a sus pueblos, entre los que figuran los chontales, nahuas, mixes, zoques y popolucas.
    
López Obrador hizo saber también que proyecta sembrar un millón de hectáreas con árboles frutales y maderables en el sur del país, lo que suscita igualmente la suspicacia de las organizaciones indígenas.
    
El EZLN oficialmente se retiró de la mesa de diálogo con el gobierno hace 16 años pero acata una tregua bilateral decretada apenas unos días después de declarar la guerra al gobierno en 1994, el mismo día en que entró en vigencia el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) recién renegociado por México, Estados Unidos y Canadá.
    
Desde ahora, comenzaron las reuniones en el municipio autónomo de "La Realidad", mejor conocido como Guadalupe Tepeyac, cerca de los límites con Guatemala, para discutir las maneras en que la organización rebelde afrontará la nueva administración gubernamental.
    
En las recientes elecciones, del 1 de julio pasado, en las que López Obrador ganó en forma aplastante por 53% de los votos, se postuló como aspirante independiente una representante del EZLN, la curandera indígena María de Jesús Patricio, conocida como Marichuy, con apoyo del Congreso Nacional Indígena (CNI).
    
A la postre, no logró reunir los apoyos suficientes para poder formalizarse su candidatura pero sí representó una presencia simbólica que insufló un poco de oxígeno en el caldeado y enrarecido ambiente político del país.
    
Según el diario Milenio, a raíz del amplio respaldo que obtuvo Marichuy, el EZLN planea crear las llamadas Redes de Resistencia y Rebeldía, con el apoyo del CNI y otras organizaciones indígenas mexicanas.
    
Menos de una semana después del triunfo de López Obrador, el EZLN dio a conocer una carta abierta en la que manifestó su rechazo al futuro mandatario y vaticinó que traería "desilusión" en lugar del "cambio profundo" que prometió en su campaña.
    
"Podrán cambiar el capataz, los mayordomos y caporales, pero el finquero sigue siendo el mismo", afirmó en la carta suscrita por el subcomandante Galeano, antes llamado subcomandante Marcos, vocero militar y estratega de la guerrilla, junto con el subcomandante Moisés.
    
Actualmente el EZLN ocupa varias siete poblaciones de diversas zonas del suroriente de Chiapas a las que ha bautizado como "caracoles" y ha convertido en municipios autónomos.
    
Como resultado de los Acuerdos de San Andrés de 1996, a los que llegó el gobierno federal y la organización tras un período de diálogo, el Congreso reformó la Constitución para otorgar derechos y autonomía a los pueblos indígenas.
    
Sin embargo, la entidad rebelde se manifestó inconforme con los cambios y además denunció el incumplimiento de la normal.
    
Durante su campaña, López Obrador prometió "escuchar, atender y respetar" a los "más humildes y olvidados, en especial, a los pueblos indígenas de México" e hizo de la frase "Por el bien de todos, primero los pobres", el principal lema de su campaña. 



JMRS
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