Internacional - Política

Puigdemont denuncia que Madrid busca venganza

2019-02-04

Carles Puigdemont, que verá el juicio desde su exilio autoimpuesto en Bélgica,...

Por RENATA BRITO y JOSEPH WILSON

WATERLOO, Bélgica (AP) — El líder de la fracasada gestión secesionista de Cataluña del 2017 denunció que el juicio a 12 de sus aliados separatistas no es más que un intento del gobierno de Madrid de buscar venganza.

Carles Puigdemont, que verá el juicio desde su exilio autoimpuesto en Bélgica, acusó a la UE de tener un doble estándar al reconocer al líder opositor venezolano Juan Guaidó como presidente interino de ese país, mientras ignoran su intento de lograr la independencia de Cataluña.

“A mí me eligió un Parlamento democráticamente impecable como presidente y me destituyó un señor que ahora tiene cuatro diputados en Cataluña”, dijo Puigdemont en referencia al entonces presidente de gobierno Mariano Rajoy.

“Ese doble estándar es una vergüenza para Europa”, agregó en entrevista con The Associated Press el domingo.

El ex presidente catalán salió de España luego que el gobierno central lo destituyó, poco después de que el Parlamento catalán declaró su independencia el 27 de octubre del 2017. Otros 12 separatistas serán enjuiciados por el Tribunal Supremo el 12 de febrero, por cargos que incluyen rebelión y sedición.

En la entrevista en Waterloo, Bélgica, Puigdemont dijo sobre los procesados que “estamos todos detrás suyo ayudándoles porque están sufriendo una situación tremendamente injusta, humillante, de escarnio... El juicio no va a ser un acto de justicia, es un acto de venganza”.

El presidente del Tribunal Supremo Carlos Lesmes ha rechazado tales alegatos, insistiendo que el juicio se realizará bajo los más altos estándares de la Unión Europea.

Lesmes recientemente dijo a corresponsales extranjeros que desprestigiar al sistema judicial español es parte de la estrategia de la defensa.

El juicio será televisado desde Madrid. El pedido de la defensa de que Puigdemont declare por video fue rechazado.

En vez de ello, observará el proceso desde su hogar en Waterloo, una casa de dos pisos y ladrillos rojos rodeada de césped, con un cartel afuera que dice “Casa de la República”. El alquiler es pagado por donaciones privadas, dijo Puigdemont. En el interior hay obras de arte que describen la lucha independentista catalana, y en una esquina de la sala hay una urna electoral vacía, usada en el referéndum.

Puigdemont dijo que da por sentado que los procesados serán declarados culpables, pero aseguró que ello solo dará ánimos al movimiento separatista que según él contará con el respaldo de una clara mayoría de los catalanes.

“Cuando llegue ese momento nosotros tendremos la legitimidad de tomar las decisiones que hemos parlamentarizado y que hemos plebiscitado”, declaró.

Agregó que según él la declaración de independencia de Cataluña sigue siendo válida.

“Estamos en ese camino y que nadie olvide eso porque a pesar de los inconvenientes esto está ahí. Esto es válido y esto se va activar cuando tengamos la convicción y la certeza que debe activarse”, aseveró.

En el referéndum de octubre del 2017 ganó el “sí”, pero la policía lanzó una ofensiva en que cientos de personas resultaron heridas. Los que respaldan seguir siendo parte de España mayormente se abstuvieron de votar, y el gobierno central declaró la consulta ilegítima y anticonstitucional.

Unas subsiguientes elecciones regionales reflejaron que Cataluña está dividida en partes iguales entre los que quieren independizarse y los que quieren seguir siendo parte de España.

Cuando estaba viajando por Europa tratando de recabar apoyo, Puigdemont fue arrestado en Alemania en base a una solicitud europea formulada por España en marzo pasado. Un tribunal alemán, sin embargo, determinó que solo podría extraditarlo en base a cargos de malversación de fondos públicos para la realización del referéndum y no en base a rebelión. Ello llevó a un juez español a derogar en julio la orden de arresto sobre Puigdemont y sobre otros cinco separatistas.

Puigdemont dijo que no le sorprendería si España reanuda la orden de arresto después del juicio, afirmando que “nosotros damos por descontado que va a haber una tercera orden (de arresto)” y que la resistirán. La alternativa, sin embargo, es permanecer lejos de su esposa e hijas, que lo visitan pero siguen viviendo en el noreste de España.

“Que se pudra en el exilio, que nadie le haga caso, esa es también una forma de condena”, expresó.

Pero añadió: “El mejor de los casos sería que no me extraditaran, que voy a pasar muchos años aquí”.



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