Internacional - Política

Líder socialista venezolano aviva apoyos con programa en tv

2019-02-13

Durante los cinco últimos años, Cabello, un teniente del ejército retirado de...

Por JOSHUA GOODMAN

MARACAY, Venezuela (AP) — Era la hora del programa más visto en la normalmente soporífera televisora estatal de Venezuela: el episodio 240 de “Con el mazo dando”, el programa de entrevistas presentado por uno de los líderes más venerados, y vilipendiados, del gobernante partido socialista.

Una banda militar de salsa interpretó canciones progubernamentales para animar a un público formado por varios miles de empleados estatales, pilotos cadetes y fanáticos ideológicos.

Entonces, Diosdado Cabello, que lucía una chaqueta de camuflaje del ejército, saltó a un escenario decorado con el rojo identificativo del partido socialista mientras sonaba el himno revolucionario de la década de 1970 “Abran la puerta”.

Para los partidarios del gobierno que asistieron al programa de la semana pasada en una academia de aviación en la ciudad de Maracay, en el centro del país, el entusiasmo por Cabello, a quien Estados Unidos y la Unión Europea sancionaron por abusos de derechos humanos y corrupción, se parece a la idolatría por Elvis Presley.

Una mujer embarazada, con las palabras “Venezuela es mía” escritas con pintalabios rojos sobre su barriga desnuda, pateó el piso y movió los brazos por encima de su cabeza al unísono con la ola humana que avanzaba por las abarrotadas gradas. Algunos portaban carteles con el lema ”¡Yanqui vete a casa!” y “Siempre leal”.

El programa de los miércoles en la noche, que esta semana celebra su quinto año en el aire, está producido con precisión militar y tecnología punta.

Pero no había nada coreografiado en la enorme energía que duró hasta cerca de la 01:00 de la madrugada, cuando terminó el televisado monólogo de cinco horas de Cabello.

“Que la Unión Europea se ocupe de sus asuntos”, declaró Cabello, que preside la Asamblea Constituyente, controlada por el gobierno y que está encargada de reescribir la Carta Magna del país, pero que, de facto, ha despojado a la Asamblea Nacional, en manos de la oposición, de toda autoridad.

“Bastantes humanos dejan ellos ahogar en el mediterráneo por no atenderlos, bastantes violaciones de los derechos humanos ocurren en sus país y cierran los ojos”, agregó.

Aunque el reconocimiento del legislador Juan Guaidó como presidente legítimo por parte de docenas de naciones ha renovado las esperanzas de la oposición de llegar al poder tras dos décadas de gobierno socialista, también ha movilizado a la todavía considerable base progubernamental del presidente Nicolás Maduro.

Durante los cinco últimos años, Cabello, un teniente del ejército retirado de 55 años con una poderosa influencia sobre las fuerzas de seguridad, ha recorrido el país con su programa de televisión para encontrarse con los incondicionales socialistas que lo ven como su estandarte, más que a Maduro.

El equipo de producción dice que llevan más de 75,700 kilómetros (47,000 millas) a sus espaldas _ el equivalente a dar dos vueltas al mundo por el ecuador _ para llevar el programa a todos los rincones de Venezuela.

Cada episodio incluye una gran cantidad de imágenes de discursos, entrevistas y viajes al extranjero del fallecido expresidente Hugo Chávez, una especie de “Grandes éxitos” de las enseñanzas del comandante socialista. Mucho menos frecuentes son las referencias a Maduro, quien a veces ha sido rival de Cabello en la sombra.

El programa es un asunto familiar: la hija de Cabello, la cantante de pop revolucionario Daniella, suele estar entre bastidores y a veces sale al escenario con su padre para actuaciones musicales.

Además, es una plataforma para atacar a sus rivales.

El estadounidense Marco Rubio, senador republicano por Florida y uno de los principales críticos de Cabello, recibe el apodo de “Narco Rubio”, y en la primera fila del público hay a veces un asiento vacío para “María Violencia”, el mote de María Corina Machado, una destacada crítica del gobierno.

Además se emiten videos y grabaciones de audio secretas que Cabello dice que son enviadas por “colaboradores patriotas” y revelan conversaciones privadas y encuentros entre opositores al gobierno.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Amnistía Internacional están entre los grupos que se quejaron del acoso y los ataques de Cabello en directo a sus oponentes, medios y ONGs.

El dirigente socialista alega que esa “artillería de información” es necesaria para exponer las tramas de los opositores y sus partidarias en gobiernos extranjeros y en los principales medios de comunicación.

Para los seguidores del gobierno, es carne fresca y una oportunidad de recargarse para la batalla que está por venir.

“Venezuela quiere paz”, afirmó Cabello al final del programa de la semana pasada, advirtiendo a Estados Unidos que está listo para luchar en defensa de la revolución de Chávez. “Pero si nos roban los sueños de ser libres, soberanos e independientes no los dejaremos dormir y nos convertiremos en su peor pesadilla”.



Jamileth