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La culpabilidad del Chapo no causó grandes reacciones en México

2019-02-13

El país parece haber superado a Guzmán, después de que fue capturado hace tres...

Por Elisabeth Malkin | The New York Times

CIUDAD DE MÉXICO — Alguna vez fue el hombre más buscado en México, pero muchos mexicanos apenas reaccionaron después de escuchar que el martes un jurado en la ciudad de Nueva York declaró culpable al capo mexicano Joaquín “el Chapo” Guzmán Loera.

El país parece haber superado a Guzmán, después de que fue capturado hace tres años y más tarde extraditado a Estados Unidos. Los días en que cautivaba el imaginario colectivo parecen distantes.

La violencia se ha disparado, por lo que ya nadie tiene la esperanza de que la captura de capos de la droga como Guzmán detenga el derramamiento de sangre.

Actualmente, el tema principal del debate público es la corrupción, no la guerra contra el narcotráfico. Los mexicanos tienen un nuevo presidente, Andrés Manuel López Obrador, que está cambiando la política tradicional y domina las noticias.

“La reacción nula tan solo es un reflejo de quiénes somos como país”, dijo Jacobo Dayán, quien estudia los crímenes de lesa humanidad en la Universidad Iberoamericana en Ciudad de México. Agregó: “Tenemos más capacidad de indignarnos cuando se trata de la corrupción, pero ya no tanto en cuanto a la violencia”.

Los medios mexicanos dieron cobertura al juicio de tres meses mientras el proceso desentrañaba el funcionamiento interno del Cártel de Sinaloa, la organización criminal de Guzmán, el alcance sofisticado de sus negocios de contrabando y la violencia que desató contra sus rivales.

Hubo algunas sorpresas, como la obsesión de Guzmán por espiar a su esposa y a sus amantes, y la revelación perturbadora de que drogó y violó a niñas de 13 años. Sin embargo, gran parte del juicio proporcionó detalles que los mexicanos ya sabían o sospechaban.

“Lo que se comprobó en el caso del Chapo es lo que todos ya saben en México”, dijo Esteban Illades, editor de la revista Nexos, la cual puso el juicio en su portada de este mes. No obstante, Illades dijo que la publicación enfatizó el juicio porque “creemos que es fundamental conocer nuestra historia”.

En Sinaloa, el estado natal de Guzmán, donde alguna vez se vio al narcotraficante como un Robin Hood moderno, los diarios ofrecieron una cobertura más detallada con análisis de las revelaciones del juicio sobre la capacidad del cártel para corromper a políticos y a policías locales.

Mientras Guzmán evadía los esfuerzos de captura desplegados por las agencias estadounidenses de inteligencia y el ejército mexicano, mantenía el mito de un forajido benevolente que destinaba sus riquezas ilícitas al bien de su comunidad.

“Sí, era el narcotraficante más buscado, pero creo que apoyó a la gente más humilde, a las familias de bajos ingresos”, dijo Gisel Chavarría, de 23 años, vendedora de flores en un mercado al aire libre en un vecindario adinerado en la zona central de Ciudad de México.

Su error, incluso antes de su captura, fue tratar de hacerse más famoso, dijo Adrián López, editor de Noroeste, un importante diario de Culiacán, la capital del estado. Aceptó ser entrevistado por el actor Sean Penn y la actriz mexicana Kate del Castillo y el artículo apareció en la revista Rolling Stone, junto con un video breve. “Rompió la regla básica de todos los mafiosos: la discreción”, dijo López.

Los detalles sórdidos de sus crímenes, revelados durante el juicio, afectaron lo que quedaba de su imagen de héroe folclórico y generoso. “En el imaginario colectivo, dejó de ser un benefactor y fue representado como lo que era, un capo que espiaba a sus amantes y sus socios, que asesinaba, que corrompía a funcionarios”, dijo López.

El arresto de Guzmán inició una batalla por el control del Cártel de Sinaloa, pero la división parece haber sido resuelta, comentó López. Esta organización criminal sigue siendo el cártel más importante de México, señaló.

“El hecho de que el Chapo pase el resto de su vida en prisión no significa en absoluto que las organizaciones criminales y las bandas de narcotraficantes vayan a ser derrotadas o desmanteladas”, dijo Anabel Hernández, una periodista que durante más de dos décadas ha cubierto el mundo del narcotráfico.

“Los mexicanos están muy conscientes de eso, lo cual no significa que sean indiferentes al respecto”, agregó. “Son miles de personas que están siendo asesinadas o que desaparecen, con o sin el Chapo”.

Para algunos mexicanos, el hecho de que Guzmán haya sido enjuiciado en Estados Unidos fue una prueba de que México no es capaz de hacer justicia ni mantenerlo en prisión.

“Corrupción, corrupción”, dijo Alejandro Reyes Martínez, de 24 años, un empleado de una firma de seguridad privada en Ciudad de México, cuando explicó por qué Guzmán fue enviado a Estados Unidos. “Hay leyes más estrictas allá”.

Si Guzmán hubiera sido enjuiciado en México, el testimonio sobre los pagos a altos funcionarios de gobierno habría dejado en una posición insostenible a los fiscales mexicanos. “Es una caja de Pandora que nadie quiere abrir”, comentó López.

No hubo respuesta inmediata al veredicto por parte del gobierno mexicano. López Obrador ha dicho que quiere enfocarse en la prevención de la corrupción, no en perseguir delitos del pasado.

Dayán dijo que la falta de interés en México en ir tras quienes fueron acusados de corrupción en el juicio revelaba las fallas profundas del sistema de justicia penal del país y el Estado de derecho.

“El hecho de que haya tan poco interés en México, sobre todo respecto de los posibles vínculos y acusaciones de corrupción en contra de funcionarios federales, demuestra que nosotros, como sociedad, tenemos un problema estructural en términos de rendición de cuentas y justicia”, agregó Dayán.

Añadió que no solo Guzmán se enfrentó a un juicio. “También lo hicieron el sistema de justicia penal y la clase política de nuestro país”, concluyó.



Jamileth

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