Automotriz

La amenaza de Trump de aranceles al automóvil causa temor en Estados Unidos y Canadá

2018-06-17

El líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, advirtió al presidente...

 

Washington, 17 jun (EFE).- La amenaza del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles a las exportaciones canadienses de automóviles está causando preocupación a ambos lados de la frontera.

Hoy, el líder de los demócratas en el Senado, Chuck Schumer, advirtió al presidente estadounidense, Donald Trump, que iniciar una guerra comercial con sus aliados y, especialmente, Canadá, es un sinsentido.

"Hacer la guerra con todos los aliados, especialmente Canadá, tiene menos sentido. Deberíamos concentrarnos en China, son los que no están haciendo daño y están dañando a todos. Si no hacemos algo, será un daño real en el largo plazo para Estados Unidos", declaró hoy Schumer en un programa de radio.

Las declaraciones de Schumer se producen después de que Trump amenazase con la imposición de aranceles a las importaciones de automóviles producidos en Canadá y 48 horas después de que Washington impusiese aranceles por valor de 50,000 millones de dólares a productos chinos.

La amenaza de Trump a Canadá se produjo inmediatamente después del fin de la Cumbre del G7, que terminó el 9 de junio en ese país.

"Dados las falsas declaraciones (de Trudeau) en su conferencia de prensa y el hecho que Canadá está imponiendo aranceles masivos a nuestros agricultores, trabajadores y compañías, he ordenado no respaldar el comunicado (del G7) mientras estudiamos aranceles a automóviles que llenan el mercado estadounidense", dijo Trump.

Y el viernes Trump reveló el listado de los productos chinos de "tecnologías industrialmente significativas" a los que Estados Unidos impondrá unos aranceles del 25 %. Ayer, el Gobierno chino impuso aranceles de represalia por valor de otros 50,000 millones de dólares a importaciones procedentes de Estados Unidos.

Mientras, el Departamento de Comercio estadounidense continúa realizando el estudio solicitado por Trump sobre las importaciones de automóviles, que en 2017 supusieron 228,000 millones de dólares, para determinar si suponen una "amenaza" a la seguridad nacional, lo que mantiene en vilo al sector.

Trump ya ha utilizado el mismo argumento de "seguridad nacional" para imponer aranceles a las exportaciones canadienses de acero y aluminio, una excusa que Canadá considera un "insulto" dada la absoluta integración en materia de seguridad que existe entre los dos países.

Para Canadá, la imposición de aranceles del 25 % en el sector del automóvil podría ser devastador. El año pasado, Canadá exportó a Estados Unidos 58,000 millones de dólares en automóviles.

El sector emplea directamente a 130,000 personas en Canadá, indirectamente a 500,000 y representa casi un 1 % del Producto Interior Bruto (PIB) del país.

El problema para el sector es que la producción de automóviles en Norteamérica está absolutamente integrada: los vehículos que se producen en Canadá cuentan con una gran cantidad de componentes realizados en EU y viceversa, de forma que cualquier barrera que se imponga tendrá repercusiones a ambos lados de la frontera.

El temor es que el sector sea víctima de una estrategia mucho mayor de Trump.

Un reciente estudio realizado por el Peterson Institute for International Economics (PIIE) de EU señaló que los aranceles eliminarán empleos en Estados Unidos y Canadá.

Pero la el diario "Politico" ha indicado que Trump quiere imponer aranceles del 25 % a los automóviles producidos fuera de Estados Unidos como parte de una estrategia para conseguir votos en las elecciones de medio término que se realizarán en noviembre.

En esas elecciones están en juego los 435 puestos de la Cámara de Representantes y un tercio de los del Senado.

Según las fuentes consultadas por "Politico", la imposición de los aranceles a los automóviles permitiría que Trump posicionase a los republicanos como defensores de los trabajadores a pesar de que las medidas también supondrán un aumento del precio de los vehículos que se venden en el país.

"Politico" también señaló que la amenaza de aranceles al sector del automóvil le servirá a Trump para mejorar su posición en las negociaciones para la renovación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México.

 

Papa pide perdón a fieles chilenos de Osorno por haberlos "herido y ofendido"


Santiago de Chile, 17 jun (EFE).- El arzobispo maltés Charles Scicluna, enviado especial del papa Francisco a Chile, pidió hoy perdón en nombre del sumo pontífice a los fieles de la diócesis de Osorno "por haberles herido y ofendido profundamente" al defender al obispo Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales.

"El papa Francisco me ha encargado pedir perdón a cada uno de los fieles de la diócesis de Osorno y a todos los habitantes de este territorio, por haberles herido y ofendido profundamente", dijo Scicluna durante una misa celebrada este domingo en la Catedral de San Mateo de Osorno, situada 942 kilómetros al sur de Santiago.

La Iglesia chilena anunció esta misa, la última actividad en Osorno de los dos enviados papales, como una acción de reparación y reconciliación en esa diócesis, donde la comunidad católica está dividida en torno a la figura de Juan Barros.

El obispo, que fue cesado como jefe de la Iglesia en Osorno el lunes pasado por el pontífice, contó durante años con el respaldo papal pese a que víctimas de abusos sexuales cometidos por el sacerdote Fernando Karadima acusaban a Barros de encubrir esos hechos.

Algunos grupos de fieles, como la Agrupación Laicos y Laicas de Osorno, rechazaron la presencia de Barros en la ciudad desde que el obispo fue designado por el papa en 2015.

Ese mismo año, Mario Bergoglio calificó de "tontos" y "zurdos" a quienes se oponían a Barros en Osorno, y en enero pasado, durante su visita a Chile, el pontífice dijo que no había pruebas contra el obispo, aunque unos días después se retractó de sus palabras y pidió disculpas.

La eucaristía de este domingo fue oficiada por el obispo Jorge Concha, designado por el papa administrador apostólico en Osorno tras la salida de Barros, y los dos enviados del pontífice, el arzobispo Scicluna y el sacerdote español Jordi Bertomeu.

En la homilía, Jorge Concha afirmó que hay formas de abuso que no se pueden repetir. "Hay formas de hacer iglesia que se deben cambiar y que hay tareas a las que no podemos renunciar", dijo.

"Hay tiempo para expresar el dolor, tiempo para llorar, tiempo para exigir si es necesario (...) pero también hay tiempo para dar pasos hacia el reencuentro y la reconciliación", destacó el obispo, quien añadió que en Osorno "no hay vencedores ni vencidos".

La misa contó con la presencia de varias comunidades de fieles que durante los últimos años se habían marginado de las actividades de la Iglesia como señal de protesta contra la presencia de Barros en la ciudad.

"Hemos decidido dar un paso y, luego de tres años, ingresar a nuestro templo catedral y participar en la Santa Misa en el Día del Señor", dijo a medios locales Mario Vargas, portavoz de los Laicos Organizados de Osorno.

Vargas precisó, sin embargo, que tiene la "claridad absoluta" de que la ceremonia "no es una misa de reparación ni de reconciliación", aunque acudieron como un gesto de gratitud hacia los enviados del papa.

Otras agrupaciones han defendido a Barros de las denuncias de encubrimiento de abusos y pedían investigaciones más profundas antes de que el papa aceptara su renuncia a la diócesis de Osorno.

Al culminar su visita en Osorno, Scicluna difundió un comunicado en el que afirmó que percibió "el deseo de una gran mayoría de una reconciliación verdadera", aunque admitió que esta no se logra "con una misión de pocos días".

Scicluna y Bertomeu regresarán hoy a Santiago, donde seguirán con su agenda de reuniones y encuentros hasta el martes, cuando viajarán de vuelta a Roma.



JMRS
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