Poker de Ases

Evasión "legalizada"

2016-05-05

De acuerdo con una investigación de la Auditoría Superior de la Federación en...

Carlos Fernández-Vega, La Jornada

Año tras año la historia se repite y ninguna autoridad tienen la intención de modificarla: los grandes contribuyentes no pagan los impuestos que les corresponden y las arcas nacionales languidecen. Sin importar el número y alcance de los reclamos sociales, los barones y demás entidades fiscalmente privilegiadas no sueltan un peso, por mucho que los recortes presupuestales estén en el orden del día.

La Jornada lo documentó así: "grandes empresas que operan en el país, nacionales y extranjeras, dejaron de pagar contribuciones por cerca de 60 mil millones de pesos entre marzo de 2015 y el mismo mes de este año, lo que se tradujo en un crecimiento de 17 por ciento en la cartera de créditos fiscales del gobierno federal. Datos oficiales de la Secretaría de Hacienda indican que los créditos fiscales de los 4 mil 858 grandes contribuyentes se ubicaron al cierre del pasado marzo en un total de 178 mil 20.5 millones de pesos, lo que representó un incremento de 50 por ciento respecto al monto registrado en el mismo mes del año pasado" (Víctor Cardoso).

Esta última cifra resulta 44 por ciento superior al primer recorte presupuestal anunciado por el "ministro del (d) año" (124 mil millones de pesos) y 32 por ciento mayor al segundo (135 mil millones). De hecho, lo que, en impuestos, dejaron de pagar esos grandes contribuyentes rebasa los dos tijeretazos presupuestales practicados en contra de Petróleos Mexicanos, es decir, la empresa productiva del Estado que mayores aportaciones hace al fisco nacional.

La información publicada por La Jornada abunda que "el gran contribuyente es responsable de casi una tercera parte del adeudo registrado como crédito fiscal y que, de acuerdo con la información de la Secretaría de Hacienda, al primer trimestre del año se elevó a 557 mil 963.2 millones de pesos. Eso implicó un incremento de 17 por ciento respecto de los 476 mil 444 millones del mismo periodo de 2015. El monto alcanzado por los créditos fiscales hasta el primer trimestre del año es 25 por ciento superior a los 419 mil 68.3 millones de pesos que ingresaron a las arcas públicas por concepto de recaudación del impuesto sobre la renta".

Así es: por cada peso que en impuestos pagaron los mortales, los grandes contribuyentes dejaron de cubrir al fisco un peso con 33 centavos. A pesar de que es claro quiénes incumplen con el fisco, la autoridad financiera prefiere recortar el presupuesto –que afecta, entre otros, a los que sí abonan a las arcas nacionales– antes de tocar a los barones, amigos de la casa (de hecho, dueños de la casa).

Entre los grandes contribuyentes figuran los bancos, aseguradoras y demás instituciones integrantes del sistema financiero que opera en México, los corporativos de los barones Forbes y en general los que cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores, entre otros.

Un ejemplo es el tóxico Grupo México, del barón Germán Larrea: en el primer trimestre de 2016 reportó más de 11 mil millones de pesos en utilidades acumuladas, y a pesar de esa abundancia lejos de pagar los 970 millones que adeuda por impuestos diferidos (hasta esa fecha), ahora exige que le paguen 219 millones de pesos por concepto de "impuestos por recuperar".

De acuerdo con una investigación de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en el periodo 2001-2005 (con Fox en Los Pinos) "el gobierno federal transfirió casi un billón 200 mil millones de pesos en impuestos al gran capital privado que opera en el país". Descubrió que en el sexenio foxista “el Sistema de Administración Tributaria, SAT, pagó al sector empresarial 679 mil 691 millones de pesos por concepto de devolución de impuestos (216 por ciento más que la inversión privada en el mismo lapso) y la Secretaría de Hacienda (léase Francisco Gil Díaz) benefició con créditos fiscales al sector productivo con 495 mil 807 millones de pesos. El resultado de dicha investigación arrojó que el saldo de los créditos fiscales de 2001 a 2005 pasó de 27.9 a 35.1 por ciento de los ingresos ordinarios del gobierno federal.

Pero llegó Felipe Calderón y uno de los primeros movimientos por él autorizados, vía Agustín Carstens (entonces secretario de Hacienda), fue la publicación de un acuerdo (JG-SAT-IE-3-2007) en el Diario Oficial de la Federación, mediante el cual autorizó la "condonación total o parcial de los créditos fiscales", que al cierre de 2005 acumularon cerca de 500 mil millones de pesos, en su mayoría concedidos a un grupúsculo de grandes empresas.

Por aquellos no muy lejanos ayeres la ASF documentó que entre los grandes beneficiarios de dicha condonación aparecieron 298 deudores que acumularon 20 mil 717 créditos fiscales (70 créditos en promedio). Asimismo, detectó 15 contribuyentes con más de 100 créditos fiscales cada uno y, de ellos, seis registraron más de 300; un solo contribuyente acumuló mil 453 créditos. La Auditoría informó que "de lo anteriormente señalado se desprende que no existe un límite para la determinación de créditos fiscales y que ciertos contribuyentes han omitido sus obligaciones por un tiempo prolongado".

Legalmente no puede dar nombres de los favorecidos, pero sí detallar que en aquel entonces, ya con Calderón en Los Pinos, "tres bancos concentraron 780 créditos por 28 mil 623 millones de pesos, y sólo uno de ellos registró 683 créditos por 24 mil 918 millones; en el ramo de la construcción, 14 empresas con 235 créditos adeudaban 9 mil 881 millones, y las obligaciones de tres de ellas, con 57 créditos, equivalían a 40.7 por ciento de dicho monto". Al equipo pertenecían 11 ingenios azucareros, dos empresas de transportes, un hospital de especialidades, cuatro clubes de futbol, una compañía editorial, dos cadenas televisivas y un partido político.

Al cierre del sexenio calderonista la propia Auditoría Superior de la Federación advirtió que en la docena trágica panista el erario dejó de recaudar –por concepto de gastos fiscales– más de 6 billones de pesos, un monto cercano al saldo de la deuda del sector público federal de aquella fecha.

Eso y mucho más se documentó en los tiempos panistas, pero todo indica que el "nuevo PRI" y el gobierno del "México en movimiento" no tienen la menor intención de cambiar las reglas del juego de los barones, acostumbrados a quedarse con todo.

Las rebanadas del pastel

Hay de todos colores y sabores: rusas, gringas, israelíes, alemanas y de la ex Yugoslavia, entre otras. Pásele, bara, bara (de 150 pesos en adelante). Son las máscaras antigás que están a la venta en Internet, para usarse en la crisis medioambiental que vive la ciudad de México y municipios conurbados. De regalo, una foto autografiada de Mancera, Eruviel y Pacchiano.



KC