Tras Bambalinas

Sacuden la colmena en Pemex

2016-06-27

La delincuencia organizada tiene de sobra con que sobornar o extorsionar a los empleados, desde el...

Alfonso Alvarez, Intermex-press

•    Cambios en Pemex Logística inquietan el confort interior

•    Más trascendente de lo que se supone es la alianza para la exploración

Cuando se anunció el proceso de inversión extranjera para exploración, hecho que probaría la conveniencia de la reforma energética y fortalecería a la Empresa Productiva del Estado, también se dio a conocer un movimiento directivo que en otro tiempo no hubiera llamado tanto la atención. Lo primero es trascendente y a mediano plazo, mientras lo segundo inquieta las partes que convergen en la distribución de combustibles. Donde dicen los que saben, es el área donde incide la ordeña y la merma por corrupción.

No es nuevo que se desconfíe en Pemex, pero sería justo precisar que la desconfianza no es por la reforma sino por la deslealtad de algunos integrantes de su personal, cuya mayor habilidad ha venido siendo coludirse con el exterior. Con la reforma eso también debería cambiar.

Al intentarse la remoción del Director General de Pemex Logística, y en su lugar poner a un encargado de despacho, parte del Consejo se resistió al cambio. Nombrar en esa área donde convergen varios hilos de corrupción afecta intereses y exige selectividad. Pues la empresa subsidiaria que transporta crudo y combustibles, por su actividad estratégica, representa el ahorro del 99% en los costos de transporte vía terrestre y, por su sistema nacional de ductos también es blanco de la delincuencia y deberá evitarse su vulnerabilidad.

Es cierto que las pérdidas se dan desde el despacho del producto por falta de precisión en los sistemas de medición, en la transportación del mismo por ductos obsoletos o su perforación para tomas clandestinas, también lo es que se atenúan volúmenes en los sistemas de arribo y por el amañado control en las instalaciones.

Sin embargo, pese a la fama del sector por lento y corrupto, hay programas y acciones, que aún con el riesgo de la vida, realizan propios y extraños, convencidos de que tarde o temprano tiene que acabarse con la corrupción. Más de cinco mil tomas clandestinas detectadas en 2015, no es cosa menor.

La delincuencia organizada tiene de sobra con que sobornar o extorsionar a los empleados, desde el más modesto sindicalizado hasta el más alto nivel gerencial. Checa horarios, rutas, supervisión y operativos de transportación, pues puede intervenir comunicaciones.

Por su parte, los buenos también se han organizado para acotar el mal. Recordemos el golpe a Petrobajío y Traslisa, en Salamanca, a las que les decomisaron cuentas bancarias, 107 unidades automotoras, la mayoría pipas de doble remolque, 40 computadoras y decenas de aparatos de comunicación, y el de los 48 detenidos en la refinería “Antonio M. Amor”, involucrados en robo de hidrocarburos al interior, así como los 21 operadores sindicalizados y personal de confianza de la terminal de reparto “El Castillo”, municipio El Salto, Jalisco, coludidos en la distribución de cientos de miles de litros de combustibles perdidos que por largo tiempo nadie daba explicación.

Sabemos que parte de la corrupción se da en contubernio con los municipios aledaños a las instalaciones de la petrolera, quienes saben y se hacen de la vista gorda, e incluso adquieren parte del combustible sustraído para las patrullas y flotilla vehicular de la alcaldía. O ¿por qué cree usted lector que muchos municipios se oponen al mando único policial?

La impunidad muchas veces se deriva, deliberada o no, al no integrarse bien la averiguación, el que las instancias jurídicas, incluso de la empresa, no aporten evidencias consistentes para la consignación y, lo que es sabido por todos, que el sindicato, aún tratándose de indiciados, promueve, protege y defiende a su personal.

Más trascendente de lo que se supone es la alianza para la exploración, como también el que se haya sacudido la colmena al intentar cambios en el área de logística. Se busca que el nuevo responsable auténticamente lo sea, para que la recuperación de la empresa transite por las nuevas vías de la reforma  y a la vez de atenderse el reclamo social. Mucho serviría un órgano fiscalizador que aplicara más controles para seleccionar y calificar la confianza del personal ‘según el puesto’, y con ello inhibir la comisión de delitos, facilitar la persecución de los mismos y aportaría a la sanción de ilícitos como a su prevención.



JMRS
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