Tras Bambalinas

La conexión entre Donald Trump y WikiLeaks

2017-11-15

WikiLeaks dio información a Donald Trump junior acerca de las contraseñas para...

PABLO PARDO | El Mundo


El hijo de Donald Trump fue asesorado durante la campaña electoral de su padre de manera informal por la organización WikiLeaks, a la que el director de la CIA, Mike Pompeo, ha calificado de "un servicio de Inteligencia hostil", que "a menudo recibe la ayuda de Estados como Rusia".

WikiLeaks dio información a Donald Trump junior acerca de las contraseñas para acceder a la web de un grupo que se oponía a la campaña de su padre y cuyo nombre, www.putintrump.org, deja pocas dudas acerca de su intención. Putintrump.org, está alojado en la web de la revista de izquierdas The Nation. Fue fundado por el empresario de Internet Rob Glaser, y está dirigido por el periodista ganador del Pulitzer Bill Buzinger. A su vez, Trump transmitió esa información a toda la plana mayor de la campaña de su padre.

El intercambio de mensajes entre Donald Trump junior y WikiLeaks ha sido desvelado por la revista The Atlantic. Pero la peculiar correspondencia también está en manos del Congreso de EU, que investiga la trama rusa en las elecciones de 2016.

Y en el Congreso tuvo ayer otra inesperada revelación en esa trama, cuando el fiscal general -que es el máximo responsable del Departamento de Justicia de EU-, recuperó súbitamente la memoria y recordó que sí había discutido la celebración de un encuentro entre el entonces candidato, Donald Trump, y el presidente ruso, Vladimir Putin.

El problema es que una persona que ya se ha declarado culpable de mentir a la policía en la trama rusa, el ex asesor de la campaña George Papadopoulos, ha declarado ante la Justicia que él sí discutió con Sessions esa posible reunión entre Trump y Putin. Así que el fiscal general que el mes pasado decía en el Congreso que "no tuve, no sé de nadie que tuviera y no creo que nadie tuviera" contacto con altos cargos rusos durante la campaña, declaró ayer en el Senado de EU: "Ahora me acuerdo". De modo que Sessions sí habló con Papadopoulos acerca de una reunión entre Trump y Putin.

Pero fue para decirle al asesor que eso no debía pasar. "Después de leer la declaración [de Papadopoulos], y si la memoria no me falla, creo que quise dejarle claro que él no estaba autorizado a representar la campaña ni con el Gobierno ruso ni con ningún otro Gobierno", dijo Sessions.

La 'memoria selectiva' del fiscal general

Tantos condicionales, tantos "creo" y tantas invocaciones a la falibilidad de la memoria humana han hecho poco por reforzar la credibilidad de Sessions. Y más si se tiene en cuenta que el máximo responsable del Departamento de Justicia estadounidense tiene amnesia selectiva en asuntos relativos a Rusia. De hecho, ha tenido que recusarse a sí mismo de la investigación del Rusiagate después de haber tenido que admitir que también se había olvidado de varios encuentros con el embajador ruso, Sergei Kislyak, durante la campaña, uno de ellos celebrado ni más ni menos que en su despacho del Senado en septiembre de 2016. Sessions había negado haber hablado con Kislyak hasta que eso fue noticia en los medios de comunicación.

Lo cual lleva a la cuestión de Donald junior, dado que su correspondencia con WikiLeaks fue desvelada por un medio de comunicación, en este caso la edición online de la revista The Atlantic. Y, una vez más, fue confirmado por el propio interesado, al igual que ya sucedió en julio, cuando el New York Times destapó las reuniones entre el primogénito del presidente de Estados Unidos y una abogada cercana a Vladimir Putin. De hecho, Trump junior colgó en Twitter fragmentos de las conversaciones.

Son unas conversaciones que dan la impresión de que la trama rusa habría sido dirigida por Mortadelo y Filemón, en vez de por un ex coronel del siniestro servicio de espionaje soviético llamado Vladimir Putin. Porque WikiLeaks y Trump junior se comunicaron a través de mensajes directos en Twitter. Lejos queda, así, la era de las novelas de John le Carré en las que los mensajes se dejaban en el tercer escalón del cuarto puente del río Potomac.

En los mensajes, WikiLeaks le pide a Trump que retuitee links de esa web -algo que tanto el candidato como el hijo hacen en los días siguientes al mensaje- e incluso le sugieren que rechace la legitimidad de los resultados electorales si perdiera las elecciones -algo que Trump ya dijo que haría durante la campaña-. Es un intercambio confuso, con silencios y numerosos mensajes sin respuesta por ambas partes, aunque sobre todo por la de Trump, pero que refuerza todavía más la idea de que la campaña del presidente, con su hijo a la cabeza, estaba usando medios cercanos a Vladimir Putin en las elecciones.



yoselin
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