Derechos Humanos

Inmigrante hondureño excarcelado en México exigirá reparación del daño

2014-10-19

Colón Quevedo fue acusado de crimen organizado, torturado, discriminado, encarcelado y...

México, 17 oct (EFE).- El inmigrante hondureño Ángel Amílcar Colón Quevedo, quien ayer recuperó su libertad tras casi seis años en una prisión mexicana, exigirá la reparación del daño y el castigo a los funcionarios implicados en su caso, informaron hoy sus abogados en una rueda de prensa.

Colón Quevedo fue acusado de crimen organizado, torturado, discriminado, encarcelado y violados sus derechos durante el tiempo que estuvo en una cárcel de Tepic, en el occidental estado de Nayarit, señalaron.

"Se cometieron serias violaciones a sus derechos humanos y las autoridades mexicanas se tienen que hacer responsables y reparar el daño de estar cinco años y siete meses en prisión y lejos de su familia", dijo Denise González, abogada del Centro Prodh, organismo que asumió la defensa del hondureño.

El subdirector del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Mario Patrón, hizo un "llamado a la no impunidad, a la investigación y a la sanción de los funcionarios, porque no hay un control ni una supervisión de los actos de las autoridades".

"A una irregularidad se sumó otra irregularidad y así subsecuentemente. Todos esos funcionarios necesitan ser investigados y sancionados. Si no se castiga y sanciona (...) lo que le sucedió a Ángel, le seguirá sucediendo a migrantes en tránsito en nuestro país", apuntó.

La reparación del daño, además del resarcimiento económico, incluye otros dos conceptos básicos: la verdad y la justicia.

Lo que le sucedió a Colón Quevedo le ocurre a "cientos de migrantes en tránsito en México: extorsión, secuestros, trata, desapariciones, ejecuciones", señaló Patrón, quien dijo que también están los migrantes "olvidados", aquellos que están en prisión.

Colón Quevedo dijo que pedirá apoyo sicológico y de salud al Centro Prodh y permanecerá en México algunos días. También aseguró que no tiene resentimiento hacia las personas que lo torturaron.

"Es una liberación para mí otorgarles el perdón, aunque los recuerdos estén en mi mente y me hayan marcado", afirmó.

Colón, quien fue presidente de la Organización Fraternal Negra Hondureña, defensora de los derechos culturales y territoriales de los garífunas, dijo que soportó todo gracias a sus principios religiosos y a que trató de vivir su fe.

Además se convirtió en su propio defensor dentro de la cárcel y ahora buscará dar a conocer más casos de migrantes centroamericanos que están detenidos en cárceles mexicanas.

El hondureño, quien fue declarado "preso de conciencia" por Amnistía Internacional (AI), fue detenido en marzo de 2009 en la ciudad de Tijuana cuando policías allanaron la vivienda donde un traficante de personas lo mantenía antes de llevarlo a la frontera con Estados Unidos.

Tras la denuncia del caso a nivel nacional e internacional, la Fiscalía de México desistió el 15 de octubre de la acusación en su contra por delincuencia organizada, narcotráfico y acopio de armas ante el juez, lo que permitió su excarcelación.

 



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