Derechos Humanos

Diecisiete defensores chinos de los DDHH cumplen un año incomunicados

2016-07-08

Entre el 9 y 10 de julio de 2015, la policía detuvo a 319 letrados, otros trabajadores de...

Pekín, 8 jul (EFE).- Diecisiete abogados, trabajadores de bufetes y activistas chinos cumplen un año incomunicados, tras ser detenidos por las autoridades en julio de 2015 y sin haber podido contactar con un letrado de su libre elección o con sus familias en todo este tiempo, denunciaron hoy sus allegados y compañeros de profesión.

Entre el 9 y 10 de julio de 2015, la policía detuvo a 319 letrados, otros trabajadores de despachos de abogados y activistas en diversas partes del país.

La mayoría de ellos sufrieron un breve arresto en el que les sometieron a intensas sesiones de interrogatorios, pero a día de hoy 23 permanecen detenidos, según la información recopilada por la organización China Human Rights Lawyers Concern Group, que sigue de cerca el caso.

De los que aún quedan bajo arresto, diecisiete no han podido ver a un abogado elegido libremente ni hablar con sus familiares en todo este tiempo, por lo que se teme que hayan podido sufrir algún tipo de maltrato, explica a Efe el abogado Qiu Zhijiang, quien también fue arrestado temporalmente y sometido a largos interrogatorios.

En el centro de esta campaña contra la disidencia están los abogados de derechos humanos, aquellos que se dedicaban a los casos más delicados para el Gobierno, como Wang Yu, conocida como "la defensora de hierro", o Zhou Shifeng, director de un bufete que reunía a los letrados más activos.

Las autoridades acusan a todos estos profesionales, nueve de las 23 personas bajo arresto, de "subversión", un grave delito por el que pueden ser condenados a cadena perpetua.

"La acusación contra mi marido es ridícula", considera Wang Qiaoling, esposa de Li Heping, otro de los destacados letrados detenidos el año pasado y quien aún sigue en manos de las autoridades, a la espera de un juicio.

Desde que se llevaron a su marido, la mujer vive estrechamente vigilada por las autoridades, que le han amenazado para que no hable con los medios de comunicación o proteste por la situación de Li Heping, si bien Wang desoye estas advertencias.

"Mi marido, los abogados detenidos, no han violado la ley. Siempre la han respetado", afirma la mujer, que protagonizó una protesta el pasado lunes ante la Fiscalía Popular Suprema de Pekín junto a otros familiares, cuando se cumple un año desde que una veintena de policías se llevaran a su marido de su casa sin mayor explicación.



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