Derechos Humanos

Los civiles en Irak, víctimas del EI, fuerzas gubernamentales y milicias

2017-02-21

Unas de 3.500 mujeres, niñas y niños yazidíes, a quienes el EI había...

 

París, 22 feb (EFE).- Los civiles iraquíes sufrieron en 2016 abusos y torturas por parte de todos las implicados en el conflicto que sufre el país, en particular del grupo terrorista Estado Islámico (EI), pero también de las fuerzas gubernamentales y de las milicias paramilitares, denunció hoy Amnistía Internacional (AI).

En su informe anual sobre el estado de los derechos humanos en el mundo, AI explica que todas las partes "cometieron crímenes de guerra, otras violaciones del derecho internacional humanitario y abusos flagrantes contra los derechos humanos".

En las zonas bajo su control, los combatientes del EI "ejecutaron a civiles que huían del territorio bajo su control, violaron y sometieron a otras torturas a personas cautivas, usaron a civiles como escudos humanos y utilizaron a niños y niñas soldados".

El EI, presente en el noroeste y oeste del país y que perdió partes significativas del territorio durante el año, perpetró numerosos atentados y ataques de manera indiscriminada contra la población civil, especialmente en Bagdad.

Según la ONU, en los atentados con coche bomba y otros actos violentos murieron 6.878 civiles y resultaron heridos 12.388.

AI critica también a las milicias paramilitares y las fuerzas gubernamentales, que "cometieron crímenes de guerra y otras violaciones del derecho internacional", principalmente contra miembros de la comunidad árabe suní.

También "perpetraron ejecuciones extrajudiciales, otros homicidios ilegítimos y tortura; sometieron a desaparición forzada a cientos de hombres y niños, y destruyeron deliberadamente viviendas y bienes", añade el informe.

Además, las fuerzas de seguridad sometieron a controles de seguridad a todos los varones entre 15 y 65 años que huían del EI, en centros improvisados donde permanecían recluidos días o meses.

A finales de 2016, "miles de personas permanecían detenidas sin juicio por su presunta vinculación con el EI y la tortura bajo custodia continuaba siendo una práctica generalizada".

Los tribunales condenaron a muerte a personas sospechosas de terrorismo, con frecuencia en juicios sin garantías, y se siguieron llevando a cabo numerosas ejecuciones, según AI.

Unas de 3,500 mujeres, niñas y niños yazidíes, a quienes el EI había capturado en Irak, seguían en manos del grupo armado en su "califato" en territorio sirio e iraquí, donde sufrieron violaciones y otras torturas, agresiones y esclavitud. Las que lograron escapar no recibieron suficiente apoyo psicológico ni material.

En 2016, había en el país más de 3,1 millones de desplazados, muchos de los cuales "vivían en la indigencia en condiciones terribles" ante la falta de financiación internacional, denuncia la organización.

Las autoridades iraquíes y las del Gobierno de la región semiautónoma del Kurdistán, donde se agolpaban los refugiados, impusieron restricciones arbitrarias y discriminatorias.

AI destaca el caso de Bassema Darwish, mujer yazidí que había sobrevivido a su cautividad en manos del EI y que sigue recluida sin juicio en Erbil desde su detención en octubre de 2014 en la población de Zummar, cuando ésta fue recuperada por las fuerzas peshmerga kurdas.

Amnistía destaca la peligrosidad en la que trabajaban los periodistas, que denunciaron agresiones físicas, secuestros, intimidación, hostigamiento y amenazas de muerte por informar de asuntos como la corrupción y los abusos cometidos por las milicias.

En enero, dos periodistas del canal de televisión Al Sharkia fueron abatidos a tiros en el noroeste de Diyala cuando volvían de informar de un atentado. 



yoselin
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