Derechos Humanos

ONU no ayudará a Myanmar en campamentos para rohinyá de larga duración: documento

2018-11-13

El documento informativo confidencial, fechado este mes y examinado por Reuters el martes, describe...

 Por Poppy McPherson

RANGÚN (Reuters) - La agencia de refugiados de Naciones Unidas no proporcionará asistencia humanitaria a los musulmanes rohinyá que regresan a Myanmar si son internados en campamentos, según una circular interna que fue enviada días antes de que comience la primera repatriación.

El documento informativo confidencial, fechado este mes y examinado por Reuters el martes, describe la posición del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) sobre el proceso de repatriación y expresa el deseo de no involucrarse en el apoyo a campamentos para la minoría musulmana que se prolonguen en el tiempo.

Una portavoz de ACNUR dijo que no hacen comentarios sobre los documentos filtrados.

Myanmar y Bangladés acordaron a fines de octubre comenzar a mediados de noviembre la repatriación de algunos de los cientos de miles de rohinyás que huyeron de Myanmar el año pasado para escapar de la represión del ejército, a pesar de las advertencias de la ONU y de organizaciones no gubernamentales (ONG) de que las condiciones aún no son seguras para su regreso.

Myanmar ha estado construyendo centros de tránsito para los refugiados que, según afirma, serán temporales, pero muchos rohinyá temen que los sitios puedan volverse permanentes debido a las severas restricciones de movimientos impuestas a la minoría.

El documento de ACNUR dice que la agencia “no proporcionará asistencia individual en situaciones de campamento, incluso en instalaciones de acogida o campamentos de tránsito, a menos que sean claramente de carácter temporal y se utilicen con el único propósito de facilitar la libre circulación a lugares de origen o elección de los retornados”.

El documento, que se distribuyó a los diplomáticos, también aconseja a otras agencias que no ayuden a ninguno de estos campamentos.

Decenas de miles de rohinyá han permanecido en campamentos -que cuentan con el apoyo de la ONU- y aldeas de todo el oeste de Myanmar desde 2012, cuando fueron expulsados ​​de sus hogares durante una ola anterior de violencia étnica. Se les dijo que los campamentos, unas instalaciones con vallas de alambres de espino que tienen prohibido abandonar, serían temporales.

El portavoz del Gobierno de Myanmar, Zaw Htay, no respondió el martes a las llamadas de Reuters en busca de comentarios.



Jamileth