Ecología y Contaminación

Greenpeace pide desconexión nuclear por peligro terrorista Francia

2014-11-25

Las instalaciones francesas están repartidas en 19 lugares. En las últimas semanas se...

París, 25 nov (dpa) - La organización defensora del medio ambiente Greenpeace pidió hoy desconectar provisionalmente las centrales nucleares de Cattenom y Fessenheim en Francia tras una serie de sobrevuelos no aclarados de las instalaciones.

"Es necesario desconectar las anticuadas instalaciones nucleares hasta que se aclare el trasfondo de los sobrevuelos con drones", señala un comunicado de la organización publicado hoy. "Las instalaciones no están en absoluto aseguradas de forma suficiente contra ataques", criticó el experto nuclear de la organización Heinz Smital.

Un estudio actual ha demostrado el grave peligro para la seguridad en Francia, Alemania y otros países europeos.

Las instalaciones francesas están repartidas en 19 lugares. En las últimas semanas se avistaron unos 30 vuelos no tripulados, cuando no está permitido sobrevolar esos lugares.

Como consecuencia de lo ocurrido se prevé la instalación de "una serie de aparatos técnicos" como radares militares, apuntaron algunas informaciones no confirmadas.

Greenpeace considera que los sucesos son preocupantes. "Es evidente que las autoridades de la seguridad no pudieron ni aclarar ni evitar estos sobrevuelos", dijo Smital.

Durante una comparencia ante la Asamblea Nacional francesa en la noche del lunes en París, el experto nuclear británico John Large habló también de las carencias de las centrales, reconocidas por la propia autoridad de vigilancia nuclear ASN. Según Large, cuyo estudio elaborado para Greenpeace Francia no será publicado por motivos de seguridad, "las centrales nucleares francesas son vulnerables "a ataques con drones".
  
La física alemana Oda Becker estudió para Greenpeace la situación de las antiguas centrales de Cattenom y Fessenheim, cercanas a la frontera con Alemania, y de Gravelines, la mayor central del país, ensayando qué ocurriría en tres escenarios: un ataque de miembros de la plantilla, con helicóptero o aviones no tripulados.

En el peor de los casos en los reactores atacados podría tener lugar "una pérdida de refrigerante y con ello un accidente por fusión nuclear".

En la variante más peligrosa y con consecuencias más graves, si se rompe la capa protectora de una central tras un ataque, no sólo se esparciría material radiactivo en Francia, Alemania o Bélgica, sino también en otras partes de Europa e incluso hasta Suecia, según las condiciones meteorológicas.



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