Reportajes

Pesadilla infinita" por ola sísmica 

2017-09-25

El segundo, con epicentro en los límites entre los estados de Puebla y Morelos, se ubicaron...


(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 23 SET - México vive una "pesadilla infinita" a causa de al menos tres grandes temblores y miles de réplicas en apenas dos semanas y media, que han arrojado hasta ahora casi 400 muertos y graves daños materiales.
    
La gente de una amplia franja sometida a un constante y frenético movimiento de la tierra todavía no se acostumbre a vivir en constante zozobra.
    
La Ciudad de México es muy sensible a los temblores, porque si bien no suele ser epicentro de estos fenómenos, está relativamente cerca de las confluencias de las placas tectónicas que se ubican en el denominado "Cinturón de Fuego del Pacífico".
    
Por ejemplo, dos de los tres temblores que sacudieron en las últimas dos semanas y media al país, el del día 7 (de 8,2 grados Richter) y el de hoy (de 6,1) tuvieron como epicentro a los estados sureños de Chiapas y Oaxaca, a alrededor de 700 y 600 kilómetros de distancia de la capital, respectivamente.
    
El segundo, con epicentro en los límites entre los estados de Puebla y Morelos, se ubicaron en cambio a apenas 150 kilómetros de distancia, señalan los entendidos.
    
El gran terremoto -"el infierno por todos tan temido", como el famoso verso de la poeta y monja mexicana del siglo XVI, Sor Juana Inés de la Cruz-, provendría sin embargo del estado sureño de Guerrero, a unos 400 kilómetros de la urbe.
    
La Ciudad de México fue edificada sobre un lago por los mexicas o aztecas, a quien su dios Huitzilopochtli, encarnado en una águila, se les apareció sobre un cactus devorando una serpiente, según las leyendas prehispánicas antiguas.
    
Esta circunstancia ha hecho de la metrópoli una zona muy insegura, pues además de estar rodeada de volcanes, entre ellos los gigantes Popocatépetl (activo) e Iztaccíhuatl (inactivo), se añade la circunstancia de ser muy proclive a las inundaciones y muy vulnerable a los terremotos, pues el subsuelo es fangoso.
    
De este modo, cuando tiembla en zonas cercanas, las ondas sísmicas provocan un efecto "gelatina" sobre la capital, haciéndola remecer como la cuna de un bebé.
    
Aunque el terremoto de 8,2 grados Richter del día 19, por una insólita coincidencia ocurrido el mismo día de otro similar, de 8,1 grados 32 años atrás, fue el más potente en un siglo, el "gran terremoto" o "Big One", que hace persignarse a todos podría ser aún peor, según la advertencia de los expertos. Xyoli Pérez, titular del Servicio Sismológico Nacional, del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), afirma que la zona conocida como la "brecha de Guerrero", es donde se podría generar el fenómeno.


    
Sin embargo, afirma que "es imposible predecir el día y la hora cuando sucederá", por lo que llamó a "evitar la difusión de rumores" apocalípticos que encuentran terreno fértil en las redes sociales.
    
Guerrero es de hecho el generador del 25% por ciento de la actividad sísmica del país, porque debajo de él confluyen la llamada "Placa de Cocos" que intenta penetrar por debajo de la "Placa Norteamericana". La última vez que hubo un temblor de grandes proporciones en la región de la Brecha de Guerrero fue entre 1899 y 1911, cuando ocurrieron cuatro sismos cuyas magnitudes oscilaron entre 7,5 y 7,8.
    
Han pasado entonces 106 años del último sismo en este lugar, lo que eleva a nivel máximo las probabilidades de que se repita.
    
La posibilidad de que ocurra este movimiento es mayor si se considera que algunos expertos afirman que recientemente ha habido una escalada de temblores en países como Japón, Taiwán, Perú y Estados Unidos (California) ubicados en esta región, bajo un patrón similar.
    
Jana Pursley, geofísica del Servicio Geológico de los Estados Unidos, afirma que "no es muy inusual que los terremotos y las réplicas ocurran en secuencia". "Cuando las líneas de falla se rompen, pueden inducir otras rupturas como efecto de cadena en otras partes de la misma falla o líneas de falla cercanas", dijo Behzad Fatahi, otro experto en ingeniería geotécnica de Estados Unidos.
    
Para muchos mexicanos sólo queda rezar ante el furor de la naturaleza, pero los expertos mexicanos recomiendan "acostumbrarse a que vivimos en un país de suelo inestable pero tomar medida para evitar sufrir las consecuencias". 



regina
Utilidades Para Usted de El Periódico de México