Internacional - Economía

Miles de jubilados españoles indignados se manifiestan exigiendo "pensiones dignas"

2018-02-22

Aprovecharon que otro grupo mucho más numeroso accedía al mismo tiempo por la parte...

ÁLVARO CARVAJAL / El Mundo


Varios miles de pensionistas indignados se han manifestado a la puertas del Congreso y han cortado el tráfico en la carrera de San Jerónimo. Es una imagen sorprendente, inédita incluso en los tiempos del 15-M, puesto que la protesta ha conseguido bloquear la entrada principal de la Cámara Baja durante varias horas. Los jubilados llegaron a pegarse a la escalinata de los leones y a la puerta de acceso exigiendo "pensiones dignas" y subidas que al menos sean al ritmo de la inflación, para no perder poder adquisitivo como sucede ahora. Sobre las 13.30 horas los manifestantes se retiraron y el tráfico quedó restablecido. Además, se celebraron marchas en otras ciudades del país, como Barcelona, Bilbao, Zaragoza, La Coruña o Pmaplona.

Fuentes policiales cifraron entre 3,000 y 4,000 los manifestantes que salieron a las calles de Madrid. Estas personas habían sido convocadas por la coordinadora estatal por la defensa del sistema público de pensiones, un llamamiento respaldado por los principales sindicatos.

La concentración desbordó todas las previsiones. Sobre todo las de la Policía Nacional, que tuvo que improvisar un cordón de seguridad formado por agentes a lo largo de la carrera de San Jerónimo para controlar la manifestación, que trascurrió pacíficamente.

La sorpresa para los agentes llegó cuando los pensionistas rebasaron las vallas situadas al otro lado de la calle, donde iba a transcurrir la concentración, para acercarse lo máximo posible al Congreso. Aprovecharon que otro grupo mucho más numeroso accedía al mismo tiempo por la parte superior de la calle. La confluencia de ambos fue demasiado para el número de agentes, que tampoco emplearon ningún tipo de fuerza para cerrarles el paso. Así, el resultado fue que los pensionistas lograron ocupar la calle.

La protesta denunciaba el estado de las pensiones, el índice actual de revalorización (que les hace perder poder adquisitivo) y la maltrecha salud de la hucha de la Seguridad Social. Con gritos como "somos pensionistas, no terroristas", "vergüenza", "ladrones" o "hasta las pensiones nos quieren robar", reivindican "pensiones dignas" y medidas del Gobierno para enmendar la situación.

Numerosos diputados de Podemos y de Izquierda Unida salieron para arropar a los manifestantes, como Íñigo Errejón, Alberto Garzón, Rafael Mayoral, Yolanda Díaz o Josep Vendrell.

El PSOE también salió a la puerta a escuchar y a acompañar la protesta pero algunos han increpado al diputado Rafael Simancas.

En declaraciones al pie de la manifestación, el socialista ha afirmado que el "enfado" de los pensionistas con el PP está justificado y ha reivindicado el trabajo en el pasado y en el presente de su partido en este asunto. Por ello, ha restado importancia a los "cuatro militantes de Podemos" que han podido increparle porque la lucha por las "pensiones dignas" es también una bandera de los socialistas.

"Tienen toda la razón del mundo, llevan toda la vida trabajando y ahorrando y ahora el PP y Ciudadanos están impidiendo que suban las pensiones al menos lo que sube el coste de la vida. Se está empobreciendo y robando a los pensionistas", ha recalcado el diputado del PSOE.

Por su parte, Errejón ha señalado que el "cabreo" de los mayores es "normal" e, incluso, debería "ser más grande" porque el Gobierno está bloqueando con vetos o retrasos una solución en este asunto. "El Gobierno tiene que dejar de insultar a los pensionistas españoles. Dejar de decirles que ahorren en café o de decirnos a nosotros que ahorremos todos los años un poquito. Las pensiones son un derecho y aquellos que nos dicen que no son sostenibles es porque tienen pensiones privadas", ha manifestado.

Además, ha recordado que con su reclamación, los pensionistas "no defienden sólo lo suyo" sino que también lo que "va a quedar" a las generaciones más jóvenes.

Protestas en otras ciudades

A la protesta de la capital se han sumando las realizadas en otras nueve ciudades catalanas, siendo la de Barcelona la más numerosas. En la manifestación de Bilbao, que ha colapsado el trafico en el centro de la ciudad, se han escuchado consignas como "Menos ladrones, más pensiones", "Si nos roban las pensiones, ya vendrán las elecciones" o "Si nos cabreamos, no votamos".

En Valencia, frente al Ayuntamiento, los manifestantes han hecho una quema de cartas de las enviadas por el Gobierno para informar de la subida del 0,25 % de las pensiones en 2018.

En la de A Coruña, el alcalde de la ciudad, Xulio Ferreiro, ha recalcado que esta subida es indignante y que está en juego el futuro de todos.

También en Zaragoza, los convocantes han subrayado que la insuficiencia de las pensiones es "un problema de toda la sociedad" y no sólo de los pensionistas durante la concentración en la plaza del Pilar.

En Valladolid, los organizadores han insistido en que garantizar la sostenibilidad de las pensiones es solo cuestión de voluntad política y en Oviedo se ha pedido el blindaje del sistema público de pensiones.

En Pamplona, el Ayuntamiento ha colgado un gran lazo marrón para rechazar la "ridícula subida de las pensiones" y en Mérida los manifestantes han amenazado con usar "su principal arma", que es el voto.



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