Internacional - Política

Muchos dedos apuntan a Rusia tras filtración de los correos del Partido Demócrata

2016-07-25

Funcionarios rusos negaron cualquier participación en el ataque cibernético contra el...

Por Damian Paletta y Devlin Barrett, The Wall Street Journal

WASHINGTON— El hurto y posterior filtración de embarozosos correos electrónicos del Comité Nacional Demócrata (DNC, por sus siglas en inglés) provocó una tormenta política en el primer día de la convención del partido y generó dentro de esa fuerza política acusaciones que apuntan a la participación del gobierno ruso.

Las autoridades estadounidenses dicen que siguen investigando quién perpetró el pirateo de información, pero expertos en seguridad cibernética indicaron que la divulgación de los documentos tiene las mismas características de interferencias políticas que otros países han vinculado a Rusia.

Funcionarios rusos negaron cualquier participación en el ataque cibernético contra el DNC mientras que el gobierno estadounidense considera como principal sospechoso a los servicios rusos de inteligencia, aunque aún no llegan a conclusiones definitivas, según fuentes al tanto.

Más allá de quién resulte responsable, la publicación de los emails del DNC produjo consecuencias políticas inmediatas con la renuncia de Debbie Wasserman Schultz y maniobras de políticos tanto demócratas como republicanos de presentar la noticia de la manera más favorable a los intereses de sus respectivos partidos.

Numerosos políticos demócratas acusaron al gobierno ruso de robar los emails y entregárselos a WikiLeaks para ser publicados como parte de una campaña a favor de la elección del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump,aunque no ofrecieron pruebas de ello. “Creo que los electores tienen que considerar esto”, dijo Robby Mook, quien está a cargo de la campaña de la candidata demócrataHillary Clinton. “De ser cierto, es muy problemático”.

Mientras tanto, Trump intentó sacar provecho político. “Trabajó arduamente para manipular el sistema” dijo en alusión a Clinton durante un discurso en Virginia. “Pero no tenía idea de que Rusia, uno de nuestros numerosos ‘amigos’, nos robó hasta el alma”.

Las elecciones de noviembre podrían tener un profundo impacto en las relaciones entre EU y Rusia en un momento en que los países han adoptado posturas opuestas en la guerra civil en Siria y otros conflictos internacionales.

Clinton describió al presidente ruso Vladimir Putin como un “matón” al cual hay que hacerle frente. Trump, por su parte, ha indicado en varias ocasiones que EU debe trabajar en forma más estrecha con Rusia para ayudar a depender menos de Medio Oriente y que EU tiene que replantearse la alianza de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, OTAN, un grupo que en ocasiones ha resistido la interferencia rusa.

Los expertos en seguridad cibernética han indicado que la evidencia en el robo de datos del DNC y la filtración de los correos electrónicos vincula la operación a Rusia. “Los servicios de seguridad rusos tienen una larga experiencia en tratar de influir de manera directa las elecciones de otros países”, dijo Alexander Klimburg, experto de seguridad digital del Centro de Estudios Estratégicos de La Haya.

El vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que no podía verificar los resultados de las investigaciones realizadas por firmas privadas y aclaró que la decisión de divulgar los resultados de la indagatoria correspondía a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI).

El funcionario agregó que existen “una variedad de actores tanto a nivel de Estado como delictivo que buscan vulnerabilidades en la seguridad cibernética de EU y ese grupo incluye a Rusia”.

El FBI, a su vez, señaló que sigue trabajando para “determinar la naturaleza y el alcance del asunto. Una violación de esta envergadura es algo que tomamos muy en serio”.

“Observamos la avalancha de acusaciones inadecuadas e inapropiadas que han inundado los medios de comunicación estadounidenses. No cabe más que sorprenderse por esta clase de acusaciones infantiles e infundadas que superan la realidad”, dijo Yury Melnik, secretario de prensa de la embajada rusa en Washington.

Desde hace tiempo, los hackers rusos han atacado entidades políticas y grupos encargados de políticas en EU, incluyendo partidos y políticos de alto rango, según el gobierno estadounidense. Algunos funcionarios de ese país están alarmados al estimar que el ataque contra el DNC muestra que los piratas informáticos rusos se están volviendo más agresivos en su intento por influir en las elecciones estadounidenses.

“El hecho de que actores foráneos traten de influir en nuestras elecciones, y ni hablar de un adversario poderoso como Rusia, debería preocupar a todos los estadounidenses, sin importar su partido”, dijo Adam Schiff, el demócrata de mayor rango en el Comité de Inteligencia de la Cámara de Representantes.

En junio, CrowdStrike, una empresa de seguridad cibernética contratada por el DNC, encontró que “dos adversarios afiliados a la inteligencia rusa en forma separada” habían violado en mayo la seguridad de la red del DNC.

CrowdStrike catalogó a los equipos de hackers presuntamente rusos como COZY BEAR y FANCY BEAR.

Se cree que COZY BEAR es el mismo equipo que penetró en forma exitosa las redes de seguridad de la Casa Blanca, el Departamento de Estado y la Junta de Jefes del Estado Mayor de EU, entre otros organismos. CrowdStrike también vinculó a FANCY BEAR a ataques cibernéticos contra objetivos del sector aeroespacial, militar, energético, estatal y de medios de comunicación. CrowdStrike determinó que COZY BEAR estuvo en la red del DNC al menos desde mediados de 2015, mientras que FANCY BEAR ingresó en abril de 2016.

Funcionarios estadounidenses señalan que las acusaciones contra la inteligencia rusa están fundadas, parcialmente, en evidencia circunstancial, basado en similitudes con ataques anteriores que algunos expertos denominan “amenazas avanzadas persistentes”, terminología utilizada para referirse a los hackers de gobiernos.

“Utilizan el hacking para fines políticos y para influir en la opinión pública”, dice James Lewis, experto en prácticas de piratería informática de los estados-nación y director del programa de tecnologías estratégicas del Centro para Estudios Estratégicos e Internacionales. “Digamos que encaja dentro de su modus operandi”.

No todos están convencidos de que el caso se ha resuelto.

Steven Bongardt, ex agente del FBI que ahora trabaja en la firma Fidelis Cybersecurity, manifestó que WikiLeaks tiene antecedentes de obtener documentos de personas que los filtran desde el interior de los organismos, no de hackers extranjeros, y añadió que los emails podrían ser obra de alguien que trata de escudarse en los piratas rusos. “La ocasión elegida podría apuntar contra una fuente interna”, dijo.



JMRS

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