Internacional - Política

Controversia por selección de embajador de EU en Israel

2016-12-27

La acalorada controversia en torno a la selección de Friedman surge justo cuando las...

NUEVA YORK (AP) — Si el presidente electo Donald Trump quería mostrar su intención de cambiar totalmente la política hacia Israel respecto de la actual del mandatario Barack Obama, quizá escogió a la persona indicada para enviar ese mensaje: David Friedman, a quien nombró como el próximo embajador estadounidense en ese país.

Se trata de un abogado experto en asuntos de bancarrotas, hijo de un rabino ortodoxo. Es partidario de políticas totalmente contrarias a las del presidente saliente Barack Obama: apoya los asentamientos judíos, se opone a la creación del Estado palestino y defiende con firmeza al gobierno de Israel. Es tan derechista que muchos judíos, partidarios de Israel, temen que propicie una mayor radicalización del primer ministro Benjamin Netanyahu, lo cual reduciría las perspectivas para la paz con los palestinos.

La acalorada controversia en torno a la selección de Friedman surge justo cuando las tensiones entre Estados Unidos e Israel vuelven a crisparse.

En una sorprendente decisión el viernes, el gobierno de Obama permitió que el Consejo de Seguridad de la ONU aprobara una resolución que condena los asentamientos judíos en Cisjordania y los considera ilegales.

Con su decisión de abstenerse en la votación en lugar de vetar la resolución, Estados Unidos rompió una política de muchos años en la que de manera habitual protegía siempre al Estado judío frente a ese tipo de declaraciones y suscitó las condenas de Israel, de legisladores de ambos partidos estadounidenses y en particular del mismo Trump.

"Las cosas van a cambiar después del 20 de enero", tuiteó Trump el viernes en referencia a la fecha de su juramentación.

El lunes, Trump dijo en otro tuit: "Naciones Unidas tiene gran potencial, pero en este preciso momento es simplemente un club de personas que se reúnen, conversan y la pasan bien. ¡Qué tristeza!"

Los presidentes de ambos partidos se han pronunciado desde hace mucho tiempo por una solución que contemple la creación de un Estado palestino, y Netanyahu ha dicho que está de acuerdo. Friedman, a quien el Senado debe confirmar en el cargo, opina lo contrario. Ha calificado la idea de dos estados como "una narrativa" que debe cesar.

Con Obama, Estados Unidos ha trabajado de cerca con J Street, un grupo judío crítico con Netanyahu. Friedman acusa a Obama de "antisemitismo descarado" y considera a J Street "peor que kapos", en referencia a los judíos que colaboraron con los nazis durante el Holocausto.

Durante décadas, Estados Unidos se ha opuesto a la construcción de asentamientos israelíes en zonas que Israel capturó en la guerra de 1967. Friedman encabeza una organización sin fines de lucro que recauda millones de dólares para Beit El, un asentamiento de nacionalistas religiosos cerca de Ramalá. Beit El tiene un sitio de noticias de extrema derecha y una yeshiva cuyo decano ha exhortado de forma provocadora a los soldados israelíes a negarse a aceptar órdenes para sacar a los colonos de sus casas.

Por eso no sorprende que la nominación de Friedman haya aumentado la creciente división de judíos estadounidenses, entre aquellos que quieren que Washington obligue a Israel a la paz y los que piensan que la política de Obama abandonó al aliado más cercano de Estados Unidos en el Oriente Medio.

Hay una controversia incluso en Temple Hillel, cerca de la frontera entre Long Island y Queens, donde el padre de Friedman fue rabino casi medio siglo.

"Obviamente hay gente en la sinagoga que está de acuerdo con David y otros que no están de acuerdo", dijo Ken Fink, presidente de la sinagoga. "Pero sí hay mucho orgullo por el chico que creció aquí".



JMRS