Internacional - Política

En pleno deshielo, Corea del Sur exhibe cine prohibido del Norte

2018-07-16

El certamen de cine fantástico, que se celebra hasta el 22 de julio, incluye este año...

Andrés Sánchez Braun

Seúl, 14 jul (EFE).- Propaganda norcoreana en forma de comedia romántica o cine de monstruos: es lo que ha logrado programar el Festival de Bucheon, algo excepcional en territorio surcoreano, donde está prohibido proyectar cine del país vecino.

El certamen de cine fantástico, que se celebra hasta el 22 de julio, incluye este año tres largos y seis cortos norcoreanos en la sección "La primera carta de un país desconocido", una referencia a la profunda división que aqueja a la península desde 1945 y a la posterior guerra (1950-1953) que ahondó aún más esa fractura.

Se trata del "primer intercambio cultural" desde que las dos Coreas acordaron en su histórica cumbre de abril estrechar lazos y trabajar por la paz y la desnuclearización de la península, recuerdan desde la dirección del festival en un texto remitido a Efe para valorar la excepcional proyección de estas películas.

Entre los largos elegidos solo uno es de temática propiamente fantástica, "Pulgasari" (1985), conocido por haber sido dirigido por el surcoreano Shin Sang-ok cuando fue secuestrado por el exlíder norcoreano Kim Jong-il y que contó con el nipón Kenpachiro Satsuma (que interpretó a Godzilla) en el papel de monstruo.

También se ha incluido la comedia romántica "Comrade Kim goes flying" (2012), una de las pocas coproducciones (contó con capital y equipo artístico belga y británico) que se han realizado en la hermética Corea del Norte.

Por último, se proyectarán dos contenidos 100 % inéditos en Corea del Sur: una serie de seis cortometrajes de animación sobre educación vial en Corea del Norte y "Urijib iyagi" ("Historia de nuestro hogar", 2016), largometraje supuestamente basado en un hecho real sobre una mujer que adoptó a siete huérfanos.

Esta última película se proyectará el domingo 15 al aire libre en la plaza del Ayuntamiento de Bucheon, ciudad al suroeste de Seúl.

"Estoy pensando en ir a verla. No me puede interesar menos la propaganda norcoreana, pero un evento así en mi país equivale a mostrar vídeos de K-Pop o telenovelas surcoreanas en una pantalla gigante en el centro de cualquier ciudad norcoreana", explica a Efe Park Ji-seon, una contable residente en Seúl que acaba de enterarse de la proyección del domingo.

Desde la dirección del festival recuerdan que "es la primera vez que se ha concedido permiso para realizar una 'proyección pública' de los llamados 'materiales especiales' (cualquier material de expresión que alabe el sistema político del Norte, algo que hacen sin fisuras todos los filmes elegidos para la cita de Bucheon)".

"Esto puede considerarse un avance con respecto a las proyecciones limitadas que se han realizado anteriormente (y que se hicieron ya en su momento de los dos otros largometrajes seleccionadas)", añaden los responsables del certamen.

La ley de Seguridad Nacional de Corea del Sur, país que técnicamente se mantiene en guerra con el Norte, prohíbe la exhibición de cualquiera de los mencionados "materiales especiales".

Sin embargo, el Gobierno surcoreano tiene la potestad de permitirlo en ciertos casos y en este lo ha hecho con "motivos de intercambio académico y cultural", explicó a Efe un representante del Ministerio de Cultura surcoreano.

El funcionario recordó además que el Consejo Cinematográfico surcoreano (KOFIC), dependiente de este Ministerio, estableció la semana pasada un comité especial formado por actores, directores o productores específicamente para potenciar los intercambios con el Norte.

Entre futuros proyectos, se baraja el que equipos surcoreanos viajen al Norte para rodar o también el acometer coproducciones, un terreno en el que hasta ahora solo se puede destacar la película "La emperatriz Chung" (2005).

Esta cinta de dibujos animados fue fruto de una iniciativa similar en la anterior era de acercamiento (1998-2007) entre las dos Coreas y ante todo de la extrema dedicación de su director, el prestigioso animador Nelson Shin, afincado en el Sur pero nacido en el Norte.

Shin tardó ocho años en completar un filme que paradójicamente también acabó por reflejar los estragos de la división, ya que tuvieron que hacerse dos doblajes distintos para Norte y Sur debido a las diferencias idiomáticas generadas por tantas décadas de separación.



Jamileth