Internacional - Seguridad y Justicia

Duterte asegura que no habrá "justicia" para las familias de los abatidos en la guerra contra la droga

2018-06-19

"Si creen que pueden conseguir justicia simplemente porque perdieron a alguien que era un...

 

MANILA, 19 Jun. (Reuters/EP) - El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha asegurado que no habrá "justicia" para las familias de las personas abatidas en operaciones policiales en el marco de la llamada guerra contra la droga.

La guerra contra los estupefacientes ha acabado con la vida de más de 4,200 personas sospechosas de estar implicadas en tráfico de drogas desde junio de 2016, además de varios miles de personas abatidas por hombres armados a las que las autoridades definen como justicieros o miembros de bandas criminales rivales.

Los grupos de defensa de los Derechos Humanos y los críticos con Duterte denuncian que algunas de las muertes registradas en la guerra contra la droga fueron en realidad ejecuciones sumarias. La Policía niega esas acusaciones y mantiene que sus agentes solo han empleado la fuerza letal cuando los sospechosos estaban armados o cuando se han resistido a su arresto.

También ha rechazado las acusaciones de quienes dicen que la Policía ha falsificado informes, ha manipulado escenas de crímenes y ha matado de forma sistemática a traficantes de poca monta y consumidores de droga.

"Si creen que pueden conseguir justicia simplemente porque perdieron a alguien que era un mierda metido en las drogas, lamento decirles que yo no lo permitiré", ha asegurado en un discurso a última hora del lunes el mandatario de Filipinas, que recurre con cierta frecuencia a los insultos y a palabras malsonantes.

Duterte ha recalcado que no permitirá que policías y militares vayan a juicio por matar a consumidores de drogas y traficantes. "Si le disparan y usted sabe que es un señor de la droga, yo le atropellaría cinco veces", ha asegurado Duterte, que ganó las elecciones en mayo de 2016.

Durante su mandato, Duterte ha suspendido en dos ocasiones las operaciones antidrogas por acusaciones sobre la actuación de la Policía, una de ellas por la muerte de un adolescente abatido en una operación antidroga en 2017.

El mandatario filipino, de 73 años de edad, mantiene un amplio apoyo popular y no ha perdido respaldo en las encuestas, a pesar de las críticas internacionales por su campaña contra la droga y por su balance en materia de Derechos Humanos.



Jamileth