Migración

Australia descarta acoger a inmigrantes a la deriva en el golfo de Bengala

2015-05-21

El primer ministro declaró a periodistas en la ciudad de Adelaida que si Australia hace

Sídney (Australia), 21 may (EFE).- El primer ministro de Australia, Tony Abbott, descartó hoy acoger a parte de los miles de solicitantes de asilo atrapados en barcos en el golfo de Bengala a diferencia de EU, que respondió a la petición de Malasia e Indonesia para reubicarlos o repatriarlos en el plazo de un año.

"Birmania es la culpable porque es donde radica el problema. Nuestro papel es hacer todo lo que humanamente se puede hacer para detener el tráfico de personas, y el mejor modo de hacerlo es dejando bien en claro que si uno se monta en un barco defectuoso no se obtendrá lo que se quiere, es decir una nueva vida en un país occidental", dijo Abbott.

El primer ministro declaró a periodistas en la ciudad de Adelaida que si Australia hace "el menor gesto para alentar a las personas a subirse en los barcos, el problema se agravará".

Estados Unidos se declaró dispuesto a ayudar a los países del sudeste asiático a "llevar la carga" de la acogida de los inmigrantes y también a prestar ayuda a las agencias de la ONU para facilitar su acogida, según afirmó la portavoz del Departamento de Estado Marie Harf el miércoles.

Malasia e Indonesia se ofrecieron el martes a acoger y asistir a los miles de inmigrantes refugiados atrapados en barcos el golfo de Bengala a cambio de que la comunidad internacional ayude a repatriarlos o reubicarlos en terceros países en el plazo de un año.

Unos 3,000 inmigrantes indocumentados de Bangladesh y Birmania han desembarcado desde la semana pasada en Malasia, Indonesia y Tailandia pese a los intentos de las Marinas de esos tres países por mantenerlos alejados de su litoral.

Gran parte de los inmigrantes son rohinyá, una minoría musulmana que huye de la persecución que sufre en Birmania, país que no les reconoce la ciudadanía y del que zarpan muchos de los barcos que operan las redes de tráfico de personas.

El Gobierno conservador de Abbott tiene una férrea política contra la inmigración ilegal que incluye obligar a los barcos a retornar a sus puntos de embarque y la detención de los inmigrantes en terceros países mientras se procesan sus solicitudes de asilo, que de ser aceptadas implica una reubicación en un tercer país, pero no Australia.



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