Uganda, al borde del desastre por crisis refugiados sursudaneses: ONU

Ginebra, 23 mar (EFE).- El Gobierno de Uganda y el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) pidieron hoy ayuda "urgente" a la comunidad internacional para gestionar la llegada masiva de refugiados sursudaneses -con un promedio de 2,800 diarios este mes-, y que ha puesto al país "al borde del desastre".

"Uganda no puede gestionar la crisis más importante y cuantiosa de refugiados de África sola", dijo el alto comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, en un comunicado.

En los últimos años, 800,000 refugiados de Sudán del Sur han cruzado la frontera con Uganda en un intento de dejar atrás los incesantes combates que asuelan su país de origen, que logró su independencia en 2011.

Desde principios de 2017, más de 172,000 personas han huido a Uganda, pero el éxodo se ha acelerado en marzo, cuando el promedio de llegadas ha superado las 2,800 diarias.

El gobierno y el organismo de Naciones Unidas advirtieron de que, "si se mantiene el ritmo actual de llegadas", el número de desplazados sursudaneses en Uganda superará el millón antes de mediados de año.

Pese al flujo masivo e incesante de refugiados, el país no ha cerrado las fronteras en ningún momento y no se plantea hacerlo, confirmó el primer ministro de Uganda, Ruhakana Rugunda, citado en el mismo comunicado.

"Seguiremos dando la bienvenida a nuestros vecinos en este momento de necesidad, pero requerimos ayuda internacional de forma urgente para asistirlos", apuntó el jefe del Ejecutivo ugandés.

ACNUR pidió más de 250 millones de dólares para atender a las víctimas del conflicto en Sudán del Sur, que se concentran en el norte de Uganda.

Allí el suministro de comida y otros artículos de primera necesidad "se ha visto comprometido" por la falta de financiación de los programas humanitarios.

Uganda ha apostado por un modelo de acogida de refugiados "progresivo" y "pionero en todo el mundo", según el ACNUR, pues una vez concedido el asilo, los refugiados tiene derecho a gestionar pequeñas extensiones de terreno en asentamientos integrados con la comunidad local.

En el centro y el sur del país, el Gobierno proporciona la tierra, pero en el norte, donde residen la mayoría de refugiados, son los vecinos los que renuncian a superficies agrícolas en favor de los sursudaneses.

"Es una impresionante muestra de generosidad hacia aquellos que huyen de la guerra y la violencia", recalcó el ACNUR.

No obstante, "la falta de financiación pone en riesgo la capacidad de Uganda de apostar por un modelo que permite a los refugiados prosperar en su país de acogida" y que podría servir de ejemplo para un marco de acogida más integrador en todo el mundo, concluyó.

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