Nacional - Seguridad y Justicia

Iglesia se blinda ante ataques a sacerdotes

2018-06-20

Los Protocolos Básicos de Seguridad Eclesial: Personal y de Recintos Religiosos, como se...

 

(ANSA) - CIUDAD DE MEXICO, 20 JUN - La jerarquía católica decidió blindarse ante los ataques a sacerdotes que han cobrado la vida de 24 de ellos desde 2012 y dio a conocer un plan para proteger a curas y parroquias de las acciones de criminales, sobre todo de bandas organizadas.

Los Protocolos Básicos de Seguridad Eclesial: Personal y de Recintos Religiosos, como se llama este programa, está dirigido a cardenales, arzobispos, obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y agentes de pastoral "expuestos a contextos de violencia".

El instructivo contiene recomendaciones sobre casos de peligro, entre ellas la creación en cada diócesis de un equipo de seguridad que cuente con un comité de emergencias, uno de crisis y uno de defensa jurídica.

Entre otros consejos, se sugiere a los clérigos "evitar la rutina", abstenerse de desplazarse a zonas violentas o hacerlo "preferentemente de día", avisar al personal de confianza y familiares cuando se realice alguna visita a personas o lugares no recomendables.

Otra medida consiste en contratar seguros para que sacerdotes, religiosos y laicos que "trabajen o estén en los templos sean atendidos durante una eventualidad".

También para los casos de la llamada "extorsión telefónica" se alerta sobre llamadas fraudulentas y sobre las medidas adoptar para afrontarlas o evitarlas.

En la eventualidad de un secuestro, se aconseja a los religiosos "conservar la calma, proporcionar al agresor el número telefónico de una persona que pueda negociar y dar aviso a una autoridad competente".

En torno a la protección a las capillas, parroquias, iglesias, catedrales y en general recintos religiosos donde los ladrones suelen realizar robos sacrílegos de piezas de alto valor, se instruye a "controlar el acceso a los recintos".

De igual manera, se sugiere hacer un inventario con fotografías de los objetos que hay en los templos, y un respaldo de los documentos importantes, pero se descarta la contratación de policías o militares armados para custodiar los inmuebles.

Alfonso Miranda, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) dijo que en el caso de los asesinatos de sacerdotes ha estado en contacto con funcionarios del ministerio de Gobernación y con las Fiscalías de los estados, pero que no ha habido respuesta sobre estos hechos.

Desde hace meses, los sacerdotes mexicanos que sobre todo en las zonas más azotadas por la espiral de sangre y muerte que azota al país desde hace 11 años, cuando el gobierno inició su "guerra contra las bandas" con apoyo de las Fuerzas Armadas, han adoptado previsiones para enfrentar este flagelo.

Por ejemplo, algunas han instalado cámaras y contratado de personal de seguridad en templos y casas parroquiales, además de reforzar cerraduras las puertas y ventanas, evitan que personas extrañas ingresen a las instalaciones religiosas.

En el estado sureño de Guerrero, por ejemplo, se habla de que a veces los sacerdotes se desplazan con guardaespaldas o que ofician misas con chalecos antibalas.

En abril pasado, al menos tres sacerdotes fueron asesinados en menos de una semana, elevando a 41 la cifra de curas victimados desde 2006.

El Centro Católico Multimedial (CCM) estima que México es el país que registra el mayor número de asesinatos de sacerdotes en América Latina, superando ya a Colombia, que por muchos años ostentó este dudoso liderazgo, seguido de Brasil, Guatemala, El Salvador y Perú. Además, es el país donde más religiosos murieron en el mundo el año pasado, con cuatro, y este año se perfila para repetir esta marca.

El CCM contabilizó más de 80 denuncias en un año interpuestas por sacerdotes por extorsión, amenazas de bandas organizadas, extorsiones, secuestros y tortura. El 80% de los casos de asesinatos de sacerdotes, que se registran sobre todo en la capital, el vecino estado de México, y los estados sureños de Guerrero, Veracruz y Michoacán, han quedado impunes.



Jamileth