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La UE y Brasil condenan la violación del orden constitucional en Honduras


2009-10-06

Estocolmo, (EFE).-La Unión Europea (UE) y Brasil condenaron hoy la "violación del orden constitucional" en Honduras, pidieron la inviolabilidad de la embajada brasileña en Tegucigalpa, donde se refugia el depuesto Manuel Zelaya, e instaron a que se respete su integridad física, la de su familia y miembros de su Gobierno.

Así consta en la declaración conjunta de la Cumbre UE-Brasil que se celebra hoy en Estocolmo, capital de la presidencia de turno de la Unión, y donde pidieron a todas las partes implicadas "en particular al gobierno de facto" que trabajen para encontrar una rápida solución negociada.

El presidente brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, en rueda de prensa junto al primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, y al presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, exigió la salida del poder de los ejecutores del golpe de Estado, y aseguró que esa sería una solución "muy fácil" a la crisis del país.

"Para nosotros la solución del problema en Honduras es muy fácil: que los que participaron en el golpe de Estado dejen el poder y permitan continuar al presidente legítimo y democráticamente elegido" afirmó.

A su juicio "sólo hay una cosa equivocada en Honduras: que hay alguien en la presidencia que no debería estar", en referencia al presidente "de facto", Roberto Micheletti.

En la declaración de la cumbre, la UE y Brasil reiteran su apoyo a los esfuerzos regionales de mediación de la Organización de Estados Americanos (OEA) y del presidente de Costa Rica, Óscar Arias, y subrayan la importancia de la democracia, el estado de derecho y el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Honduras.

Asimismo, se muestran preparados para contribuir a los esfuerzos regionales que se lleva a cabo para facilitar la restauración del orden constitucional en todos los aspectos y en un proceso democrático.

En cuanto a la acogida del depuesto presidente Manuel Zelaya en la embajada brasileña, la declaración hace hincapié en recordar que "la inviolabilidad de las premisas diplomáticas está recogida en la Convención de Viena sobre relaciones diplomáticas de 1961".

Por este motivo, piden que se garantice la "inviolabilidad de la embajada de Brasil en Tegucigalpa y que se "respete la integridad física del presidente Zelaya, su familia y los miembros de su Gobierno".

El presidente Lula da Silva recalcó que Zelaya es ahora el "huésped" de Brasil, no está refugiado.

Recalcó que "históricamente, las embajadas en todas partes del mundo han protegido la vida de mucha gente" y rememoró cómo la diplomacia sueca "acogió a numerosos refugiados, gente que estaba siendo perseguida por el gobierno de (augusto) Pinochet" tras el golpe de 1973 en Chile.

El entonces embajador sueco en Santiago, Harald Edelstam, logró sacar del país a miles de personas, ya que, a diferencia de la mayoría de los diplomáticos europeos, tomó una postura activa ante el golpe de Estado.



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