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El Castigo del Avaro


2009-10-11

Erase un hombre muy rico, pero también muy avaro. Un día acudió a la feria, donde le ofrecieron un jamón muy barato.

-Se, lo compro! Después de todo, hago un negocio, pues con ese dinero ni patatas hubiera adquirido.

Y se dio el gran atracón de jamón, manjar que nunca probaba. Resultó que estaba podrido y al día siguiente, aquejado de fuertes dolores, hubo de llamar al médico.

-~Qué habéis comido? -le preguntó el galeno.

El avaro, entre suspiros, mencionó su compra barata.

-¡Buena la habéis hecho! -se burló el médico-. Entre la factura de la botica y la mía, caro va a saliros el jamón podrido.



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