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Mercenarios de los Amputuan y soldados intercambian disparos en sur filipino


2009-12-07

Manila, (EFE).- Soldados filipinos y pistoleros a sueldo de un clan sospechoso de la matanza de 57 personas en el sur del país mantuvieron hoy varias escaramuzas en la provincia de Maguindanao, en la que rige la ley marcial, informaron fuentes oficiales.

"Ha habido incidentes de intercambio de disparos entre estos grupos y la Policía", indicó el ministro del Interior, Ronaldo Puno, quien no facilitó más datos.

Previamente, los militares habían advertido de que más de 3,000 mercenarios de la familia Ampatuan siguen en libertad y se ocultan a la espera de enfrentarse a las tropas.

La presidenta de Filipinas, Gloria Macapagal Arroyo, declaró el sábado pasado la ley marcial en la provincia tras constatar que los Ampatuan habían preparado a su ejército privado para enfrentarse a las fuerzas de seguridad si la saga era procesada por los asesinatos.

De inmediato fueron arrestados el patriarca, Andal Ampatuan, su hijo Zaldy, gobernador de la Región Autónoma del Mindanao Musulmán, otros dos hermanos y otras 58 personas que ya han sido acusadas formalmente de haber planeado una revuelta contra el Estado.

Por primera vez desde que Filipinas recuperó la democracia en 1986 tras la dictadura de Ferdinand Marcos, el Gobierno suspendió las libertades civiles en Maguindanao para poder detener a sospechosos sin una orden judicial, una medida que puede mantener durante un máximo de 60 días.

Los militares buscan a más mercenarios del clan e inspeccionan residencias, almacenes y otros lugares en los que pueden haberse ocultado armas.

Parte de un arsenal hallado el jueves cerca de la finca de los Ampatuan en la capital provincial de Shariff Kaguak estaba en cajas impresas con el sello del Departamento de Defensa que contenían rifles de asalto, ametralladoras, morteros, bazocas y cientos de cajas de munición.

El Ejército filipino investiga si las armas fueron sustraídas o vendidas de forma ilegal a los Ampatuan por soldados.

Un día antes de declararse la ley marcial, las fuerzas de seguridad irrumpieron en el complejo residencial del clan en busca de arsenales y miles de policías y soldados vigilaban el recinto para impedir que huyera ningún miembro de la dinastía.

Hace dos semanas, un centenar de hombres armados supuestamente capitaneados por Andal Ampatuan hijo secuestró a 60 civiles cuando se dirigían a formalizar la candidatura a gobernador de Maguindanao de Ismail Mangudadatu, enemigo acérrimo del clan.

Los militares que salieron en su persecución descubrieron fosas comunes con 57 cadáveres, incluidos de personas decapitadas o mutiladas, mujeres con señales de haber sido violadas antes de ser asesinadas, y 30 periodistas de medios locales.

El hijo del gobernador se entregó cuatro días después y fue formalmente acusado de los asesinatos cuando los fiscales recabaron los testimonios de al menos 10 personas que dijeron haberlo visto al mando de los secuestradores.

Sin embargo, la poderosa familia Ampatuan, hasta ahora aliada política de la presidenta filipina, insiste en su inocencia.



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